Capitulo 9.

40 10 2
                                    

Maya se queda confundida sin saber exactamente quién es la chica frente a ella. <<Elisa... Sí, creo que Noah la mencionó cuando me ofreció lo de ser su novia falsa. Entonces ella es… la ex prometida de Noah, la princesa Elisa>>.

Elisa se acerca a Noah con una sonrisa confiada y mira de arriba a abajo a Maya, que rápidamente hace una pequeña reverencia en señal de respeto hacia la princesa.

—Noah, voy a acompañar a Keyti a la escuela y aprovecharé para ir a ver a Nerjis. ¿Te parece? —pregunta Maya, intentando calmar la tensión en el ambiente.

Noah le lanza una mirada agradecida y asiente.

—Sí, como tú prefieras.

Maya se despide con una última reverencia y se sube al carruaje con Keyti. Mientras el carruaje se aleja, Noah suspira profundamente y se vuelve hacia el palacio, dirigiéndose hacia donde su madre y Elisa lo esperan.

Al llegar a la sala del trono, ve a Elisa conversando con la reina, y siente una mezcla de incomodidad y enojo.

—Madre, ¿qué hace Elisa aquí? —pregunta Noah con el ceño fruncido, tratando de mantener la calma.

—Noah, cálmate —dice Elisa con voz suave.

—Silencio, Elisa —responde él, sin mirarla.

—¡Noah! —la reina Madelyn lo reprende—. No le hables así a mi aprendiz.

—¿Aprendiz? —Noah la observa, confundido.

—Sí, he decidido instruirla en las habilidades que debe tener una futura reina.

Noah cierra los puños, conteniendo su frustración.

—Madre, ya te dije que no me casaré con ella.

La reina lo mira con dureza.

—Y yo te recuerdo que ella no es la única princesa disponible en el reino. No eres el único príncipe con quien podría casarse.

Sin una palabra más, Noah se retira, dejando a su madre y a Elisa a solas. La reina suspira, molesta, mientras Elisa sonríe con cierta satisfacción.

—No puedo creer que esté defendiendo a esa chica —dice Madelyn, visiblemente disgustada.

—La vi en la entrada, junto con la niña de la que me hablabas en tu carta —comenta Elisa con una sonrisa de desprecio.

La reina Madelyn le dirige una mirada fría.

—Escúchame bien, Elisa. Debes lograr que Noah se enamore por completo de ti. No permitiré que mi hijo se enrede con una plebeya. La corona no será de cualquiera.

—No se preocupe. Cuando termine con esto, esa chica será solo un mal recuerdo para él —promete Elisa, con una sonrisa astuta.

Mientras tanto...

—¡¿Cómo dices?! —exclama Nerjis, asombrada, mientras observa a Maya con ojos muy abiertos.

—Sí, su ex prometida está en el palacio —responde Maya, suspirando. Sabe que el ambiente en el castillo no será agradable en los próximos días.

—Eso sí que es un problema. Pero bueno, ¡al menos Noah te trajo con él! —dice Nerjis, cruzándose de brazos.

Maya hace una mueca de resignación.

—Lo sé, pero no es como si fuese su verdadera novia. Estoy aquí solo por Keyti, eso lo sabes.

—Lo que tú digas… aunque si realmente quieres hacer que parezca que eres su novia, vas a tener que pasar más tiempo con él —comenta Nerjis con una sonrisa cómplice.

Maya suspira, reconociendo que tiene razón. No sabe exactamente cómo comportarse con Noah ahora que Elisa ha llegado al palacio.

Finalmente, después de despedirse, Maya se sube al carruaje, saludando a Nerjis mientras se aleja. <<Me pregunto cómo estarán las cosas en el palacio…>>.

En el castillo…

Noah se encuentra en su habitación, visiblemente molesto, cuando su hermana Diana entra.

—Noah, ¿descubriste qué está pasando? —pregunta ella con curiosidad.

—Sí, Elisa se quedará en el palacio hasta nuevo aviso —contesta él, con los brazos cruzados.

Diana frunce el ceño, sorprendida.

—No puedo creerlo. Pensé que habíamos terminado con ella…

—Yo también. Pero parece que todo esto es idea de nuestra madre. No entiendo por qué me trajo a Maya aquí solo para luego traer también a Elisa.

Diana suspira, dándose cuenta de la frustración de su hermano.

—¿Y qué pasará con Maya? —pregunta con preocupación.

—No estoy seguro. No creo que le moleste la presencia de Elisa, ya que nuestra relación es falsa.

Diana le sonríe de forma astuta.

—Pero… ¿no te gustaría que fuera real?

Noah la mira, sorprendido.

—No digas tonterías —responde, desviando la mirada con el rostro ligeramente ruborizado.

Diana se ríe suavemente.

—Oh, vamos, hermano. Es obvio que te llama la atención. A mí no puedes engañarme.

Noah suspira, enojado consigo mismo por lo fácil que es para Diana leerlo.

—No entiendo cómo terminamos hablando de esto… —se queja, mientras abandona la habitación.

Diana lo observa irse, y sonríe para sí misma. <<Ah, Noah… por más que lo intentes, no puedes ocultar tus sentimientos tan fácilmente>>.

la novia del príncipe 👑✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora