De Salamanca a Hamallaj

¿Dónde estás?

5 de julio, lunes.

¿Dónde estás?:

No sé nada...
Estoy entre angustiada y esperanzada, algo muy raro.

Ayer, fue otro mal día. No debí ir al pueblo.

Te llamé al móvil un par de veces, por si acaso, y saltó el buzón de voz..., me resulto raro oírlo. Pero, ¿qué quiere decir eso...?
Al final te dejé un mensaje con el número de casa de mis tíos, por si acaso. ¿Llamarías por la tarde? No sé nada.

Tengo que preguntar a mi padre cuando pueda qué sabe, y si no me dice nada, llamaré a tu casa y ya está.
Aunque sé que sí, que estás en algún lugar entre Italia y España.

Hoy llegaron tus dos folios..., espero que últimos.

Me gustaría contarte como me siento, pero no puedo sabiendo que esto lo leerás aquí.
Pero me come esta inquietud..., supongo que es ya el último repecho de sufrimiento antes de la felicidad completa.
Espero que mañana, o pasado, sea el último día que te escriba.

Bueno, mientras no sepa nada más, ya sabes lo que quiero decirte: te quiero.

Te perdono lo de los dos folios porque lo entiendo..., de todas formas, jamás te pedí que me escribieras tanto como lo has hecho.
Ha estado bien, ha sido bonito...
Y más ahora, que el final está cerca.

Ah, por cierto, he de contestar a lo que me cuentas en las dos cartas:

Pues sí, amor mío, me gusta bastante Mecano, y también me trae recuerdos (dos años más de recuerdos que a ti, ¿qué te crees? jajaja).

Sí conozco Los pilares de la Tierra, pero aún no lo leí, y tu cita de ese libro me ha parecido muy apropiada..., algo así siento; esperando tu regreso, es como si hubiera un gran silencio, como si el mundo estuviera parado, pendiente del momento en que tu mano accione la palanca que lo ponga de nuevo a funcionar...

Te quiero tan de corazón y tan de verdad, que a veces tengo miedo de mi propio amor.
Hablaremos de ello, ¿verdad?

Hokus Pokus

Tu Auri.