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     Después de un par de horas, la música se detuvo y el grupo que la hacía sonar se apartó para darle lugar a un nuevo conjunto, esta vez no eran solo los instrumentos, sino que tenían a dos personas que cantaban suavemente, las personas comenzaron a pasar hacia la pista, en esta ocasión no para platicar, sino para bailar, con una gracia extraordinaria.

Todos bailaban demasiado bien, con un ritmo hermoso, tanto que parecían sacados de una película antigua. 

La comida ya había sido servida y comida por la mayoría, había sido una pequeña porción pero tenía entendido que más adelante servirían otra cosa. Cameron apretó mi mano por debajo de la mesa para llamar mi atención, me acerqué a él para escuchar sobre la música.

–Vuelvo en un momento –me informó.

Asentí y después se apartó, lo vi levantarse y avanzar hasta donde supuse que serían los baños. Mordí mi labio y comencé a mover mi pie bajo el ritmo de la melodía.

Me dejé guiar por el sonido, con Toph y Micha por su lado y los agradecimientos ya terminados no me quedaba más que hacer.

La canción terminó por lo que la música dejó de sonar y Cameron llegó detrás de mí.

– ¿Me concedes la próxima pieza? Pedí la canción especialmente para nosotros.

Asentí, completamente distraída en su mirada como para hacer otra cosa, me levanté con su ayuda y me dejé llevar hasta la pista, en aquel momento ninguna canción había comenzado y las parejas de baile esperaban quietas o conversando a que se reanudara la música.

La verdad es que yo no sabía bailar, pero, ¿cómo iba a decirle que no cuando pidió la canción especialmente para nosotros?

Envolvió mi mano con la suya, posé mi mano libre sobre su hombro mientras el rodeaba mi cintura. Mi corazón bombeó descontroladamente contra mi pecho cuando me encontré con su mirada, sin duda él era lo mejor que me había pasado en muchísimo tiempo. 

La canción inició y nosotros comenzamos a movernos suavemente sobre la pista, todo lo demás se desdibujó, solo existíamos él y yo.

Intenté seguirlo torpemente al principio y no importaba que fallara al seguir los pasos, porque estaba completamente cómoda con él, Cameron no dio señal de reconocimiento a mis errores, pero era claro que los había notado porque yo fallaba mucho.

Aunque me sentía cómoda me di cuenta de que mi cara se puso roja debido al calor que sentí cuando lo pisé, él soltó una carcajada ante mi torpeza. 

Se inclinó hacia abajo y acercó sus labios a mi oído.

– ¿Hubieras imaginado esto meses atrás? –Su aliento golpeando contra mi piel–. ¿Imaginaste alguna vez que terminaríamos juntos?

No. 

Jamás lo imaginé, Cameron y yo habíamos tenido bastantes choques emocionales en el pasado, la mayoría de ellos eran poco amistosos, nuestras lineas de sangre estaban enemistadas y a pesar de eso, justo ahora, no podría concebir la idea de no estar juntos.

–Eres mi destino –le dije, insegura de que me hubiera escuchado.

Se apartó para verme a la cara mientras bailábamos con la música suave. Bajé la mirada, porque la emoción del momento me estaba abrumando.

–Mar, mírame.

Levanté la vista.

–Eres buena, valiente, hermosa, la chica más asombrosa que he conocido y te amo.

Atrapada entre sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora