No tardé mucho en ver a los cuatro regresar desde las profundidades de la cueva, pero la voz de Afrodita cuando los llamó no había sido fuerte como para que la escucharan, fue casi un susurro, solo podía pensar que por algún motivo estaban tan conectados que podían escucharla desde cualquier parte.
Ellos caminaban con la vista fija en la diosa, sin siquiera fijarse en detalles insignificantes como mi yo, sus rostros reflejaban adoración y supe que seguían sin reconocerme, se sentaron cerca de ella, Cameron demasiado cerca.
–Este es mi favorito –señaló a mi novio con sus ojos y él tomó su mano para besarla en el dorso.
Parecía que quería seguirme torturando.
–Déjame aclarar algo –estaba fastidiada–. Él es mi novio y si no fuera por la cosa rara que le hiciste al agua, ya se hubiera encargado de golpearte.
Ella se aclaró la garganta y después se levantó de donde estaba.
–Lo siento, es la costumbre –chasqueó los dedos de nuevo y aparecieron los diez subyugados.
Yo esperaba ver personas, pero los que acababan de aparecer eran seres demasiado extraños.
Todos eran de exactamente la misma estatura de aproximadamente dos metros, la piel de todos era entre el color normal de la piel y gris apagado, donde el rostro debería de ir, había dos cuencas con ojos vacios y una abertura para la boca, sus atuendos constaban de túnicas roídas y llenas de suciedad, todos se miraban fornidos y amenazadores.
–Alguna vez fueron humanos pero la verdad es que ni siquiera conozco sus nombres –miró a los subyugados y señaló a uno–. Tú, ve por un mapa del inframundo y tráemelo cuanto antes.
La manera en la que trataba a aquellos que algunas vez tuvieron familia, sueños e iluciones me pareció repugnante, como si solo fueran objetos.
A frodita Miró a mis compañeros que estaban sentados en las rocas planas, chasqueó sus dedos de nuevo–. Recuperen sus recuerdos y sus estados de mente natural.
Miré a Cameron sujetándose su cabeza y haciendo una mueca, como si pasara por algún dolor, luego parpadeó en repetidas ocasiones, restregó sus ojos y comenzó a ver a todos lados, de verdad estaba confundido.
Respiró ondo y después su mirada se enfocó en mí, abrió sus ojos en señal de sorpresa.
–Oh Dios, ¿Qué hice? –Se acercó rapidamente hacia donde yo estaba.
Yo había reaccionado diferente cuando volví a mi estado normal o eso recordaba.
–No pasa nada, no podías controlarlo.
– ¡Puse un cuchillo en tu garganta! –Se miraba atormentado, atónito–. Te amenacé.
–Está bien, Cameron, nadie puede culparte de lo que pasó.
Puso sus manos en mi rostro.
–No puedo creer que consideré hacerle daño a lo que mas quiero.
Su respuesta conmovió mi corazón.
–Está bien, estamos bien, no eras tu mismo, sé que jamás lo harías a propósito.
Unió su frente a la mía.
–Perdóname –respiró profundo–. De verdad perdóname por todo lo que te hice pasar, si te hubiera hecho algo, no podría vivir con eso.
–Tranquilo, aún si me hubieras dañado, no hubiera sido tu culpa, te quiero.
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Atrapada entre sueños
FantasyDespués de que Mar descubriera que no pertenece al mundo en el que siempre vivió los problemas comienzan a aparecer y deberá tomar duras decisiones que la hagan sellar su destino.