Capítulo 68

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6 meses.

Lisa POV:

En todo este tiempo lo único bueno era saber que iba a tener una hermosa niña, después de eso todo estaba mal. Jane me demandó, otra vez ir a juicio. No dejó de insinuarse pero siempre la rechazaba, no quería más problemas. El caso del apellido de Luca seguía en el aire, mis medicinas me ayudaban pero a la vez me debilitaban y mis terapias solo me mantenían ocupada.

Rosé y yo tratamos de mantener nuestra relación a flote pero ya no se sentía igual. Estábamos arrastrando algo que parecía muerto, el volver a los juzgados, la oficina y mis medicinas me alejaban de ella cada vez más. Sin contar que Miyeon me buscaba para volver pero ya le había dicho mil veces no.

–Ryujin no quiero perder a mi esposa, ¿Qué puedo hacer? Los recuerdos no me dejan en paz, las medicinas solo me calman por unas horas pero luego vuelvo a lo mismo.

–¿Aún no puedes tener intimidad con Rosé?

–Lo he intentado pero siempre es lo mismo, me detengo a la mitad y aunque ella lo niegue sé que se frustra. Hace mucho que no lo hacemos y la verdad tengo miedo de que me engañe.

–¿Crees que lo haría?

–No lo sé pero no me sorprendería y tampoco la culparía. Estoy rota.

–Lisa, has pasado por algo muy fuerte. Tratar el EPT lleva tiempo, apenas vamos 6 meses de terapia, no seas tan dura contigo misma.

–No quiero perderla...

Mis lágrimas amenazaban con salir, de solo pensar que podría perder a mi esposa. Tape mi rostro con mis manos e intente calmarme, siempre salía con los ojos irritados de tanto llanto.

–¿Has pensando en ver a una psicóloga de pareja? Puede ayudar en tu relación.

Limpié las pequeñas lágrimas que salían de mi rostro y miré a Ryujin, en todo este tiempo se había ganado mi confianza. Después de Rosé, ella me conocía al 100%.

–¿Crees que sería bueno?

–No pierdes nada con intentar, conozco a alguien. Es una de las mejores, tiene un consultorio a unos 30 minutos de aquí.

Me dio su tarjeta, en ella decía "Im Nayeon" junto con su especialidad, número y dirección. Aquel nombre me pareció conocido pero no logré recordar de dónde. Fijé mi vista en mi psiquiatra, me dio una mirada de esperanza.

–Lo hablaré con Rosé.

*

–Hola...

–Hola Lisa.

Rosé ya no me miraba como antes. Aquella mirada de amor parecía apagada, me dolía ver como mi matrimonio se iba a la basura después de todo lo que nos costó estar juntas.

–Mamá, tendremos presentaciones de padres en la primaria, ¿irás?

Vi como Leo se esperanzaba, la verdad que tenía muchos asuntos en que trabajar y odiaría decirle que no a mi menor hijo.

–¿Por qué no va mamá Rosé? Ella es una abogada muy buena, ha ganado muchos casos.

Mi esposa me vio con asombro, sus ojitos marrones se conectaron con los míos y le regale una sonrisa. Asombro el mío cuando ella no me la devolvió, simplemente bajó la mirada.

–No he ganado casos, he ayudado a redactarlos.

–Bueno, escribiste los casos pero gracias a eso ganaron. Eres muy inteligente cariño y eso se debe presumir.

Guardaespaldas Manoban | ChaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora