14 de mayo, viernes.
Te quiero, teleñeco-Bogart:
Son las cuatro y media de la tarde.
Y te escribo ahora porque esta noche no voy a tener tiempo; sobre las nueve llega Rosa y hemos quedado a las ocho, Ester, Begoña y yo, para ir a buscarla y planear el fin de semana.Espero tener algún hueco para escribirte, sobre todo si al final, mañana sí me llamas; porque tendré que contarte como me sentará esta nueva llamada.
Espero que mejor que la anterior.Con un poco de suerte, habrás leído mis cartas de entonces... Tengo muchas ganas de saber qué piensas de mis cartas...
Hoy ha regresado mi padre de las maniobras. Dice que van a mandar a cuarenta hombres más para que os ayuden. Es una buena noticia; más brazos equivalen a más velocidad, ¿no? Eso espero.
Dice mi padre que a lo mejor se apunta para ir, pero no lo creo. De todas formas, si va, te enterarías antes de recibir esta carta; ya sea porque te lo confirmo mañana, o porque de repente le verías allí, puesto que irían en avión...
Ha sido gracioso porque le he preguntado, si no pueden ir civiles con ellos.
«No—ha respondido,—si quieres apúntate a ACNUR; pero te arriesgas a que en vez de a Albania te manden al Congo».Es injusto... Pero con esto, pasamos un rato divertido mi madre, mi hermana y yo, en plan coña, imaginando locuras; podríamos convencer a mi padre para que se apuntara, yo me disfrazaba de él y así podríamos volver a estar juntos, aunque no tengo la menor idea del trabajo, mi padre podría darme un cursillo rápido para salir del paso. Luego, alguien acabaría llamando a mi madre para decirle que su marido, no solo no parece él, si no que mantiene una sospechosa relación con un joven de Electricidad. Mi madre, por supuesto, se reiría aclarando el error, para después ser expulsados mi padre y tú del ejército, y a mí encerrarme acusada de suplantación «absurda» de personalidad (jajaja).
También pensamos, mi madre y yo, que podríamos proponer un intercambio al alto mando, y enviar a mi padre por ti. Las dos estábamos de acuerdo en que salíamos ganado.
Nos reímos mucho, se que suena cruel, pero es que las tres coincidimos...; ¡qué bien se está sin mi padre en casa!Aunque ahora me alivia menos, porque él es una valiosa fuente de información de primera mano.
Prefiero que esté aquí, me guste o no; es otro nexo de unión contigo.
Su información sobre como avanza el campamento es mucho mejor que la de los noticieros.Por cierto, hoy no pude ver las noticias porque ha venido una amiga de mi madre a comer, y ya viste que en el salón no tenemos el televisor.
Hemos representado la comedia de «la familia feliz».
En cuanto la mujer se ha largado, cada una se ha ido por su lado, y mi padre regresó a su tele, con su cara de pocos amigos.Esta noche he vuelto a soñar contigo, con tu regreso...
Esta vez sí ha sido un buen sueño.
En realidad todas las noches sueño contigo, si no apareces, sí aparece siempre la sensación «de quererte».
Solo te cuento los sueños que más me marcan.Esta mañana he estado releyendo mi diario; me dieron ganas ayer al recordar..., Leí todo lo que pasó y como vi yo las cosas...
¿Cómo será tu completa visión de los hechos?
En tus cartas, usas siempre tres expresiones cuando mencionas nuestra historia; «tan rápido», «tan increíble» y «es el destino».Yo sé como lo viví, más o menos, porque lo tengo escrito; gestos, palabras, momentos...
Para mí, también fue rápido, increíble y parece destinado.¿Recuerdas el viernes nueve de abril y «La Conversación» en el Kindin? Aún no te he explicado bien que me sucedió...
Me habías arrastrado al servicio, confuso al verme estallar en lágrimas escondiendo mi rostro en tu pecho. ¿Recuerdas cuando me dijiste: «Aurora, puedo parecer tonto pero no lo soy»?
Te solté un: «Va todo tan rápido...»
Tú me preguntaste preocupado si me parecía que «íbamos» demasiado deprisa... No era eso, Ben; todo lo nuestro estaba siendo tan perfecto, tan maravilloso... El problema era que, apenas tres semanas antes, mi mayor empeño en la vida era aclarar con otro chico, del que había estado enamorada meses, si yo tenía alguna esperanza con él...
Lo que me hizo llorar de repente, fue verle allí y que por culpa de mi «puntillo», fantaseara con jugar a daros celos a ambos..., y entonces, descubrí sorprendida que era incapaz; sentí que él me importaba una mierda, porque yo estaba en tus brazos. Te miré y fui presa de un vértigo enorme, una sensación de angustia brutal, al ver que mi mundo de semanas atrás había cambiado radicalmente. Del sufrimiento permanente a la dicha, de un amor sin esperanza..., a tí. Contigo solo estaba dejándome llevar, por más que fuera lo más feliz que había vivido...Hacía muy poco (exactamente el cinco de marzo), Raúl y yo nos habíamos vuelto a «enrollar», y le confesé que estaba casi enamorada de él. Es más, el día del concierto, cuándo a tí y a mí nos presentaron, si mi plan hubiera salido bien, habríamos acabado pasando la noche juntos, en casa de Bego. Pero él me rechazó. Y ese mismo fin de semana, te conocí.
Es decir, es obvio que te hubiera conocido igualmente, e igualmente vosotros habríais ido a comer al día siguiente, y ese grandioso y maravilloso fin de semana, habría transcurrido tal y como lo hizo...
Pero la pregunta es: Raúl y yo jamás tuvimos nada más que un «rollo» largo, nunca estuvimos «juntos». ¿Hasta que punto, haber pasado aquella la noche con Raúl, hubiera hecho que mis emociones tomaran un rumbo diferente?Pienso ahora en ello, da vértigo reflexionar sobre las enormes consecuencias de decisiones aparentemente intrascendentes.
Pero he de confesar que me conozco, y mucho, además..., y a pesar de Raúl, me hubiera sentido atraída por tí del mismo modo en que pasó.Ya te lo he comentado, mi atracción por tí no dependió de las circunstancias; habría surgido igual que lo hizo, en cuanto nos miramos fijamente a los ojos.
En ti vi algo que me resulto atractivo desde ese momento intrascendente. Luego, nos hiciste la broma del acelerón del coche, y me agradó tú sentido del humor. Te lo dije en la carta de ayer; mi buena percepción de tí, el resto del finde, desembocó en el momento de «las chuches». Hubo «chispa», ¿y hubiera prendido siempre «un principio» para nosotros, a pesar de Raúl? Nunca se sabrá, afortunadamente...¿Por qué te cuento todo esto? No lo sé..., son reflexiones y confesiones que se me van ocurriendo.
Que uno se sienta atraído por otra persona a pesar de que esté «por alguien», es algo habitual, supongo. Seguro que también te pasa a ti.
No se trata de que te guste otra persona, a parte de la que ocupa tus pensamientos, es solo que percibes que hay..., algo.
Incluso aunque resulte impensable, es como se dice en inglés; se nota un feeling...
Yo estaba «por Raúl» y noté feeling contigo, tras conocerte.
Pero pasar a algo más, en ese momento, ni se me pasó por la cabeza, o fue inconscientemente.Ahora, tú podrías sentir feeling con otra chica, pero apenas te darías cuenta; te caería bien, pensarías que es simpática, agradable, hasta cierto punto incluso pensarías: «es atractiva».
Pero si es cierto que estás enamorado de mí, no le darías ninguna importancia, pasarías de ello tranquilamente, sin acordarte más. Pues lo mismo me pasa a mí; y me pasó entonces contigo y lo de Raúl.
Y ya me pasó mucho antes, cuando sentí feeling con Raúl y yo estaba por otro... Debe ser algo cíclico en mi caso (jajaja).Algo hace que del feeling se pase al gustar y de ahí, al amor, la suerte de que se llegue a algo real al igual que contigo, es ya más difícil de tener.
Contigo, además, todo ha ido mucho más allá, mucho más rápido, y aún llegará más lejos...
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De Salamanca a Hamallaj
RomanceAurora creía ser demasiado complicada o "rara" como para que un chico se enamorara de ella, pero conoció a Ben, y él cambió eso para siempre. Su historia de amor fue preciosa, idílica y romántica, pero también triste, complicada, y fugaz... Ellos y...