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      Dejé que se acercaran lo suficiente, cuando una intentó tomarme del brazo, sujeté su mano y el largo de su brazo, lo retorcí de manera antinatural hasta que escuché el chasquido de rotura, mientras hacía eso pateé a la otra para que se trasladara hacia atrás para que eso me diera el tiempo suficiente para romper el brazo de la primera.

Podía escuchar los terribles alaridos de la criatura con el brazo roto.

Las otras dos lo notaron y se aproximaron hacia mí, cuando la Driada que pateé regresó, le golpeé la cabeza con la cabeza de la del brazo roto a gran velocidad, provocando un sonido alto, me giré para ver a las otras dos. La más alta llegó primero, tomé su pie cuando quiso patearme y me apoyé en él para hacer que cayera, cuando estuvo en el suelo di un puñetazo en la mandíbula de la otra, luego le di otro puñetazo y usé mi antebrazo para golpear su estómago lo cual hizo que se doblara y tambaleara hacia atrás.

–Perra –gimió.

Todo eso lo hice en unos pocos segundos, la alta se recuperó y me pateó en el estómago, di unos pasos atrás mientras que otra llegaba desde atrás y jalaba mi cabello, la alta desenfundó sus colmillos y se acercó peligrosamente a mí, pero estiré mis manos hacia atrás y arañé las manos de la que me jalaba, cuando su agarre vaciló pateé a la alta, me gire rápidamente y le di un puntapié a la que me jaló el cabello pero la de atrás me golpeó en la espalda, grité por el dolor, una de las primeras Driadas regresó.

Recibí otro golpe en la espalda y me aproximé hacia el suelo, utilicé mis manos para no darme un golpe, parándome así con cuatro extremidades, me levanté con un salto, con mi codo golpeé a una en el tórax, pero la alta me tomó por la cadera, su agarré era fuerte, intentando inmovilizarme, pero pude tomar el brazo de una y arañarlo cuando quiso golpearme, aun así fue lo último que pude hacer.

Sujetaron mis brazos en mi espalda, luego un brazo paso a lo largo de mi cuello, impidiendo mis posibilidades de movimiento.

–Saquémosla de aquí antes de que nos dé más sorpresas –la voz sonó agotada y comenzamos a movernos.

Conmigo por delante y a base de pasos forzados avanzamos, logramos atravesar la sólida pared. Yo tenía razón, tocando alguna Driada podía pasar, almacené la información en mi cabeza.

–Ya tuvimos suficiente –dijo la voz de la Driada alta, pero no podía verla porque estaba tras de mí–. Sus amiguitos estaban a punto de dar con ella.

Decir eso fue un error para ella, estaba ventilando información que me era útil. 

Así que los chicos habían estado cerca de encontrarme. Absorbí la mayor cantidad de paisaje mientras avanzábamos por si lo necesitaba para escapar, elaboré un mapa mental.

Esperaba que los chicos no hubieran sido capturados y estaba casi segura de que no era así, ya que si los tuvieran no se estarían tomando molestias en trasladarme a otro lado. Hice una oración para que no lograran capturarlos.

Casi podía imaginármelos, peleando contra los guardias y escondiéndose entre los pasillos, pero solo las Driadas podían atravesar las paredes, debían de haber encontrado alguna alternativa. Seguí observando todos los lugares por los cuales pasábamos, mientras las criaturas me jaloneaban y proferían algunos insultos.

De nuevo sentí una interferencia en la cabeza, esta vez más clara, tanto que logré captar el pequeño fluido de información.

¿Comprendes? 

Era la voz de Corvel, casi lloro de alivio, jamás había estado tan feliz de comunicarme con él y lo mejor es que las Driadas no parecían haber captado algo.

¿Corvel?

Margot, por fin ¿Dónde estás?

No tengo idea, me están trasladando ¿Están todos bien?

Tropecé con una raíz pero no llegué al suelo.

–Torpe –se quejó una Driada y oprimió mi brazo, creando un poco de dolor con ello. Me concentré en la comunicación.

Lo estamos, escucha, hemos burlado la seguridad sin problema grave, hemos visto a unas cuantas Driadas y las seguimos, van hacia unas celdas, supusimos que te trasladarían ahí y ahora me confirmaste lo del traslado.

Lo tengo. Le dije. Me costaba mantener la comunicación.

Iremos a buscarte después del traslado, pero en caso de que no te lleven ahí, recuerda esto, descubrimos que las paredes se atraviesan con sangre de Driada, solo tienes que herir a alguna y frotar la sangre en tu piel.

Correcto.

Eso es todo, mantén tu mente receptiva por si necesitamos comunicarnos.

Lo haré. Sin importar el agotamiento mental que eso conllevara. La comunicación se cortó.

Parpadeé y decidí cooperar, avancé sin resistirme al ritmo que ellas me imponían.

¿Qué haces cuando te sientes perdido?

...

Capítulo corto pero con mucha acción, he estado batallando para actualizar, pero tengan seguro que no dejaré de hacerlo, que pasen una bonita semana. 

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Atrapada entre sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora