Capítulo 37

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ROSÉ POV:

Luego de jugar un largo partido de fútbol llegamos a la casa para nuestro baño reconfortante. Sola en la bañera mi mente seguía atormentándome con escenas de la familia de Lisa siendo felices con su hijo perdido, mi corazón dolía con cada escena creada. Luego del baño con la lucha interna salí para poder cenar y me encontré con Leo sentado en mi cama, ya estaba con su pijama así que Sam estaba aquí.

–¿Puedes llamar a mamá?

Mi cara fue de sorpresa absoluta, Lisa no me había hablado desde su viaje y yo tampoco intente entablar conversación alguna. ¿Estaría mal llamarla? ¿Me contestaría? ¿Estaría con él? Pero es por su hijo, ¿igual contestaría?

–¿Rosé? ¿Estás bien?

–Sí, no te preocupes por mí...

–Entonces... ¿Puedes llamarla?

–Me cambio y la llamamos, ¿te parece?

El pequeño oji marrón asintió con una sonrisa y se retiró para luego dar cabida a mi angustia. No quería pensar que estaba con BamBam ahora y su hijo siendo la familia feliz que siempre deseo tener.

Elimine cada pensamiento y decidí cambiarme con algo holgado para luego bajar al cuarto principal.

–¿Puedes llamar a mamá? Por favor –insistió nuevamente–

Asentí y temblorosa marqué aquel número tan conocido para mí. Esperé los 3 timbres antes de que una voz masculina contestara el teléfono.

–¿Hola?

Esa voz no era de BamBam y mucho menos de Lisa, ¿quién tiene el celular de Lisa? Mi mente empezó a crear más escenas.

–¿Quién eres? –pregunte molesta–

–¿Quién eres tú? –respondió la voz–

–Soy la prometida de Camila –solté con enojo–

–¿Quién es? –la voz de Camila se hizo presente–

–¿Tu prometida? –la chica respondía confundida–

Las voces sonaban fuera de línea así que luego de un momento la voz de mi prometida se hizo presente en su totalidad.

–Rosé, ¿pasó algo? –parecía asombrada–

–¿Con quién estás? –pregunte con la pequeña llama de celos creciendo en mi interior–

–Con Jisoo –respondió con burla–

Mi cara se sonrojó al máximo, estaba con su mejor amiga y yo había hecho una escena innecesaria.

–Leo quiere hablar contigo...

–Ponlo en línea por favor.

Dejé al niño hablando con Lisa mientras respiraba para bajar el color de mis mejillas, qué vergüenza había pasado.

*

–Hola de nuevo... –respondí nerviosa–

–Hola Rosé...

Su risa llegó hasta mis oídos y fue el mejor sonido que tuve en toda la noche, al final seguimos bien.

–¿Cómo está todo? –pregunte con una sonrisa–

–Pudo ser mejor...

La voz de Lisa se notaba apagada y triste. ¿Acaso Luca los había rechazado? Quería saber por qué estaba así pero no me sentía en el derecho de preguntarle por algo tan delicado.

–No te quedes callada, sé lo que estás pensando –su voz sonó con tanta calma que me sacó de mi trance–

–Lo siento, no quiero incomodarte...

–Nunca lo haces Rosie.

Guardaespaldas Manoban | ChaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora