Guardaespaldas Manoban | Chaelisa

Capítulo 61

3 meses después.

Rosé POV:

Estos primeros meses fueron una locura total. El juicio de Junhe, el entierro de mi abogado, la despedida de Bam Bam, el juicio por Luca, el fallecimiento de los padres de Jennie y mi embarazo. Tuvimos tantas cosas en que pensar que nos fue difícil centrarnos en mi embarazo como tal, Lisa nunca dejó de preocuparse por mí pero no la sentía tan cercana, me estaba empezando a sentir sola.

Estar en tantas cosas no nos había permitido mudarnos, seguíamos en casa de Teddy pero a la vez Lili pudo resolver varias cosas pendientes como la tutela legal de Luca, el encarcelamiento de Junhe, su despedida de Bam junto a su hijo y también la despedida de Leo con sus abuelos.

Por mi parte solo asistí al entierro del que fue el gran amigo de mi padre. Dolía pensar que ya no lo vería más pero me dolía aún más ver cómo su familia sufría por su muerte. El apoyo moral no era suficiente así que deposité una cantidad considerable para ellos. Espero que no me lo devuelvan o me lo tiren, no soportaría que me culparan por su muerte.

–¿En qué piensas?

La voz de Lisa me sacó de todos mis pensamientos. Había llegado a casa, vestía con unos vaqueros pegados a sus piernas, un polo básico blanco, botas negras no muy altas, cabello en una cola no muy ajustada, llevaba su medallón con sus iniciales, el anillo de casada y su reloj. Muy hermosa.

–En lo loco que fueron nuestros primeros meses de casadas.

–Ni me lo recuerdes, aún tengo que ir al juzgado para terminar el caso Luca y debo ponerme en contacto con el abogado de los Kim porque Leo quiere conocer la casa que le dejaron.

Solo sonreí. Los señores que habían "criado" al hijo mayor de Lili habían mandado una contra demanda por indemnización y los abuelos de Leo le habían dejado una casa en Corea junto con un pozo de dinero que supera los 10 mil dólares.

–Deja de pensar en eso, yo me encargo. Tú solo debes cuidar al bebé, alimentarte y seguir trabajando en tus casos. Todo lo demás lo tengo bajo control.

Lisa a pesar de todo siempre buscaba la manera de hacerme sentir mejor. Aunque no teníamos mucho tiempo para nosotras, nuestro amor seguía fuerte.

–Te amo Lili...

–Yo mucho más mi Rosie, yo muchísimo más.

Nuestra sesión de besos había iniciado, no quería pensar en nada que no fuera Lisa así que intensifique el beso dándole a conocer mis intenciones verdaderas.

–Cariño, tengo que ir por los niños. ¿Te parece otro día?

–En todo este tiempo solo me has tocado dos veces Lisa. Dos veces. Me siento sola, vas a trabajar, recoges a los niños y luego te olvidas de mí. Los únicos momentos que puedo verte son en las comidas y a veces el desayuno.

La mirada de mi esposa reflejaba culpa, no era mi intención hacerla sentir mal pero no podía continuar así, necesitaba de ella y mucho más en este estado de embarazo.

–Necesitamos un orden y necesito mi tiempo contigo amor, por favor, hagamos que esto funcione. Yo te necesito, tu hijo te necesita.

–Tienes razón Rosie, te he estado descuidando pero te prometo que voy a mejorar eso. Tenlo por seguro, solo deja que acabe el juicio.

–Te entiendo pero después de recoger a los niños casi siempre te desapareces, ¿A dónde vas?

Silencio. No sabía qué responderme, lo pude ver en su mirada.

–Tengo que ir a recoger a los niños, te amo.

Y se fue otra vez. Venía haciendo lo mismo desde hace tres meses. Volvía del trabajo, recogía a los niños de la escuela, comíamos y se iba hasta la noche donde solo llegaba a despedirse de los niños y dormir. No quería sentirme insegura pero mi mente empezó a crear una teoría.