2040.
Hay muchas historias de cuando colapsó el mundo. Había más muertos que vivos y empezaba a parecer que el mundo se enfriaría. Se sintió como si casi lo hubiera hecho... Casi.
Algunos sobrevivieron uniéndose a otros, formando familias. Otros, se entregaron a la oscuridad. Fue así hace mucho tiempo, y es así ahora. Será igual mañana.
Llegaron muy lejos. Perdieron mucho. Es difícil confiar cuando cualquiera puede desaparecer en cualquier momento, pero los que mueren y los que se van no se pierden para siempre. Ellos creen que es así, tienen que creerlo. Y al recordar sus voces, se mantenienen vivos.
A veces se preguntan si requiere más valor vivir o morir. Todos han hecho cosas para seguir aquí. Cosas que les gustaría olvidar. Se convertieron en lo que necesitaban ser. Pero lo que son ahora, las decisiones que toman, ahora es lo único que importa.
Lo único más peligroso que los muertos, son los vivos. Pero sin los vivos, da igual estar muertos. Todos necesitan tener a alguien con quién poder contar, y no se trata solo de palabras, sino de actos.
De tener la fuerza de poner la vida de otro antes que la propia.
Durante mucho tiempo solo lucharon para sobrevivir. Por recuperar lo que perdieron. Y ahora luchan para otra cosa, por algo más grande. Por un nuevo comienzo.
Pero eso tiene un precio. Todo siempre tiene un precio.
Pasaron tres años desde el incidente del campo. Pasaron tres años desde la muerte de sus seres queridos. Pasaron tres años desde que pensaron que ese sería el final del camino. Pero el final no existe, hasta que uno ponga el punto, y ese, era un punto y coma.
Un nuevo comienzo, una nueva oportunidad de recuperar lo que perdieron.
Taehyung, Jimin, Eunwoo y Cherry, lograron levantar muros alrededor de esa casa. Esa casa que por destino o mera coincidencia formó el principio de una historia trágica, con felicidad momentánea.
Cherry se recuperó del duelo al enterarse de la muerte de Mina, y al entender que esta vez solo serían ellos cuatro contra el mundo, o lo que quedaba de él. Formar vínculos cercanos con gente que se atraviesa en el camino ya no estaba en los planes de ninguno de ellos.
Después de tantas pérdidas sus corazones se enfriaron. Pero la esperanza siempre estuvo ahí, porque a pesar de los años, eligieron seguir con vida y dar un paso más hacia adelante.
Eso es querer vivir. Eso es querer cambiar las cosas, aunque ya no tengan remedio.
Porque Taehyung hizo una promesa, de mantenerse con vida pasara lo que pasara, de buscar ese camino seguro hacia la paz, con o sin él. Sin el hombre que lo hizo fuerte. Sin el hombre que se permitió amar en medio de toda la destrucción, y que más amó.
Cada anochecer, se sentaba a un lado de la tumba, con su guitarra en mano para tocarle esa canción que tanto le gustaba. Porque él sabía que aún podía oírlo. Aún podía sentirlo. Ese niño que siempre se sentaba solo en el columpio, y a ese hombre que siempre se sentaba en la oscuridad con su vaso de Whisky. A veces se rompen cosas que debían durar para siempre. Y el recuerdo de la alegría ya no es alegría, pero el recuerdo del dolor, sigue siendo dolor.
Como un pájaro que canta bajo la lluvia, deja que los recuerdos agradecidos sobrevivan en tiempos de tristeza.
Todos los cambios, incluso los más anhelados, tienen su melancolía; porque lo que dejaron atrás es una parte de ellos mismos; deben morir a una vida antes de poder entrar en otra.
Taehyung nunca superó la ausencia de Jungkook. Y nunca pudo olvidar sus últimas palabras, ni el último beso, ni el último te amo. Se quedaron grabados en su alma, y volvía a doler como el principio cada que lo recordaba.
