Capítulo 4

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—Ocúpate de Jeon, iré a ver cómo está el chico. —Eunwoo subió al segundo de piso.

—Hey, mírame... —Taehyung le tomaba el rostro al pelinegro. Sus ojos estaban demasiado rojos, de su cabello caían gotas de sudor y su respiración sonaba agitada —. Estarás bien, ¿me escuchas? Bebe esto y recuestate.

—Necesito que estés lejos de mí, Taehyung.

Cherry venía bajando las escaleras. —Eunwoo me dijo lo que sucede. Vi una farmacia a unas calles de aquí, Mina y yo podemos ir a revisar si aún quedan medicamentos.

—Sí, es buena idea, vayan.

Salieron a prisas, casi corriendo por las calles vacías hasta llegar a aquella farmacia. La puerta de cristal estaba rota, quizá alguien ya haya entrado y se llevó todo. Entraron en silencio, no del todo debido a los vidrios que sonaban al dar pasos. Los estantes estaban vacíos, basura en cada pasillo, pero sin ningún caminante.

Había un almacén, Cherry pensó que quizá ahí podría haber quedado algo, y así fue. Con suerte encontró dos botellas de alcohol, algodones y cajas de pastillas para bajar la fiebre. Mina se quedó cerca de la puerta apuntando con una pistola, la pelirroja se había ordenado gatillear sin parar a lo que sea que se acercara.

Cuando terminó de guardar los medicamentos, salió y le pidió sentarse en la silla que había a un lado, sacó una venda y envolvió su tobillo que seguía aún hinchado.

—Apresúrate, tenemos que volver. —tomó la mochila y la chica la detuvo tomándola del brazo.

—Gracias.

—Llevemos esto y salgamos al jardín para enseñarte a usar un cuchillo. Las pistolas son ruidosas y atraen a los caminantes. Debes saber cómo perforar un cráneo.

Corrieron de vuelta al vecindario, entregaron la mochila y subieron a la habitación por los diferentes tipos de cuchillos que coleccionaba Cherry. Tenía de diferentes colores, estilos y tamaños. Cuando salieron al jardín, la pelirroja se ocupo de corarte la cabeza a un caminante para usarla de prueba.

—Es asqueroso. —dice Mina al ver la cabeza goteando sangre.

—Bien, escucha, el cráneo es duro, debes ejercer mucha fuerza para llegar al cerebro. Los ojos, boca, y por debajo de la mandíbula suele ser más blando. —sacó un cuchillo —. Si lo tomas de esta forma no tendrás el suficiente impulso, se safará de tu mano. Debes tomarlo así, empuñarlo con fuerza, y sacarlo de vuelta. Inténtalo, apuñala esa cabeza.

Mina se veía nerviosa, tragaba y sus manos temblaban sudorosas. —Y-Yo... No sé si pueda...

—¿A qué le tienes tanto miedo?

—A la muerte. No quiero morir.

—Eso es simple. Todo acaba. Te mueres. Que mueran los que te rodean, eso es lo difícil, porque sigues viva, sabiendo que ellos se fueron y que tú sigues aquí. Vivir es lo que debería darte miedo. Saber que no hiciste todo lo que podías para impedirlo. ¿El miedo te frena? ¿Esos ruidos te asustan? ¿O puedo seguir con la lección?

—Tampoco tienes que ser tan dura. Solo dame tiempo para agarrar el valor. —cruzó los brazos.

—¿Crees que tenemos tiempo de sobra? Soy dura porque es la única manera en la que puedo mantenerme con vida. Tendrás que serlo tú también. Eres demasiado blanda para este mundo, y si quieres vivir, eso tiene qué cambiar. ¿Quieres aprender o no?

—Está bien, está bien... Lo haré. —sostuvo el cuchillo con su diestra, se arrodilló al piso frente a la cabeza y volvió a dudar por unos segundos, luego tomó impulso lo clavó con fuerza —. Lo hice.

Apocalyptic Nightmare | KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora