ROSÉ POV:
Sus labios eran tan suaves, la forma en como me besa es tan delicada y adictiva. Presionó más y respondió con intensidad, sujeto su cuello con delicadeza mientras voy acercándome más llegando a subirme encima de ella. Siento sus manos posarse en mi cintura con leves caricias mientras que su boca sigue mi ritmo, sin duda es una gran besadora y no voy a negarlo.
El ruido deja de existir, el ambiente se vuelve más caliente y siento que la ropa estorba, quiero hacerlo con ella. Lisa es todo lo que quiero ahora y no voy a detenerme hasta tenerla en mi cama. La necesito conmigo.
–Lisa... –susurré con la respiración agitada–
Me separé unos cuantos centímetros, el beso fue tan pasional que mi corazón seguía errático. Repartí pequeños besos mientras ella mantenía aún los ojos cerrados.
–Vamos a casa, por favor –pedí–
La sentí tensarse debajo de mí y abrir sus hermosos ojos cafés, sus gafas de aviador estaban aún lado de nosotras. Su mirada era de decepción, sentía la tristeza en ella y empecé a preocuparme.
–Lisa... –intenté hablar–
–Lo siento señorita Park –susurró– Esto no debió haber pasado, le pido disculpas por el incidente.
Suavemente me dejó aún lado, al levantarse se alisó la camisa que llevaba y se puso sus gafas de aviador otra vez. Su voz y mirada era de tristeza, ¿se arrepintió de besarme?
No. Ella me correspondió, ella también quería besarme.
–Manoban –llamé con voz firme–
Ella se detuvo y volvió a verme con esa mirada de decepción.
–Lo que acaba de pasar no fue un error. Tú lo querías tanto como yo.
Lisa salió sin más y yo me senté en el sillón nuevamente. No quería sentir rechazo pero mi mente lo proyectó como una película en la cual yo era la protagonista.
–Lo siento, no puedes pasar.
–Rosé me pidió una bebida y se la estoy trayendo.
Junhe había vuelto, no quería volver a verlo pero mi dolor por el rechazo de Lisa seguía en mi mente. Quería salir y hacerle sentir lo mismo.
–Mira, no tengo tiempo para soportar tu papel de seguridad honesta –Junhe parecía molesto– Déjame entrar, la pasó bien y me largo. Nada más.
Menudo imbécil.
Empecé a caminar para poder encarar al idiota que pensaba usarme como juguete de una noche. Tenía ganas de golpear a alguien y quizás él podría ayudarme en la tarea.
–Una mujer merece ser respetada –paré cuando escuché la voz de Lisa– Tengo órdenes de no dejarlo pasar y pienso cumplirlo, así que por favor retírese. Páselo bien en otra parte.
Sonreí al escucharla, me estaba defendiendo. Olvidé su rechazo y me concentré en ella como una mujer inteligente y educada, ella era de esas personas que no toleraban el maltrato ni la discriminación. Una cualidad muy llamativa.
–¿Qué te pasa a ti? Déjame pasar –Junhe estaba furioso–
–Retírese por favor –la voz de Lisa seguía firme–
Seguí mi camino hasta hacer acto de presencia, el chico llevaba dos bebidas y una botella de vodka entre estas. Parecía muy molesto hasta que me vio, su cara cambió radicalmente.
–Rosé puedes decirle a tu seguridad que me deje pasar –pregunto viendo por el hombro de Lisa–
Ella estaba a mitad de la puerta con las manos en la espalda mirando a Junhe con molestia por el comentario de este. Me empine un poco para poder verlo mejor y tomé las manos de Lisa para poder jugar con sus dedos, están suaves.
–Lo siento pero ya me estoy retirando del lugar, solo espero a Jennie. –mi voz salió lo más inocente posible–
–Oh vale –estaba disgustado, podía notarlo– ¿me das tu número para quedar otro día?
Me sorprendí por lo que me estaba pidiendo, ¿Dónde quedó su diversión de una noche? No pensaba darle nada.
–He cambiado mi número de teléfono, lo siento –mi actuación era la mejor–
Él asintió con una sonrisa y volvió a mirarme, directo a los ojos. Menudo idiota.
–Sé directa y dime que no quieres follar conmigo –escupió molesto–
Sentí a Lisa tensarse, sus dedos se volvieron rígidos. Empecé a acariciarlos para calmarla, no quería que empezara una pelea. Reí, intenté ser amable pero si quiere que seamos realistas, lo seremos.
–No eres mi tipo, no me gusta tu aspecto, eres un idiota que solo busca sexo y no me gusta el vodka –dije sin titubear con una mirada gélida–
Junhe estaba furioso, sus puños se cerraron y la vena de su cuello empezó a hacer acto de presencia, estaba a punto de explotar.
–Eres una perra...
Antes de que pueda terminar la frase Lisa ya lo tenía contra la pared doblando su brazo en una llave con una mirada molesta, sus gafas le daban ese toque de poder que estaba empezando a excitarme
–No vuelvas a insultarla –habló molesta ejerciendo más fuerza mientras él forcejeaba– ahora lárgate antes de que responda.
Lo tiró frente a nosotras como si fuera cualquier cosa y me sorprendió la fuerza que podía tener, Junhe estaba adolorido del brazo con una mirada de furia. De seguro dañamos su ego al ser vencido por 2 mujeres.
LISA POV:
Vi como ese idiota se alejaba y limpié mi traje. Había personas tan ignorantes como ese tipo que no merecían mi tiempo ni disgusto.
–Gracias por defenderme –agradeció con una sonrisa–
–Es mi trabajo.
Roseanne asintió y salimos en busca de su amiga, yo también quería irme de ese lugar para poder pensar las cosas que estaban sucediendo en mi mente así que ayudé en la búsqueda de la chica felina.
Pude verla en unos de los muebles hablando al oído con un chico, al menos habían dejado de bailar así que es más fácil acercarse. Roseanne iba delante de mí y no pude evitar verle el trasero. Esos vaqueros sí que le hacían justicia.
El trayecto fue tranquilo en un silencio cómodo, mientras yo iba en la parte delantera al volante me puse a pensar. Quería a Miyeon estaba segura de eso pero el beso con Roseanne movió algo dentro de mí, sus labios son suaves y su manera de besarme es tan adictiva, quería volver a besarla pero no puedo. ¡Tengo novia!
–Manoban, ¿estás bien? –La voz de Roseanne rompió mi burbuja–
La miré por el espejo retrovisor y pude ver preocupación en sus ojos, aquellos que son tan hermosos que me estaban mirando. Ella sí que es hermosa.
–Sí –fijé mi mirada en el camino–
Me quedé viéndola y ella se dio cuenta, necesito aclarar mis sentimientos.
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Guardaespaldas Manoban | Chaelisa
Fanfiction"La vida siempre tendrá matices, algunos claros otros oscuros pero nunca se estancará en un solo color. No es fácil, hay obstáculos que ponen a prueba nuestra resistencia para seguir pero también hay momentos donde cada uno de esos impedimentos habr...