Guardaespaldas Manoban | Chaelisa

Capítulo 53 + Capítulo 54

ROSÉ POV:

El llamado de la enfermera me despertó, al despertar me percate que estaba al lado de Lisa. La enfermera parecía avergonzada, así que bajé de la camilla y le di una sonrisa para tranquilizar el ambiente. Vi como revisaba sus signos vitales, me dijo que la hora de visita ya terminaba así que tuve que despedirme de mi prometida.

Al salir del cuarto pude ver a Teddy hablando con unos de los policías, me acerqué para obtener información pero dejaron de hablar apenas llegué.

–¿Sucedió algo?

La cara de Teddy parecía descompuesta, como si estuviera enfermo pero a la vez guardaba ira en su interior, podía sentir toda esa fuerza emanando de él.

–Necesito hablarte de algo, esto es difícil para mí...

Su respiración se volvió irregular, empezó a moverse de forma nerviosa y no su voz estaba entrecortada. Entonces lo entendí, sabía que abusaron de ella.

–Teddy, tranquilo, ya lo sé. El doctor me lo dijo...

Me miró por un momento, parecía sorprendido pero luego su expresión cambió a una de tristeza total. Sus lágrimas se hicieron presentes, se sentó en un sillón cercano y empezó a llorar. Nunca lo había visto tan vulnerable.

–Ella no merecía tal daño, ella no lo merecía...

Me senté a su lado y lo abracé, su llanto siguió y yo pude resistir más. En medio de nuestro abrazo las lágrimas se liberaron, desahogando todo el dolor contenido.

–Los encontraré Rosé, los voy a encontrar y pagarán por lo que le hicieron.

Asentí con lágrimas en los ojos, ambos sonreímos.

–¿Cómo está? –preguntó sin mirarme, seguía llorando–

–El doctor dijo que se recuperará, no es grave. Solo necesitará terapias.

Asintió limpiando las lágrimas que quedaban, hice lo mismo. Su celular empezó a sonar.

–Aquí Park. Si, traiganlos al hospital. Quiero que vengan acompañados por dos guardaespaldas. Estaré atento.

Mi rostro de curiosidad hizo la pregunta.

–Están trayendo a Luca y Leandro, llegarán en 10 minutos.

Me puse feliz de poder volver a verlos, me disculpé con Teddy y fui al baño para poder arreglarme. Necesitaba ser fuerte para ellos.

LUCA POV:

La noche anterior mi madre no había vuelto, supuse que tendría algo que hacer pero se me hizo muy raro que no me explicará a donde iría. Siempre que salía le pedía a Matt, un amigo del trabajo, que se quedara con nosotros. Era muy divertido pasar tiempo con él, Leo solía pedir que jugarán a las carreras mientras que yo me la pasaba en mis videos juegos. Siendo las 7:00 de la mañana, me desperté, hice mi aseo personal y luego baje a la cocina esperando ver a mi madre como siempre y darle los buenos días. Ella no estaba ahí, en su lugar estaba Matt con la mirada pérdida y un vaso de agua en su mano. Parecía muy pensativo.

–Matt, buenos días, ¿has visto a mi madre? No llego a dormir y como sigues aquí supongo que se comunicó contigo, ¿verdad?

Al escucharme me miró, tenía la mirada triste, como si fuera culpable de algo. Me preocupé.

–¿Le pasó algo?

Suspiro y me lo dijo.

–Lo siento Luca, tu madre está en el hospital.

Lo que pasó después fue todo muy confuso y rápido. Sin darme cuenta tenía a Matt corriendo detrás de mí con mi hermano en brazos. Estaba tan ansioso por saber que pasaba, la noche anterior tuve un mal presentimiento y temía lo peor.

–Ya perdí a papá, no perderé a mi madre.

Me repetía una y otra vez, cruce la calle sin mirar, escuche carros frenando y un claxon muy fuerte. No me importa. Cruce y llegué al hospital.

–Señorita necesito información sobre Lalisa Manoban, es mi madre.

