25 de junio, viernes.
Desesperada...:
¿Por qué no has llamado aún?
Ya son las doce del mediodía... y aún nada.He decidido escribir porque te envío otro sobre..., ya me da igual que no llegué a su destino.
Si las considero en conjunto, estas cuatro últimas cartas no reflejan algo que desee recordar o releer.Y lo peor de esta carta en concreto, es que ni siquiera sé que puedo contarte, excepto que no puedo estudiar debido a mi estado de nervios: no puedo concentrarme esperando a que suene el maldito teléfono..., es totalmente desesperante. Llevo así desde las ocho y media...
Lo terrible es que si finalmente no llamas, sentiré que era cierto lo que me atormentaba estos días de atrás; que es real que ya no sientes lo mismo por mí, quizá ni sientas nada...
No quiero, de ser esta la última carta del último sobre que recibas, que acabe en este tono triste, pero creo que nunca en estos meses he sentido tanto miedo como ahora...
Si no llamas no podré estudiar en todo el día.
¿Qué pasa, Ben? Yo te quiero tanto..., más que a mi vida. No puedo soportar que estés deprimido...
Sí, ya me he enterado por mi padre de que hoy tampoco sabéis nada del regreso, y que incluso vuelven los rumores de alargar la misión unos meses; hasta cuatro dicen...
Pero eso no es lo importante ahora..., no importa que estés allí cinco días más, quince o dos meses más... Lo único que me importa es que te quiero, y hasta hace poco, pensaba que me querías. Y si aún sientes lo mismo, recuerda que estoy contigo, que no me importa esperarte toda una vida, pero sé fuerte, por favor. Yo estoy intentando serlo.
No soy injusta porque sé que tu situación es la peor, siempre lo fue, pero recuerda que no estás solo, mi vida, no lo estás... Te quiero.Ya son más de las doce y cuarto; se ha llegado el momento de meter esta carta en el sobre, porque sino, no podré echarla a tiempo de que llegué pasado mañana o al día siguiente...
Trataré de ser positiva.No sufras, Ben; tu sufrimiento es el mío, estoy contigo siempre..., has de ser fuerte ahora que queda tan poco tiempo..., confía en mí; de verdad intuyo que no vais a estar mucho más tiempo allí.
Si aún me quieres, a pesar de que no llames hoy, piensa que espero la fuerza y la firmeza que tanto admiro de Ben; y que pase lo que pase, me inunden los miedos que surjan, sea cual sea el tiempo que nos separe aún, te seguiré queriendo, te seguiré escribiendo..., aguantaré; no te preocupes por mí.
A la hora de la verdad soy tan firme y fuerte como tú. Puedo sufrir por esto o lo otro..., pero no dejan de ser quimeras, construcciones dramáticas de mi mente que no impiden que regrese siempre al mismo sitio; a tus ojos, a tu alma, al amor que siento por ti.Mi vida, cariño, mi amor..., no nos han vencido y no nos pueden vencer, pase lo que pase: «Nada puede separar a dos personas que están hechas la una para la otra», tú me lo enseñaste, ¿recuerdas?
No es justo que ahora te rindas y me demuestres que eso no es verdad... Yo lo creo aún y no puedo dejar de sentir que es la verdad..., la que hay entre tu y yo.Confía..., confía en el destino, en la magia, en mí, en ti mismo. ¡Para mí la vida, incluso con el sufrimiento o la incertidumbre, es maravillosa ahora, solo porque existes tú en ella!
Te quiero.
H.P. (No es solo Hokus Pokus, es «Hasta Pronto»)
Tu Auri.
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De Salamanca a Hamallaj
RomansAurora creía ser demasiado complicada o "rara" como para que un chico se enamorara de ella, pero conoció a Ben, y él cambió eso para siempre. Su historia de amor fue preciosa, idílica y romántica, pero también triste, complicada, y fugaz... Ellos y...