⚡One Shots Harry Potter⚡

Infiel pt2 (James Potter).

Durante los siguientes seis meses vivisteis juntos, mientras los tramites del divorcio finalizaban.

El aprovechaba cada momento para darte una rosa, dejarte un poema encima de la almohada, prepararte la cena, pero casi no hablabais.

Al principio se te hizo duro mostrarte tan fría con él, pero con el paso del tiempo te diste cuenta de que todo parecía igual que cuando no sabias de su infidelidad, tan solo compartíais unas cuantas palabras los fines de semana o cuando alguno se iba de compras.

-Voy a ir a ese supermercado muggle que te gustaba tanto, ¿Quieres algo?-te preguntó James entrando a la habitación donde tú estabas leyendo un libro.

-Sí, por favor, me hacen falta manzanas, ayer se acabaron-respondiste levantando la vista de tu libro.

-Vale, nos vemos en un rato-"cariño", "amor", "bb"... Echabas de menos sus apodos cariñosos estúpidos, pero bueno, seguro que en un futuro encontrarías a alguien mejor.

James ya había salido de casa cuando decidiste salir de tu habitación, llamaste a tu amiga, la idea de estar sola no te hacia gracia por lo que la invitaste a merendar.

-¿Quieres café?-le preguntaste a tu amiga cuando entro a tu casa.

-No, pero ya lo tendrás listo, mañana es el juicio, intentaras quedarte con la casa ¿No?-pregunto tu amiga sentándose en el sofá tranquilamente. La verdad es que sus preguntas me agobiaron un poco.

-Ya es mía, el chalet que habíamos comprado para cuando fuéramos a la playa es el que se ha quedado él-respondiste mientras cogías una de las tazas servidas y te sentabas junto a tu amiga.

Así pasasteis toda la tarde y parte de la noche, James volvió de comprar tan solo un par de minutos después de que tu amiga se fuese.

-Ya estoy en casa-saludo James entrando por la puerta y dirigiéndose a la cocina a dejar las bolsas de la compra.

-Hola, ya he cenado, tu cena esta en la nevera, en el tupet naranja-le devolviste el saludo mientras lo ayudabas a recoger la compra y cogías una manzana.

-Gracias, supongo que todo va a cambiar-dijo James apoyándose en la encimera.

-Si, supongo que algunas pequeñas decisiones desencadenan consecuencias horribles y no solo para el que lo ha provocado-ante tus palabras James agacho la cabeza.

-Quiero que me digas por que, ¿ya no te gustaba?, ¿no te daba lo suficiente?, ¿ ya no te pongo?, ¿dejaste de quererme?-preguntaste mientras te sentabas en uno de los sillones del saloncito e invitabas a James a sentarse en el otro.

-No, simplemente creí que ya no te gustaba, además revise tu teléfono, tus conversaciones con Edgar son muy comprometidas y habláis mínimo dos veces al día, mas de lo que hablábamos nosotros, me puse celoso-dijo mientras cogía asiento y se rascaba la nuca.

-Tendrías que habérmelo dicho, Edgar es el marido de mi amiga Pansy y como ella no tiene teléfono hablamos desde el de él-dijiste algo enojada.

- Tu poca confianza en mi es lo que nos va a llevar a el triste final de nuestra historia-sentiste como comenzarías a llorar por lo que te levantaste te despediste con la mano y te fuiste a tu nueva habitación, la de invitados.

A la mañana siguiente al despertarte te vestiste, aseaste y desayunaste, antes de ir a los juzgados a reunirte con tu abogado.

Cuando apenas faltaban quince minutos para que comenzase vuestra citación empezó a llegar gente: Edgar y tu amiga, tus padres, los padres de James, los amigos de James, familiares tuyos lejanos, amigos de la familia....

-¿Para que ha venido tanta gente? -le preguntaste susurrando a tu abogado.

-Ni idea, normalmente hay suerte si se presenta alguien a parte de los citados-reíste, en ese momento apareció el juez en el estrado y se encargo de callar hasta a las moscas, te pareció ver que le giñaba el ojo a James, pero serian imaginaciones tuyas.

El resto del día lo pasasteis allí, todo iba bien, el juez estaba a punto de dictar sentencia cuando James pidió la palabra.

-La he liado, lo admito, debí confiar en ti y preguntarte quien era Edgar, no debí de ponerte los cuernos, he metido mucho la pata en muy poco tiempo, pero yo te amo y por eso antes de que el señor juez diga que y no somos marido y mujer quería decirte-se arrodilló-¿T/N T/A quieres casarte conmigo? Vamos, solo será para el resto de tu vida T/N-todos los presentes en la sala empezaron aplaudir.

-Lo siento James, pero que siga teniendo sentimientos por ti no significa que pueda ser capaz de perdonarte. Lo siento-dijiste observando a la jueza, pidiéndole con tu mirada que dictaminase la sentencia, para así poder irte de allí.

Y así lo hizo, la jueza determinó que vuestro matrimonio había finalizado y ambos os fuisteis de ahí, tomando caminos y vidas separadas. Llorando por lo mal que había acabado vuestro camino juntos.