LISA POV:
Tenía un lío en la cabeza después de todo lo que me había contado Teddy pero no me esperaba la muerte de Bam Bam. Sentí mi mundo pararse, mi corazón doler y mi mente bloquearse. No estaba lista para esta noticia.
–¿Lisa? ¿Me escuchas?
Su voz sonaba tan lejana, mi vista no podía enfocarlo, las lágrimas empezaron a nublar mi campo de visión.
–¡Young-ho! ¡Trae agua por favor!
Escuché pasos apresurados y sentí un líquido frío ingresar por mi boca, bebí y empecé a llorar. No podía ser cierto, no era cierto.
–¡Mamá! ¿Estás bien? ¿Qué le pasa?
Escuchar la voz de Luca me hizo reaccionar, mi dolor no importaba ahora, quién sufriría más iba a ser mi pequeño. Apenas nos había recuperado y ahora perdió a su padre. Esta vista estaba siendo muy injusta.
Abracé a mi hijo lo más fuerte que pude y balbuceé que me perdonara por no darle la familia que deseaba. Daría cualquier cosa por no tener que darle la triste noticia.
–Lisa... –su voz era suave– tienes que calmarte primero –pidió con tristeza– tomate tu tiempo y piensas las cosas.
Asentí soltando a Luca y respirando profundamente. Necesitaba pensar en cómo decirle a mi hijo mayor que su padre había fallecido, que lo había vuelto a perder y esta vez para siempre.
–¿Mamá? –la voz de Leo se hizo presente–
Limpié mis lágrimas y volteé a verlo, tenía sus ojitos cristalinos, signo de que iba a llorar. Lo mantuve entre mis brazos y susurré palabras para calmarlo, hizo preguntas pero no podía responderlas ahora. Mi mente no estaba bien.
Pasaron minutos, que sentí como horas, para poder calmarme y contárselo a Luca. Tenía que decirle la verdad pero no quería sonar cruel, necesitaba ser suave. No quería que se alejara de mí, no lo soportaría. Antes de poder hablar, salí de la habitación en busca de Teddy. Tras encontrarlo pedí explicaciones sobre la muerte de Bam Bam, ¿Cómo murió? ¿Por qué? ¿Quién fue?
Él negó con la cabeza y alegó que no era momento para entrar en detalles pero insistí, necesitaba saberlo. Una vez convencido me explico todos los detalles, mi corazón dolía al saberlo y no sabía cómo lo tomaría Luca.
–Al parecer fue una falla en su respirador artificial pero no están seguros porque esos aparatos son casi seguros es muy poco probable que suceda esas cosas. –dijo confundido–
–¿Qué quieres decir? ¿Fue un homicidio? –pregunte secando mis lágrimas–
–Nada está descartado y tú lo sabes. No sé si sea buen momento para comentarte lo que sucedió con Junhe y Roseanne –soltó abatido, parecía en conflicto–
–¿Qué tiene que ver Lauren en todo esto? –pregunté buscando su mirada, me estaba evitando–
Hubo un silencio y antes de que volviera a preguntar, él pareció darse cuenta de mi pedido no dicho.
–Intentó dispararle a Junhe –dijo sin más–
*
Volví a la habitación donde estaban mis hijos. Luca tenía 12 años y podía asimilar de una mejor forma la pérdida de su padre pero Leo apenas tenía 7 y no quería causarle un trauma, aunque haya disfrutado muy poco a Bam Bam le había agarrado un cariño especial.
–Lisa –llamó Teddy desde la puerta– es mejor decírselo a los dos.
Asentí con una profunda tristeza, esto no terminaría bien.
–Mamá... ¿Qué sucede? ¿Por qué todos actúan raro?
La confusión de Luca hizo doler mi corazón, jamás perdonaré al culpable.
–Quiero que me escuchen, esto es muy difícil para mí... Necesito que ambos sean fuertes, que no se dejen derrumbar. Llorar está bien y pueden hacerlo pero no rendirse.
