Guardaespaldas Manoban | Chaelisa

Capítulo 32

Maratón 2/3

ROSÉ POV:

Después de 2 días de trámites y entierros correspondientes volvimos a Tailandia. Lisa había estado algo callada pero no comenté nada por la relación de sucesos tan parecidos con su pasado, quizás volvió a recordar el accidente de sus padres.

–Por fin en casa –el atardecer tailandés nos daba la bienvenida desde pequeña ventana a mi lado–

–Es bueno verte mejor –susurró mi prometida tomando mi mano–

Luego de buscar nuestras maletas pedimos un taxi con dirección al departamento de Lis donde nos esperaba un sonriente Leo.

–Hola campeón –salude al pequeño con un Hi5–

Leo corrió a los brazos de su madre quien lo cargó y lo llenó de besos, por un momento imaginé como sería con nuestro hijo o nuestra hija. Inconscientemente empecé a jugar con mi anillo de compromiso mientras sonreía.

–¿Qué imaginas amor? –preguntó Lisa dejando un beso en la comisura de mis labios–

–A nuestra familia –susurré con una sonrisa–

Ella me regaló una sonrisa hasta que su celular comenzó a sonar. Atendió la llamada retirándose mientras yo jugaba con Leo.

–¿Quieren cenar afuera?

Luego de oír la afirmación de Leo con saltos y risas nos cambiamos para poder ir al puesto tan familiar de los Manoban, era un pequeño puesto con decoraciones coloridas y olor delicioso.

–¡S̄wạs̄dī li s̀ā! –Sam en perfecto tailandés saludó a Lisa–

– S̄wạs̄dī pĕn ngị b̂āng –amo cuando hablaba tailandés–

–Tratando de hacer que Mon dejé de ser suave con nuestro hijo y que siga una carrera pero no puedo con mi esposa.

Lisa empezó a reír y supuse que era por alguna broma entre ellas pues aun no dominaba del todo el tailandés.

–Sam dice que es gobernada y que su hijo no quiere estudiar –tradujo Lis con pequeñas risitas–

Leo empezó a soltar risitas como su madre y fue lo más tierno que había visto, eran tan parecidos. Tenían la misma forma de reír y taparse la boca por la vergüenza de reírse así.

–Espero que estudie pronto –respondí con una sonrisa–

Lisa tradujo lo que dije y ella agradeció juntando sus manos, solté una pequeña risa y luego vi a Sam desaparecer con el familiar grito de Mon.

–Aun no puedo creer que hayan creado un platillo en mi honor –dije mirando la pequeña carta improvisada donde aparecía mi apellido–

–Tus exigencias dieron frutos y ganancias, Sam dice que muchos turistas piden el "Especial Park" –respondió con una sonrisa burlona–

–Soy creadora de platillo famoso con menos tiempo comiendo aquí y tu nada, deberías tener uno –respondí burlesca–

Mi prometida imitó su pose de indignación y Leo empezó a reír, el ambiente estaba ameno con nuestras risas y pequeños retos entre nosotras.

–3 especiales con mucho amor para nuestra familia favorita –vociferó Mon para luego desaparecer cantando–

–Amo su personalidad –respondí luego de darle el primer bocado a mi famoso plato homónimo–

–Dones de estrellas –respondió Lisa con una sonrisa presumida–

Puse los ojos en blanco para seguir comiendo mientras que Leo se manchaba los dedos de crema.

–Cariño, come despacio –reprendió Lisa– vas a manchar tu...

Una gran mancha roja apareció en el polo blanco de Leo creando una expresión de tristeza y culpabilidad.

–Ropa –terminó la frase con una pequeña sonrisa– ¿Qué haré contigo Leandro?

–Lo siento mamá –respondió con un pequeño puchero que robo mi corazón–

–Vamos a lavar eso, no quiero ver la bandera de Japón en tu polo.

Reí con la ocurrencia de Lisa mientras ella llevaba al pequeño a lavarse. Seguí comiendo hasta terminar y limpiar mi lugar con la servilleta que me quedaba. Oí un celular sonar y verifique que no era el mío para luego darme cuenta de que Lis dejó su celular en la mesa.

Decidí revisar quién era pues los mensajes eran insistentes, al desbloquear el aparato me arrepentí de inmediato.

LISA POV:

Regresé con Leandro en brazos y un polo manchado a más no poder, esa salsa se quedaría por mucho tiempo.

–No salió la mancha así que se quedara como la bandera de Japón –respondí con una broma al ver a Rosé seria–

–Necesito hablar contigo. –Dijo Rosé con molestia en su voz–

Me tensé al oír eso, hace unos minutos estábamos bien, ¿Qué había pasado?

–¿Pasa algo? –pregunte preocupada–

Rosie se levantó sin decir palabra alguna obligándome a seguirla dejando instrucciones a mi hijo para que no se moviera del lugar.

–¿Rosé qué sucede? –pregunte totalmente confundida–

–¡SUCEDE ESTO LISA!

Extendió mi teléfono en mi rostro dejándome ver como Bambam me escribía sobre mi viaje a Corea para poder conocer a nuestro hijo y procesar sus papeles de adopción con una estúpida declaración de familia feliz.

–Puedo explicártelo... –trate de explicarme con un nudo en la garganta–

–¿Por qué no me dijiste que tu hijo estaba vivo? –su voz sonaba decepcionada y mi corazón empezó a estrujarse–

–Quería estar segura, no quería crear un ambiente incómodo... –sentí mi corazón encogerse–

–¡LO ES AHORA! –su grito salió roto con un pequeño llanto–

–Rosie por favor, escúchame... –mis lágrimas empezaron a salir–

–¡Me mentiste! –su llanto era libre–

–¡Yo no sabía que mi hijo estaba vivo! –mi llanto salió junto con la respuesta– Aún no sé cómo procesarlo y necesito hacerlo primero antes de hablar contigo –mi catarsis había empezado– No sé cómo reaccionar porque ya tengo Leandro y no es fácil contarle a tu hijo de 7 años que su hermano del cielo ahora está en la tierra, las cosas no funcionan así Roseanne. ¡PERDÍ A MI HIJO HACE 12 AÑOS! ¿Sabes lo que es perderse el 12 cumpleaños de tu hijo? ¿Sus primeras palabras? ¿Sus primeros pasos? ¿Su primer día de escuela? ¿Su primer problema real? No sabes lo que se siente porque no eres madre y nunca podrás entenderme.

Mis lágrimas salían calientes y mi corazón empezó a bombear sangre con lentitud, sentía como mi mundo se detenía por un momento.

–Tienes razón, nunca voy a entenderlo, pero tampoco nunca entenderás qué se siente competir contra una familia y un pasado que siempre te unirá a Bambam.

Lo último que vi fue a Rosé yendose de mi lado antes de perder la conciencia.