Esa mañana, se encontraba en el jardín trasero de la casa, sentado al lado de la tumba, sobre el pasto verde y fresco, le hablaba cada mañana para darle los buenos días y contarle las cosas que sucedían durante el día.
—Hemos peleado desde que tengo memoria. Hicimos muchas cosas, y quedan más por hacer. Pero quiero creer que hay esperanza. Que estando juntos, hay esperanza. ¿No es así?
Como si olvidara en momentos que solo está él en ese lugar, en ese momento. Hablándole al aire, hablándole hasta donde quiera que esté.
—Aunque ya no estés aquí, aún te siento conmigo. Y te llevaré por el resto de mi vida, o hasta el momento donde tenga que reencontrarme contigo. —hizo una pausa para dar un suspiro de nostalgia —. Y cada día me pregunto, ¿será hoy ese momento? Te extraño, Jungkook.
Dejó flores blancas sobre la tierra, y siempre limpiaba el rifle de Jungkook como lo solía hacer él mismo. Hasta el día de hoy, ninguna lágrima podía mantenerse dentro de sus ojos. Goteaban por cuenta propia, perdiendo el control por completo de su sentir.
—Salí adelante como me lo pediste. Sigo aquí, de pie. Y siendote sincero, me siento perdido. Me siento... Solo. —limpió la lágrima con la manga de su camisa —. Jimin y los demás lo están haciendo muy bien. Están formando una nueva vida en este lugar. Pero siento como si yo no encajara en esa vida. Seguro estás pasándola bien con Hobi en el más allá, si es que existe alguno. Un mundo donde ya no tienes que luchar, donde ya no sientes dolor.
Un aire frío lo envolvió desde la espalda. Las hojas de los árboles caían sobre su cabello castaño.
—Me di cuenta de que las despedidas te hacen pensar. Te hacen darte cuenta de lo que has tenido, de lo que has perdido y de lo que has dado por sentado. —pausa —. Peleaste hasta el final. Fuiste y eres el hombre más fuerte que haya conocido.
Se acostó en el pasto, sintiéndose cerca de Jungkook. Observando el cielo azul lleno de nubes blancas, y el canto de los pajarillos en los árboles.
—Solo me queda por decir, lo mucho que te sigo amando, lo mucho que te sigo extrañando y lo mucho que me sigue doliendo. —de nuevo las lágrimas corrieron —. Conservo la esperanza de que volveremos a estar juntos; en una vida y en un mundo donde no exista el peligro. Te amo, Jungkook...
Cerró los ojos, quedándose tan relajado que comenzó a sentir que se quedaba dormido. Entrando en un sueño profundo donde ya no escuchó la brisa, el canto de los pájaros y el silencio abrumador.
Y así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte.
Después de todo, la muerte es solo un síntoma de que hubo vida.
Un profundo sentimiento de tristeza y soledad. Este estrés emocional súbito puede tener un impacto físico en el corazón, causando un episodio cardíaco temporal o, en casos raros, incluso la muerte.
Taehyung murió de corazón roto, junto a la tumba de su difunto amado. Tras pasar tres años buscándole el sentido a su vida después de haberlo perdido todo en un abrir y cerrar de ojos.
Un paro cardíaco lo atacó en ese momento, que lo hizo dejar el mundo de los muertos. Porque sí, eso era ahora; el mundo de los muertos.
Una pesadilla apocalíptica interminable.
Fin.
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Hola.
Me siento bien de poder darle fin a esta historia, y si soy honesta, ustedes no son los únicos que sufrieron. Yo también sufrí escribiendo esto. TTApocalyptic Nightmare oficialmente ha terminado.
Coffeekookk.
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Apocalyptic Nightmare | Kookv
FanfictionMuchos intentarán recuperar algo de normalidad en este mundo crudamente desolado... Un grupo de adolescentes ha sobrevivido a la destrucción de la ciudad de California y debe enfrentarse al devastador panorama de lo que alguna vez fueron casas perfe...