Guardaespaldas Manoban | Chaelisa

Capítulo 64

Lisa POV:

Mi rutina de todos los días era trabajar por las mañanas, almorzar con mis hijos y luego irme a casa de Jisoo para hablar. No me gustaba cambiar de rutina pero hoy no podía ir a visitarlo, tenía que hablar con mi abogado sobre los casos y juicios. Mi mente estaba como una tormenta.

–Señora Manoban, su abogada y su esposa llegaron.

¿Shua había venido con ella? No es que me incomodara su presencia, solo que no solía venir a visitarme. Me parecía raro que ahora viniera pero le reste importancia, quizás tenía planes con su esposa e interferí con ellos.

Le di la señal para que los hiciera pasar.

–Lisa, ¿Qué tal? ¿Lista para sumergirte en papeles?

–No tengo de otra.

Salude con una reverencia, a pesar de tener un trabajo pesado como lo era la abogacía mantenía su buen ánimo haciendo que nuestras reuniones sean más llevaderas.

–Camila, ¿Cómo estás?

Esa pregunta de Shushua la sentí tan profunda, se sintió como si de verdad quisiera saber. Me sentí, por un momento, cohibida ante ella.

–Hola Shua

Su agarre fue cálido, firme y a la vez reparador.

–Pasen por favor.

Ambos se acomodaron frente al escritorio, yo hice lo mismo pero aún me descolocaba la pregunta de Shua, ella sabía algo. ¿Habría hablado con Rosé? Sé que ella junto con Soojin eran sus amigas más íntimas.

–¿Con que caso quieres empezar?

La pregunta de Soo me sacó de mis pensamientos, ignoré todas las preguntas que se formularon en mi mente y puse mi mejor sonrisa. Fingir otra vez.

–Empecemos con el caso Kim, pero antes me disculpo si interrumpí algún compromiso entre ustedes.

–No te preocupes, Shua quería venir porque dijo que necesitaba salir del despacho, llevar la administración no es fácil.

Asentí en su dirección y ella me regaló una sonrisa, al parecer no tenía de qué preocuparme.

Entre los esposos logramos terminar más rápido las estrategias de los casos. Para el caso de Kim no iba a ceder la casa así que optamos por devolverle el dinero de la herencia más el precio de la casa. Una solución cara pero Alejandro quería conservar la casa de su madre y yo iba a hacer todo lo posible para lograrlo. Con respecto al caso de indemnización por Luca, había logrado probar que mi hijo pasó penurias estando a su cuidado y que solo lo había utilizado para obtener la estadía, así que estaba por ganar el caso. Uno menos. Y por último el caso del apellido, este era más difícil porque necesitábamos pruebas de ADN y la madre de Bam nunca me aprobó así que no iba a dejar que exhumaran el cuerpo de mi ex prometido. Aún me culpaba por la separación de su familia cuando yo era la víctima en toda esa historia.

–Gracias Soojin, te veo en el juzgado para cerrar el caso.

–Ahí estaré Lisa.

–Cariño, ¿nos dejas solas un momento? Necesito hablar con Lisa.

Soo asintió y yo palidecí. ¿Qué necesitábamos hablar? No éramos tan cercanas.

–¿Pasa algo?

Volvimos a sentarnos, la mirada de Shua mostraba preocupación y tristeza. Estaba empezando a inquietarme.

–Hablé con Rosé, nos contó lo que sucede en su matrimonio.

Cerré los ojos un momento. Tenía razón, ella sabía algo. No quería hablar con nadie sobre ese tema, aún no podía hacerlo.