Capítulo 48

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JUNHE POV:

Sentí impotencia por todo lo ocurrido, necesitaba salir de esta celda lo más pronto posible. Estar encerrado solo elevaba mi furia.

–Señor ya hemos intentado todos los medios posibles para sacarlo pero no hemos podido, aquí hay mucha influencia de Park hija...

–¡NO ME INTERESA SU INFLUENCIA! –grité furioso– Tenemos dinero y armas, utilicen eso a nuestro favor y sáquenme.

Mis hombres asintieron y salieron del lugar, ya estaba con la libertad a metros pero la idiota de la hija tuvo que quejarse con los funcionarios. No podía estar quieto en un lugar, necesitaba caminar y gritar.

–Más te vale que te calles, harás que te den una paliza.

Miré al guardia que se atrevió a decirme eso, lo fulmine con la mirada y este ni se inmutó.

–No me interesa quién seas, aquí estás bajo dos leyes y por más que quieras salir no podrás. Tus compatriotas te quieren vivo.

–No sabes quién soy. No deberías molestarte.

Soltó una risa burlona, me enfureció más. Tenía ganas de ahorcarlo, intenté hacerlo pero fue más rápido y usó su arma para reducirme.

–Quieto amigo, aquí no estamos en tus calles, estás en mi país.

–No sabes lo que estás haciendo...

–No amigo. Tú no sabes lo que haces. ¿Crees que la muerte del oficial Bam Bam no es obra tuya? Puedes tener todo el dinero que quieras pero si te metes con uno de nosotros, mueres aquí.

Me burlé de la muerte de ese inepto. Era una muerte insignificante.

–Veo que necesitas lecciones más fuertes, bien, tengo más amigos que les gusta hacer eso.

Sentí como dos oficiales más me electrocutaban y me sentí cansado. No quería cerrar los ojos pero el dolor era más, lo último que vi fue al mismo hombre con una sonrisa en el rostro.

LISA POV:

Luca y Leo estaban callados a un lado de la mesa, no habían probado bocado alguno de sus comidas y me sentí miserable, vacía, muerta.

Limpié mis lágrimas y me levanté de la mesa, volví a llamar a Teddy pero ninguna noticia nueva, agradecí y colgué. Suspiré, no podía sucederme esto.

–Iremos a dormir ya, no tenemos hambre.

Mis hijos desaparecieron por el pasillo y me quedé sola, como siempre. El sentimiento que me atormentaba todas las noches ahora era real, tan real como el dolor que sentía en mi pecho. No quería esta vida para mis hijos, no la merecía y no la viviría.

–No harás mucha falta Bam. Luca te extrañará mucho...

Era ridículo hablarle a una fotografía pero necesitaba decirle muchas cosas que quedaron en el aire.

–Fuiste mi mejor elección en la vida, gracias a ti puedo tener a Luca conmigo otra vez, pude recuperar a mi niño después de tanto tiempo... Siempre dabas todo de ti y eso es lo más hermoso que tenías...

Mi voz se quebró y no pude mantenerme en pie. Abracé la foto con toda mi fuerza y lloré, lloré como la primera vez. Sin vergüenza de que me escucharan porque el dolor era natural y normal, tenía que aceptarlo como era: debilidad.

Guardaespaldas Manoban | ChaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora