⚡One Shots Harry Potter⚡

Muy pequeño (Sirius Black)

Estoy triste, hemos perdido a uno de los mejores profesores de Hogwarts. Hogwarts no es nada sin ti, Hagrid 💔

Espero que os guste esta historia, y que os anime aunque sea un poco.

Nos vemos <3

—Ese chico no para de mirarte T/N—me dijo mi amiga gritando en mi oído, pues el sonido de la música no nos permitía  hablar en un tono normal.

Tome un lento sorbo de mi vaso mientras giraba la cabeza, donde mi amiga me había señalado, y al verlo tuve un pequeño accidente y escupí lo que tenía en la boca, yendo a parar a los zapatos de mi amiga, tosiendo e intentando recobrar la compostura, me incorporé, mientras mi amiga me regañaba por manchar sus zapatos nuevos.

—Por dios Noah, pero si ese chico todavía está en Hogwarts— dije mientras señalaba el uniforme de Gryffindor que llevaban él y sus amigos.

—¿Enserio? El año pasado nosotras también ¿no lo recuerdas?— dijo ella riéndose de mi.

—Son Potter y sus amigos, los miradores o algo así, tan solo son un año más pequeños que nosotras, además todos son muy guapos, tu lo intentas con Black y yo con el que pueda— continuó Noah, agarrando mi mano y empezando a guiarme entre las personas hacia ellos.

—No, deberían estar ya en la cama, sino su madre les va a regañar, además podemos buscar chicos más guapos— dije parándome en medio de la pista y observando en todas direcciones, descubriendo que ninguno era ni la mitad de guapo que el melenas de Gryffindor.

—JAJAJAJAJAJJA, si por su madre te refieres a Mcgonnagal. Además ni que nosotras no nos hubiésemos escapado del castillo para salir de fiesta— dijo ella volviendo a tomar mi mano y por fin llegando a la mesa en la que estaban sentados los chicos.

—¿No deberíais estar en la cama?— dije de manera cortante al ver que ninguno hablaba, llevándome unas cuantas miradas de sorpresa y un codazo por parte de Noah.

—Si es contigo me voy ahora—dijo el melenas levantándose y colocando su mano en mi cintura atrayéndome a él, haciéndome oler su maravillosa colonia, por mucho que me echase para atrás todo en él me atraía, como un imán.

No sé en que momento pasó, pero Noah se quedó charlando con los amigos mientras el melenas, que ahora sabía que se llamaba Sirius, me llevaba a la pista de baile.

—¿Sabes? Puedes bailar y coquetear conmigo todo lo que quieras, pero no vas a conseguir nada Sirius— dije subiendo su mano, que se encontraba demasiado a gusto en mi trasero.

—Llevas volviéndome loco desde que te vi jugar tu primer partido de Quidditch, entonces supe que serías mi esposa ¿sabes?— dijo él re acomodando, con pesar, su mano en mi cintura y sorprendiéndome con su forma de bailar.

—Deberías seguir soñando, se te da muy bien— dije dándole un pequeño toque en la nariz, soltándome de su agarre y caminando hacia la mesa, donde se encontraba la bebida fresquita que tanta falta me hacía.

—Ni siquiera me das la oportunidad, ni una sola oportunidad, no creo que sea justo— dijo Sirius apareciendo frente a mi de repente, haciéndome chocar con su pecho y por lo tanto tirando mi bebida sobre nosotros.

Sirius dejó atrás su discurso de alma incomprendida y me persiguió hasta la salida de las Tres Escobas, donde saqué la varita y de un sencillo hechizo limpié mi ropa.

—¿Te has enfadado?....¿Te he hecho daño....? ¿Estás bien....? Por dios, que gilipollas soy, la he cagado muchísimo, lo siento, no sabía que habías.....— decía Sirius mientras me perseguía, siendo un completo pesado.

No sé porqué, no pude evitarlo, él no se callaba, y yo quería, bueno no, necesitaba que se callase, tomé su cara entre mis manos y lo besé.

—Ahora me has vuelto a manchar ropa— dije cuando nos separamos, pues él seguía manchado y mojado por mi copa.

—¿Eso significa que me das una oportunidad?— preguntó Sirius agarrando fuertemente mi cintura y abrazándome.

—Eres un poco mono ¿sabías?—respondí con una risa tonta mientras acariciaba su cara.

—Me lo pienso tomar como un sí— dijo volviendo a unir nuestros labios.