Ambos asintieron.
–Luca, tu papá falleció... –dije con un nudo en la garganta– aún no sabemos cuál fue el motivo...
Mi hijo empezó a llorar, sus lágrimas eran gruesas y dejaban el surco en sus mejillas. Bajo la mirada y me sentí la peor madre por dar la noticia.
–¿Bam Bam se fue al cielo con el abuelo?
Leo habló y asentí con tristeza, sus lágrimas empezaron a salir. Abracé a Luca que no me devolvió el abrazo. Mi corazón se estrujo.
–Mamá dime que es mentira... dime que papá vendrá a vernos...
Mi mundo acabó ese día.
–Desearía hacerlo hijo.
ROSÉ POV:
Después de una desintoxicación por parte de mi abogado que consiste en beber 7 botellas de agua, un café cargado y una ducha fría pude salir de la celda y encontrarme con el encargado de hacerme el interrogatorio. Era un policía alto, de tez canela, cabello negro y ojos marrones estaba bien uniformado y con su placa adherida al cinturón. Me senté mirándolo fijamente y mi abogado ocupó el asiento a mi lado. Empezamos con preguntas banales como "¿conocía al reo?" "¿de dónde?" "¿desde cuándo?" "¿eran amigos?" y esas preguntas para construir la base del informe. Cuando llegamos a las preguntas acusatorias empecé a cansarme, él era el culpable y me tenían encerrada escuchando tonterías.
–Entonces usted intentó matarlo por venganza, porque sabía que él era un trabajador que tuvo que ver con la muerte de su padre.
Reí por esa ocurrencia.
–Ya le dije oficial, Junhe me mantuvo amenazada mucho tiempo y ahora lo está volviendo a hacer, puede buscar en el departamento las pruebas.
–¿Cómo sabemos que esas pruebas estaban ahí desde antes? Puede que usted haya sembrado la evidencia.
–¡Oh claro! –conteste irónica– tengo poderes telepáticos para mandar a desconocidos a mi departamento sin mis llaves a plantar evidencia porque no tengo otro medio de comunicación.
–Tiene a su abogado.
–Puede preguntarle a cualquier policía de la estación, mi abogado estuvo conmigo desintoxicándome por la alta cantidad de alcohol en mi cuerpo.
El oficial pareció dudar de mí pero no tenía nada que ocultar, estaba diciendo la verdad.
–Entonces... ¿Por qué dispararle? ¿Por qué no lo denuncio con las autoridades?
Sus brazos estaban rectos en la mesa como columnas y su mirada era acusadora. Respiré hondo y respondí de manera calmada.
–¿Cree que no lo hice? Ustedes no hacen bien su trabajo, mi padre falleció por su culpa. Ese hombre está amenazando con matar a mi prometida y sus hijos si no retiró los cargos y ¿ustedes que hacen? Me traen para interrogarme cuando debería estar en un vuelo a los Estados Unidos con mi prometida e hijos.
El oficial mantuvo silencio y pareció pensarlo. Mi abogado intervino alegando que el interrogatorio ya había terminado y que no necesitaba nada más de mí. El oficial asintió y nos retiramos de la oficina.
–Menudos ineptos, harán que nos maten.
–Estuviste bien, sigue con el perfil bajo para que no te vuelvan a encerrar por desacato.
Voltee los ojos y suspire, debería estar al lado de Lisa y no respondiendo preguntas innecesarias.
–¿Podré viajar a EE.UU? –pregunté esperanzada–
–Todo depende de lo que decidan, no te adelantes a los hechos.
Asentí con tristeza, sabía que ella me necesitaba.
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Guardaespaldas Manoban | Chaelisa
Fanfiction"La vida siempre tendrá matices, algunos claros otros oscuros pero nunca se estancará en un solo color. No es fácil, hay obstáculos que ponen a prueba nuestra resistencia para seguir pero también hay momentos donde cada uno de esos impedimentos habr...