La recepcionista parecía sorprendida por verme solo, se levantó y busco a alguien que viniera conmigo.

–Señorita por favor, ¡es mi madre!

–Yo vengo con él, soy seguridad de los hermanos Manoban.

Matt estaba detrás mío mostrando su identificación de guardaespaldas. La recepcionista al verlo, nos dio el piso y la habitación de mi madre. Apresuré el paso sin correr por respeto a los demás pero una vez dentro del elevador presione el botón varias veces.

–Luca, cálmate.

Lo miré incrédulo, ¿Cómo pedía que me calme? Mi madre estaba en el hospital, no sabía su estado de salud, perdí a mi padre hace poco y pedía calma. No podía. Ella era lo único que me quedaba en el mundo, pasé 12 años solo, no quería volver a estarlo.

–No pidas imposibles Matt.

Al llegar al piso indicado me encontré con Teddy, tenía la mirada triste y los ojos llorosos, me dolió verlo así. Pero más me afectó ver a Rosé. Ella había hecho sufrir a mi madre, el recuerdo me invadió así que no quise mirarla.

–Luca, ¿Cómo estás? –preguntó Teddy con voz cálida–

–¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué mi madre está en el hospital? –abatí de preguntas al hombre de ojos cafés, mi ansiedad se agradaba–

Él miró a Rosé como buscando apoyo pero yo no quise verla, escuche suspirar a la ex de mi madre, al parecer iba a hablar pero mi hermano interrumpió el momento al pedir que lo abrazara.

–Rosé, ¿Por qué mamá está en el hospital? –Pregunto el castaño triste– ¿Se irá con mamá Jennie?

Aquel comentario me llamó la atención, mi mirada estaba confundida y por primera vez vi a Roseanne. Ella veía expectante a mi hermano, le dio un abrazo y susurro algo en su oído. ¿Qué sabía ella que yo no?

–¿Alguien me contara que está sucediendo? –pregunte impaciente–

Después de mi pedido, Teddy pidió a Matt junto con su compañero que recién había llegado vigilar el pasillo que daba al cuarto de mi mamá. Me llevo a uno de los sillones y me explico lo que había pasado, sentí la ira crecer. Pero más cuando vi a mi hermano hablar con Rosé de lo más normal.

–¡TÚ ERES LA CULPABLE! –Grite con fuerza y los ojos cristalizados– ¡SI NO HUBIERAS REGRESADO ELLA ESTARÍA CON NOSOTROS! ¡¿COMO TE ATREVES A HABLAR CON MI HERMANO SABIENDO QUE LASTIMASTE A SU MADRE?!

Quise acercarme y recriminarle todo lo que había pasado, la ira estaba en todo mí ser. Teddy me detuvo pidiendo que me calmara pero no escuchaba, solo quería que ella se fuera del lugar porque su sola presencia me molestaba de sobre manera.

ROSÉ POV:

Escuchar a Luca me golpeó tan fuerte. Quería llorar, quería pedirle perdón porque sentí que tenía razón. Si yo no hubiera vuelto a su vida nada de esto hubiera pasado, si me hubiera quedado en Tailandia lejos de ella...

–Rosé, ¿por qué mi hermano dice eso? –Pregunto el castaño– ¿Tú lastimaste a mamá?

Mis lágrimas corrían por mi rostro, su mirada clavada en la mía, Luca discutiendo con Teddy de fondo y mi corazón doliendo como el infierno.

–Perdóname Leandro...

Lo dejé sentado en mi lugar y salí del lugar. No podía quedarme ahí, no después de escuchar las acusaciones del hijo mayor de mi novia. Llegue hasta las afuera del lugar y llore, me permití desahogarme frente al hospital donde Lisa estaba postrada en cama y me atribuí toda la culpa. Yo era la culpable de lo que pasó.

–Siempre pensé que nunca te vería llorar y mira, ahora lo estoy viendo.

Reconocí la voz pero no quise responder, no tenía fuerzas para hacerlo.