Capitulo 28: Dudas

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Los días continuaban transcurriendo y Melissa aún seguía devastada y triste al saber que su relación con Julián había llegado a su fin, Margaret aún no estaba enterada de la decisión de su hijo, porque convenientemente había salido de viaje hacia Londres instalando unas nuevas franquicias de ropa y la noticia no le era conocida, por otro lado la madre de Diana, Jennifer Lira, luego de un mes de su operación, fue enterada de lo sucedido, al principio no lo tomo de la mejor forma, incluso le recrimino a su hija, su falta de responsabilidad al aceptar el cortejo de un hombre como Julián Cavendish, que con seguridad solo la utilizaría como lo había hecho con muchas mujeres que ella supo que inclusive le lloraron y él solo las ignoro, luego de aburrirse de ellas.

Diana sufrió mucho las palabras de su madre hacia ella, pero anhelaba que le creyera a Julián, que confiará en que él ya no era el mismo chico de antes, que incluso se lo demostraba a diario. Para que Jennifer le tomara confianza a su nuevo yerno le tomo mucho tiempo y aun se mantenía renuente de creerle del todo, además de que se sentía un tanto nostálgica al saber que su hija no se había enamorado de Lucas, quien para ella sería el candidato perfecto.

Algunos días antes de que todo eso sucediera, Melissa quiso averiguar a toda costa si su ex novio mantenía una relación con otra mujer, por lo cual cierta ocasión decidió perseguirlo con una de sus amigas que le obsequio esa sugerencia. Ann Maxwell, era amiga de Melissa, desde su época de colegio, ambas se habían mantenido distanciadas porque Ann vivía en Europa, pero para la fortuna de Melissa, recién había llegado a Estados Unidos, decidiéndose a compartir por un período de tiempo breve el departamento de su amiga.

- Me alegra que hayas venido Ann, aunque tu sugerencia de perseguir a Julián no es del todo de mi agrado, debo confesarte, que no existe mejor salida que esta, ahora mismo está por partir, ¡míralo se sube a su vehículo!, ¡arranca el auto Ann!, debemos ver a donde se dirige, ahora si sabré, si mis sospechas confirman mi teoría – exclamo Melissa a su amiga Ann, quienes juntas estaban en el auto de Melissa, estacionadas del otro lado de la acera, del edificio donde vivía Julián.

- Melissa entiendo que te di la sugerencia de perseguir a Julián, pero no hubiese sido mejor preguntarle al portero, quizás él te de informes si esa mujer ha regresado con él a su apartamento, ¿no lo crees?

- ¡No Ann!, José, solo me ha comentado que Julián usualmente viene solo, ya no trae a nadie a su apartamento, es por eso que es mejor seguirlo, me temo que está ocultando muy bien su amorío con esa tipa, seguro se avergüenza de ella por eso lo hace – indico Melissa con recelo.

- Pues si es una sirvienta como dices, supongo que sí, en serio Melissa, no puedo creer que Julián te haya cambiado por una sirvienta – añadió Ann.

- ¡Cállate Ann!, aun me niego a reconocer que en verdad sea esa sucia la amante de Julián, malnacida, de ser así no sabe lo que le espera – indico Melissa y Ann continuaba mirando la calle, pero al momento de llegar le hizo una observación a su amiga.

- Pues la zona por donde vamos, no es muy alentadora que digamos, mira es un sitio de clase media-baja, seguro aquí confirmarás tus sospechas – replico Ann.

En su llegada a esos edificios, después de lo que le dijo Ann, Melissa mostro seriedad en su rostro, su corazón comenzaba a palpitar rápidamente, al pensar que en verdad Diana fuese la mujer de la cual se había enamorado Julián, sin embargo, sufrió un mini infarto, al descubrir que el apuesto caballero castaño se apeó de su vehículo, estacionándolo frente a un edificio, ahí una chica de cabellos ensortijados, lo recibía con los brazos abiertos, era ella, Diana Lira.

- ¿Qué ocurre Melissa?, parece que has visto un fantasma – replico Ann, al notar lo pasmada que lucía su amiga.

- Es...e... ¡ella! – tartamudeo Melissa de la impresión - ¡es esa desgraciada!, ¡no!, eso no puede ser, maldición, ¡no! – decía Melissa sin dejar de mirar a la feliz pareja que se subían al auto de Julián.

Deseo y sacrificioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora