Capitulo 10.

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Noah caminaba con paso firme por el pasillo del palacio, sintiendo cómo sus pensamientos lo arrastraban inevitablemente hacia la habitación de Maya. Frente a la puerta, se detuvo un momento, dudando si debía entrar o no. Sus pensamientos se interrumpieron de golpe cuando escuchó una suave voz a sus espaldas.

-¿Noah?

Al darse la vuelta, se encontró con Maya mirándolo directamente, una expresión de curiosidad en sus ojos oscuros. Noah se tensó por un momento, antes de lograr devolverle la mirada.

-¿Me estabas buscando? -preguntó Maya, avanzando hacia él con suavidad, sus ojos fijos en su rostro.

-Bueno... sí, te estaba buscando -admitió él, todavía atrapado en su propia confusión.

La mirada de Maya lo traspasaba, como si pudiera leer lo que guardaba en el fondo de su mente. Noah apenas notó que Maya lo llamaba nuevamente, hasta que escuchó su voz decir su nombre una vez más.

-Noah... -repitió, un poco confundida por su silencio.

Sin responder de inmediato, Noah desvió la vista y notó a lo lejos a Elisa, quien se acercaba, y un instinto lo empujó a actuar rápido.

-Ven, mejor hablemos adentro -dijo con rapidez, tomando a Maya de la mano y llevándola hacia el interior de su habitación. Elisa, al verlos entrar juntos, frunció el ceño y sus ojos destellaron con un brillo de celos que Noah no alcanzó a notar.

Noah cerró la puerta con suavidad, y Maya continuó observándolo, todavía sin comprender su repentina urgencia.

-¿Qué pasa, Noah? -preguntó ella, tratando de entender la expresión seria en su rostro.

-Bueno... quería hablar contigo sobre... -comenzó a decir él, pero Maya lo interrumpió con un tono sorprendentemente seguro.

-¿Sobre Elisa? -preguntó con voz suave, notando su sorpresa. Noah levantó una ceja, algo impactado de que ella ya lo supiera.

-¿Así que ya lo sabes? -preguntó él, suspirando.

-Sí, me enteré esta mañana -respondió Maya, manteniendo su expresión tranquila. Pero, tras un breve silencio, no pudo evitar preguntar-: Pero, ¿hasta cuándo va a quedarse? No me malinterpretes, pero... ahora que está aquí, supongo que tendré que convivir con ella.

-Hasta nuevo aviso -respondió Noah, visiblemente molesto, y apretó los labios con disgusto.

-¿Y tú estás bien con eso? -preguntó Maya, un poco preocupada. Sabía cuánto Noah odiaba a Elisa y el compromiso que casi lo ataba a ella.

-Sí, no te preocupes -respondió él, esbozando una sonrisa ligera, tratando de transmitirle tranquilidad.

-Bueno, será mejor que me vaya entonces.

Noah se dirigió a la puerta, a punto de abrirla, pero se detuvo de repente y volvió la mirada hacia ella.

-Maya...

-¿Sí? -Maya lo observó con atención, esperando.

-Esta tarde, después de mi entrenamiento con la espada... si te parece bien, podríamos tomar el té juntos. Ya sabes, para mantener las apariencias -dijo él, dejando ver una ligera sonrisa en su rostro.

Maya le devolvió la sonrisa, asintiendo suavemente.

-Claro, por mí está bien.

Ambos intercambiaron una última mirada antes de que Noah se fuera. Al salir, Elisa lo observó desde el pasillo, notando la sonrisa en su rostro, y sus ojos se endurecieron con una furia silenciosa. "Es la primera vez que lo veo sonreír así", pensó para sí misma. Con el corazón lleno de celos, Elisa apretó los puños. "Será mejor que empiece a poner mi plan en marcha", se dijo a sí misma.

la novia del príncipe 👑✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora