Diana solo volteó la mirada, al escuchar a ese desconocido joven entrar en el consultorio. Jack por su parte trago en seco al ver a Albert, ya que noto el desconcierto en él e incluso se imaginó que seguramente ese distinguido caballero ya conocía a su primo.
- Buenas noches, señor - exclamo Jack sin saber que más añadir - Ohm, tome asiento por favor, en seguida lo atiendo.
Jack no supo cómo reaccionar, así que lo único que hizo fue ofrecerle asiento al recién llegado caballero, de ningún modo quería que se le cayera el teatro con Diana, porque de ser así, podría tener problemas con ella al haberla engañado. Desde luego eso era algo que no quería por ningún motivo.
- Ah..., no gracias doctor, en realidad yo con quien buscaba hablar era con el doctor Lauren, disculpen la intromisión, es que la enfermera me dijo que podía esperarlo aquí, quizás olvidó que alguien más ocupaba el consultorio, con permiso - expuso intentando salir de nuevo.
- ¡Espere! - lo detuvo Diana y él solo la miro con interés al notar que se dirigía a él - él es el doctor Lauren ¿no es así? - Diana señalo con su dedo índice al chico frente a ella.
El cuestionamiento de Diana dejo pasmado a Jack, y Albert por su parte solo dirigió su mirada el aludido, al notar que era obvio que parecía engañar a aquella joven haciéndose pasar por alguien más.
- Uhm, yo...- dijo Jack y Albert lo interrumpió al ver lo pálido que se encontraba, al saber que se le caía el teatro.
Era un hecho que Albert desconocía por completo los motivos por los cuales Jack pretendía hacerse pasar por alguien más, pero lo que no pasó desapercibido para él, fue los hermosos ojos de esa joven que parecía tan desconcertada.
- Pasaré después, no se preocupe, tengo la sensación de que el doctor tiene un asunto muy importante que tratar con usted y será mejor que se lo aclare ahora ¿está de acuerdo conmigo doctor? - exclamó con ironía, sin echar de cabeza a Jack, a quien se le iba un color y otro.
Albert solo actuó con diplomacia, al no inmiscuirse en ese asunto que sabía que no le concernía, no obstante, era lógico que no le parecía el hecho de saber que ese desconocido hombre estuviera usurpando un lugar que no le correspondía.
- Claro que sí... ¿señor? - Cuestiono Jack el nombre del caballero.
- Albert Williams..., con permiso - tras decir esto cerró la puerta del consultorio y siguió su camino a la sala de espera.
Dentro aún se quedaron Diana y Jack, por su parte ella solo miraba con desconcierto al supuesto doctor Lauren y el supuesto doctor seguía buscando la forma de ahora decirle la verdad a esa chica para que no se enfadara, ya que no le quedaba de otra.
- ¿Quiere usted explicarme que ocurre doctor? Porque no comprendo nada, llevo aquí varios minutos intentando que usted esclarezca mis dudas y nada, pareciera que solo está jugando conmigo - añadió Diana con enfado.
- Señorita Lira, debo decirle algo que quizás no le parezca, pero es necesario que lo sepa....
- ¿A qué se refiere? ¿Es sobre mi mamá? - cuestionó con desconcierto.
- No, no es sobre su mamá, es sobre...mí - ella solo lo miro con firmeza - Debo decirle que... yo no soy el doctor Lauren - tras esto Jack solo bajo la mirada avergonzado de su error.
- ¡¿Qué?! - exclamo Diana aún más exasperada - ¿Pero ¿cómo se atreve? ¡Es usted un cretino!, ¡Pero que tonta he sido! ¿Por qué lo hizo? ¿Qué le pasa? ¿Qué pasaba por su mente al intentar engañarme? ¿No ve lo angustiada que estoy? ¡Mi mamá está enferma! Y usted solo se la paso engañándome, estoy muy angustiada por ella, ¡qué cínico! - al decir todo esto Diana se paró de su asiento e intentó marcharse, pero Jack la detuvo corriendo hacia ella y poniéndose en frente.
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Deseo y sacrificio
RomanceLos problemas económicos a veces nos llevan a tomar decisiones precipitadas, esto Diana muy bien lo sabía al aceptar una proposición que jamás imagino aceptar. Le entregaría lo más valioso de ella a un millonario hombre, arrogante, mujeriego pero c...