⚡One Shots Harry Potter⚡

Una nueva recluta (Fred Weasley).

Tus padres, eran unos de los mejores mortífagos de Voldemort te llevaron, junto a algunos compañeros tuyos de la escuela, a hacer la iniciación para ser un futuro mortífago.

Tus aprendizajes comienzan, eres bastante buena en todo, tanto en resistir hechizos como en lanzarlos.

Un día estabas con Snape, practicando la oclumancia.

-¿De verdad piensas que este es tu bando?-te pregunto el profesor.

-No, siempre pensé que ayudaría a Harry, pero la vida tiene otros planes para mi-dijiste melancólica, solo de pensar que lucharías contra el bando de tu novio, Fred, te partía él alma.

-Hay otra posibilidad, pero tiene que ser un secreto-de fijo él profesor apuntándote con el dedo, de una manera un poco amenazadora.

-¿Cuál?-preguntaste curiosa. Eso te había sonado como sonidos celestiales en el infierno, era tu posible salida a acabar reclutada por el señor oscuro.

-Yo, bueno soy un espía infiltrado de la Orden, necesitamos alguien joven que pueda darnos mas información sobre quien tu sabes-dijo él profesor algo nervioso, según el profe hablaba yo solo podía asentir, prefería arriesgar mi vida del bando correcto que seguir fingiendo en el equivocado.

-Sí, lo hare-dijiste convencida.

-Pero si no te he dicho nada, ni las ventajas ni las desventajas-no pudo continuar puesto que la habías vuelto a interrumpir.

-Lo haré, no me importa lo que sea, yo quiero al señor tenebroso a 10 metros bajo tierra-dijiste enfadada, por su culpa tu habías perdido a tu hermano, eso no se lo perdonarías.

-Vale, ahora necesito que durante esta semana consigas toda la información que te sea posible, el viernes nos encontraremos aquí de nuevo, para una supuesta clase de oclumancia, e iremos a informar a la orden-dijo Snape a modo de despedida mientras salía por la puerta.

Y así hiciste, durante toda la semana conseguiste toda la información que se te hizo posible y ese mismo viernes te apareciste en la casa de Snape.

-Aquí estas, ya es hora-te tendió la mano, la cual tu cogiste, lo siguiente que pudiste ver era que estabas en una casa algo sucia, estaba llena de polvo y telarañas, había un montón de gente reunida alrededor de una mesa.

-Severus-saludo un hombre, algo desaliñado, con él pelo por los hombros.

-Ya podemos empezar, entremos-dijo otra chica con él pelo morado.

Y así hicisteis, tú junto al resto de magos entrasteis en una habitación al final de una escalera, en la que se encontraba Dumbeldore.

Al entrar el viejo director te hizo una señal de que te sentaras a su lado, así hiciste, y la reunión dio comienzo.

-Esta planeando hacer algo en la escuela-dijo Severus mirando a Dumbeldore con preocupación.

-Si, va a mandar a Draco Malfoy, ha hacer una misión dentro de la escuelas- concretaste tu con los detalles que habías conseguido reunir.

-¿Tú también pequeña?-te dijo Remus, el que había sido tu profesor de DCAO hacia unos años.

Sabias de lo que te hablaba, era triste que tus propios padres te hubiesen mandado a ese infierno, pero no había tenido otra opción, era eso o la muerta. Cuando te diste cuenta la pregunta de Remus había sido contestada por Severus y ya debatían por otros temas.

-¿Cual es esa misión T/A? SÉ que lo sabes-te dijo Dumbeldore en susurro.

-A...asesinarle, quieren asesinarle profesor-dijiste con la voz temblando, sabias que Draco no seria capaz de hacerlo, pero las ordenes del señor tenebroso eran claras.

-Muchas gracias jovencita-te dio unas palmaditas en la espalda y dio por terminada la reunión.

Snape te dijo que os quedaríais a cenar.

De repente oíste como si una estampida bajara por la escalera, cuando salisteis de la sala de reuniones.

Viste a Harry correr hacia uno de los hombres que habían estado en la reunión, el del pelo largo, se abrazaron. No sabias que estaría allí, giraste la cabeza con intención de ver quien mas bajaba por esas escaleras, pero un "pop" te hizo girar la cabeza

Los gemelos Weasley se habían aparecido a los lados de una mujer pelirroja que parecía ser su madre, a la que asustaron.

George empezó a reírse y se retiro hacia un lado, pero Fred clavo la mirada en ti, se acercó y te besó.

Sabias que a partir de ese momento seria todo mas difícil, habría momentos de duda y en los que querrás tirarlo todo por la borda, pero si algo tenias claro era que querías a Fred y que sería lo único que no cambiaría.