Capítulo 8

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LISA POV:

Mientras estaba en mi posición al lado de la camioneta negra tracé un plan A y uno B, no podía fallar, no otra vez.

Dispararles ahora sería muy arriesgado, intervenir también así que opté por causar un pequeño accidente para detenerlos y llegar hasta el Audi Q5 por mi cuenta sin llamar la atención. El plan ya estaba hecho y estaba segura que tratarían de secuestrar a Roseanne para poder usarla contra su padre en chantajes por libertad.

Aceleré un poco más hasta que llegué delante de la camioneta negra bajando la velocidad, estaba retrasando su plan y eso quería lograr, intentó sobrepasarme pero los detuve. Vi como el Audi Q5 acelera más y se perdía en el horizonte hasta que se dificultaba la visión pero no era suficiente. Aceleré y aquella camioneta negra también, seguí deteniendo el paso hasta que vi mi oportunidad perfecta, bajé la velocidad hasta que salí del carril.

Lo último que escuché fue un choque entre dos autos y mi motocicleta subir su velocidad, al voltear pude ver como la camioneta estaba incrustada en otro auto. Plan A perfecto.

Busqué la camioneta de Park hasta encontrarla yendo a velocidad, estábamos cerca de la mansión.

Al llegar a la mansión pude ver que la seguridad subió, había hombres en las puertas y alrededor de la mansión. Supuse que habrían avisado al llamar a Jisoo e informarle. Llegué, estacioné la motocicleta y quité el casco que ya empezaba a molestarme debido a la presión de las correas.

-¡Lisa! –Llamarón– ¿Estás bien?

Fijé mi vista en la voz y pude ver a Jisoo con cara de preocupación corriendo en mi dirección con el arma en su mano derecha.

-Estoy bien, tranquila –sonreí– no tengo ninguna bala incrustada –bromeé–

-Menos mal –dijo riendo– no quiero verte en un cajón –me guiño–

Apreté la mandíbula al escuchar esa frase, tan conocida para mí pero ignoré todo vestigio de dolor, no era momento de ponerse débil. Dejé el casco y empecé a caminar con dirección a la mansión donde estaban Roseanne y Jennie bajo resguardo de la seguridad. El señor Park estaba caminando de un lado a otro hasta que me vio entrar por la gran puerta de metal.

-¿Quiénes eran? –Pregunto al verme cerca–

-No pude ver quiénes eran pero si la marca del auto junto a la identificación –respondí–

Park asintió y empezó a hacer llamadas para buscar la identificación de la camioneta.

-Quiero que cuides a Rosé todo el día y si es posible no te separes de ella –demandó con preocupación–

Asentí para luego ir a mi habitación junto a Jisoo que sonreía en mi dirección.

ROSÉ POV:

-Deberías disculparte –susurró Jennie viendo su celular–

Bufé ante el comentario, tenía razón pero no sabía cómo sin ponerme nerviosa ante la presencia de Lisa. Joder era tan linda y sus ojos, no podría verla de nuevo sin quedarme absorta en ellos.

-Lo haré ahora antes de que me acobarde –dije para luego salir de la habitación–

Me encaminé hasta el cuarto de los guardaespaldas pensando en cómo me disculparía sin parecer una niña frente a ella. Revisé mi atuendo y me maldecí por no cambiarme de pijama, estaba con un buzo algo holgado y una camiseta súper ancha con la frase "SHIT" en grande.

Borré todos los pensamientos sobre mi pijama y me acerqué a la puerta dispuesta a tocar pero me detuve al escuchar el interior.

¡Oh joder Jisoo!

No hagas tanta bulla, lo haré despacio.

¿Qué demonios estaba escuchando? Mi mente imaginaba cosas que mi corazón no quería aceptar.

Hazlo despacio por favor que duele...

Lo haré suave, como siempre.

Mi cara se puso roja al escuchar eso y pensé en el peor escenario posible, quería irme pero mi mente no reaccionaba y mi corazón pedía interrumpir el momento. No sé en qué momento empecé a tocar de una manera no tan sutil para ser escuchada.

Al abrirse pude ver como Kim se mostraba en short de pijama, polo blanco básico de tirantes y la frente sudorosa, detrás de ella en la cama estaba Lisa apoyada en sus codos con cara de dolor y en prendas cortas.

-Vengo a hablar con Manoban –dije tratando de sonar firme–

-Manoban, es la señorita Jauregui –dijo ella volviendo a la habitación–

Pasé saliva cuando se fue pero luego volví a parar en seco con la imagen de Lisa en short, polo negro y descalza en la puerta con mirada interrogante.

-Buenas noches señorita, ¿sucede algo? –preguntó en tono formal–

Me quedé absorta en sus ojos hasta que me centré en su voz.

-Eh, sí –estaba nerviosa, joder– vengo a... –sentía mi cara arder– espero no haber molestado –terminé con un nudo en la garganta–

-No interrumpió nada señorita –dijo ella con confusión– ¿Necesitaba que la acompañé a algún lado? –Preguntó por segunda vez–

-No, no, no –negué nerviosa– solo quería disculparme –me rasqué la nuca–

-Está bien señorita –aceptó ella–

-Buenas noches –me despedí y salí de ahí–

JISOO POV:

-Alguien está espiando detrás de la puerta –susurré con una sonrisa–

Vi como Lisa cerraba la puerta y se sentaba en su cama con una leve cojera.

-No es nuestra culpa que piense cosas que no son –respondió alzando los hombros–

Subió su extremidad inferior en la cama masajeando de arriba abajo.

-No lo haría si fueras silenciosa –contesté levantándome de la cama–

-Tú eres pésima en los masajes –acusó–

Me puse delante de ella apretando su pierna adolorida pasando los pulgares en forma circular para luego alzar su pierna y que la sangre circulara.

-Los calambres siempre duelen –respondí riendo–

Al día siguiente todo fue más agitado pero puse más atención en Roseanne, había algo que me llamaba la atención y era que cada vez que Lisa reía conmigo ella nos miraba detenidamente sin despegar sus ojos de ella. Mi teoría podría ser algo descabellada pero si no conociera el pasado de Lisa diría que Rosé está enamorada de ella.

Ignoré las miradas para centrarme en mi amiga, en un mes sería una fecha no tan bonita para ella.

-30 días –susurré a su lado–

-Lo sé, me cuesta creer que ya pasó 5 años desde ese día –contestó ella con un pequeño suspiro–

-Al menos ya no te veo llorar en tu cama y eso es bueno –respondí con una sonrisa–

-Lo es –sonrió–

Vi como ella se alejaba en dirección a la camioneta donde transportaría a la pareja de amigas, sonreí al recordar cómo conocí a Lisa. Algunas personas no tienen la culpa de lo que pudo pasarles en un pasado y ella era una de ellas.

Guardaespaldas Manoban | ChaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora