Guardaespaldas Manoban | Chaelisa

Capítulo 31

Maratón 1/3

1 semana fue suficiente para quitarme todo lo que tenía. Me mudé a Tailandia para estar con la mujer que amo, tenía en mi dedo anular un hermoso anillo de compromiso que cargaba la promesa de una vida feliz pero el destino no lo quiere así.

–Nuestro vuelo sale en 3 horas –la voz de mi ahora prometida cargaba mucha pena, quería llorar– es mejor irnos ya...

–Puedes llorar conmigo Lisa, no te hagas la fuerte –pedí con dolor mientras me abrazaba a mí misma–

Sentí los brazos de mi novia rodearme y romper en llanto junto conmigo, yo perdí un padre y ella a su héroe. Me quedé sola en el mundo al igual que ella, ya no tenía a nadie más. La vida me estaba dando el ejemplo viviente de lo que sintió Lisa años atrás.

–Lo siento tanto Rosie... –su voz estaba quebrada– nunca quise este dolor para ti...

–Ahora sé lo que tú sentiste... –susurré con ternura–

Nos quedamos abrazadas hasta que oímos la puerta sonar, era Leo con su pijama de planetas y pantuflas de peluche.

–Mamá ¿me lees el cuento para dormir? –Pidió con su voz adormilada–

Lisa se separó de mí dejando un beso en mi frente y desapareció de la habitación con Leandro en brazos, ella era una excelente madre.

Al estar sola pude recordar todas las desgracias que me pasaron, la muerte de mi madre y ahora de mi padre. Me había quedado huérfana a los 29 años.

FLASH BACK

–Rosé... –mi padre parecía sombrío, hundido en una tristeza profunda–

–¿Estás bien? –pregunte tratando de no sonar hostil–

–Sé que estás molesta por lo que pasó con Jimin pero necesito que me acompañes a la oficina –pidió con voz delgada–

–¿Qué es tan importante? –La hostilidad salió a flote–

–Necesito conversar en un lugar privado... –pidió con molestia–

–No pienso acompañarte a ningún lado –mi respuesta fue agresiva–

Abandoné la cocina para luego subir a mi habitación centrándome en la computadora que tenía enfrente, me faltaban unos datos para terminar mi informe especial de graduación cuando vi un sobre entrar por la rendija de mi puerta.

El sobre era un acta de defunción de mi madre.

FIN DEL FLASHBACK

–Leo ya se durmió, ¿Lista para irnos?

Asentí sin decir nada, no tenía ganas de hablar, mis lágrimas salían a cada minuto.

–Estaré a tu lado apoyándote Rosé, no estás sola.

Aterrizamos al día siguiente, no pude dormir más de 2 horas por el recuerdo de mi padre. Era un idiota por intentar casarme a la fuerza pero no le deseaba la muerte. Lisa en todo el trayecto a la estación de policía australiana me sostuvo en un abrazo de lado, reconfortante y amoroso.

–Oficial Thompson, ¿puedo ayudarles?

–Lisa Manoban, venimos por el caso Park.

–La comunicaré con mi superior.

Lisa asintió y me llevó a las sillas donde estuvo a mi lado hablando en susurros pero estaba demasiado triste para responder.

–Buenos días –saludó un hombre– Investigador Khun del FBI, encargado del caso Park.