Capitulo 48

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La luz del umbral de la habitación de Diana y Julián, iluminaba la mitad del rostro de él, quien yacía sentado sobre la cama, justo a la medianoche, ya que sin poder dormir decidió que debía ir a tomar un vaso con agua.

¿Sucede algo mi amor? – le cuestionó Diana poniendo una mano sobre su espalda, justo cuando estaba por pararse.

No, es solo que no puedo dormir, no te preocupes, iré por un vaso con agua.

Julián, ¿sigues pensando en tu charla con Jack?

No.

En serio amor, creo que sí estás pensando en eso. Yo considero que deberías darle una oportunidad, a lo mejor en verdad está arrepentido, él y tú fueron amigos por mucho tiempo y es injusto que ahora estén distanciados.

Diana la amistad que tuve con Jack, no fue precisamente la mejor, más que nada era mi amigo de fiestas, pero solo eso.

No sé porque presiento que no solo era así, en verdad Julián debes pensar bien las cosas – añadió Diana.

Quizás.

Julián se incorporó y camino hacia la puerta tomando rumbo a la cocina a servirse su vaso con agua para despejar sus pensamientos. Era cierto lo que Diana decía, él se mostraba pensativo debido a la charla con Jack. Ahora había dos personas especiales para él, distanciados de su vida, su madre y su antiguo mejor amigo.

Aunque no le dijera a Diana al respecto y siempre que ella lo cuestionará, él respondiera que todo estaba bien, no lo era así, sentía desconcierto al pensar que su madre no aceptara a su esposa.

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Los meses parecían transcurrir aprisa, ya era finales de febrero, apenas hacía dos meses, Albert y Camila se habían reconciliado en un maravilloso beso de fin de año, ahora hasta tenían planeada su boda, esta vez harían lo posible porque todo saliera a la perfección.

Camila amor, nos llegó un mail de Diana – exclama Albert con una sonrisa, mientras Camila yace sobre una acogedora silla reclinable.

Sí y ¿Qué es lo que dice? – cuestiona con interés Camila.

Luego de aquel fin de año, deciden hacer un viaje juntos. Albert le propone que lo acompañe en algunos viajes de negocios que ya tenía planeados, ahora menos que nunca quiere estar alejado de ella, así que se le hace fácil que lo acompañe por doquier, al menos en diversas ciudades dentro del país.

Dice que... espera...

¿Qué? – cuestiona de nuevo Camila muy desconcertada – anda amor, no te aproveches de mi ceguera.

Eso jamás –le dice él. Camila escucha que la impresora parece estar imprimiendo un documento-, mejor lo imprimiré para leerlo a tu lado.

Gracias, eres muy lindo Albert, por eso te amo.

Yo igual –exclama Albert, sentándose a su lado-. El mail dice; Queridos Albert y Camila, espero estén muy bien, les tengo una excelente noticia, pensaba decírsela cuando volvieran, pero no puedo esperar más ya le informe a todo el mundo-. Seguro ahí sonrío.

Si, debe ser, Diana es muy risueña.

El mail sigue diciendo: ya le informé a todo el mundo y están felices de saber, ¡que estoy embarazada!, tengo un mes de gestación, así que los obligaré a volver pronto porque mi hijo necesita unos padrinos.

¿Diana está embarazada? –exclama Camila con emoción-. Es una excelente noticia, seguro mi tío esta que irradia de felicidad. Gracias a dios que le permitirá ver a su nieto, estoy tan feliz amor.

Deseo y sacrificioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora