Capítulo 4

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Había pasado una semana después de que llegaron a San Diego, los golpes de Taehyung estaban casi sanados. Sobrevivieron con lo único que habían traído de la casa anterior, era hora de salir en busca de más provisiones, y un lugar mejor y seguro que una tienda de peluches.

Era temprano, se estaban preparando para salir de ese lugar. Tomaron las mochilas, Taehyung tomó su oso de peluche, que realmente no se había separado de él en ningún momento.

Caminaban mientras conversaban por las calles de San Diego. Los edificios parecían estarse derrumbando poco a poco, cadáveres por todos lados, cuerpos destripados. Una mañana fría de octubre.

Buscaron comida en diferentes casas, pero lo único que encontraban eran caminantes en cualquier parte que iban, no encontraron lo que buscaban y las provisiones que les quedaban apenas les alcanzaban para un par de días más.

—Estoy cansado de caminar, llevamos horas y no hemos encontrado absolutamente nada. —se quejó el rubio.

—Sigue caminando. —respondió el mayor.

—Jungkook —espetó el pelirrojo —, descansemos un poco, hemos caminado por toda la ciudad.

—La noche llegará —el pelinegro se detuvo y se giró para mirarlos, con su mirada fulminante —. Si no encontramos un lugar seguro para quedarnos probablemente uno de nosotros morirá —hizo una pausa —, y ninguno quiere eso, así que mejor sigan caminando y no se detengan.

Ninguno dijo nada, obedecieron al mayor y siguieron caminando por un par de horas más. Uno que otro caminante cruzándose en su camino, pero eso no era problema para ninguno de ellos, excepto Taehyung. En el camino se cruzaron con una tienda de libros que llamó la atención de Taehyung y Jimin. Afortunadamente la tienda estaba sola, sin ningún caminante, algunos libros esparcidos por todo el suelo, otros bastante maltratados y sin sus páginas.

—Esperen, al menos quiero algo para leer —dijo el rubio entrando rápidamente a la tienda.

—Te acompaño —Taehyung lo siguió por detrás.

—Mira todos esos libros —musitó el rubio con una ligera sonrisa —. Sería felíz viviendo en un lugar como éste.

—Tomemos uno y salgamos rápido.

—¿Por qué la prisa, hm? —frunció el ceño —. No me digas que Jungkook te asusta.

—Un poco tal vez... Siempre está molesto, y ese día... Cuando asesinó a ese hombre, yo... No puedo sacar de mi cabeza la imagen de Jungkook apuñalando su cara.

—Entiendo —puso su mano sobre el hombro del menor —. Pero este es el nuevo mundo, ese hombre te hizo daño y Jungkook simplemente hizo lo que debía hacer. Tendrás que acostumbrarte a estas cosas, porque esto es así de ahora en adelante.

Taehyung solo bajó la mirada.

—Bueno, andando o Jungkook nos apuñalará la cara también —soltó con una pequeña risa.

—Muy mala broma, Jimin —el menor sonrió.

Ambos tomaron un libro y salieron de la tienda.

—Podemos subir a un edificio —habló el mayor —. En el techo de uno, será difícil que los caminantes lleguen. Podemos pasar la noche ahí.

—Imagino los caminantes que habrá adentro —dijo Hoseok sentandose en el piso y sacando una botella de agua.

—O nosotros vamos por ellos, o ellos vienen por nosotros —contestó Jungkook —. Levanta tu trasero del piso y continuemos, el sol no tarda en bajar.

—En la playa vi trozos de troncos y ramas, podemos tomar algunos y hacer una fogata —sugirió el castaño.

—Ustedes tres vayan, limpiaré un edificio, no se separen y no se vayan a ninguna otra parte.

Apocalyptic Nightmare | KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora