4 de junio, viernes.
¡No me vuelves a hacer esto!:
No estoy enfadada, no: estoy histérica.
Mañana tengo un examen y acabo de perder tres horas «buscando al Bruslee desesperadamente».
En principio, yo el día de hoy me lo plantee tranquilo, en casa, estudiando y esperando tu llamada. Pero cometí una torpeza; ayer fui a casa de Bego por la tarde y también estuvo Ester.
Resulta que ellas no pensaban ni salir, ni al campo ni a nada.
Así pues, Dani decidió que se pasaría antes por casa de Ester con Rocky y quedamos con ellos pero en el Toscano. La torpeza que cometí en ese momento fue establecer la hora: sobre las cinco o las seis.
Ya en casa, caí en la cuenta de que podías llamar a esa hora, porque nunca sé cuando lo harás. Por lo tanto, me has tenido esta mañana rezando para que llamaras a las diez, como otros días (me levanté a las nueve).Acaban de venir a casa «el feo, el bueno y el malo»: ¡Dani tiene a veces un morro que se lo pisa!
A ver, me explico; y para que lo entiendas bien, voy a situarte en el tiempo: Son las nueve menos cinco de la noche. Ester y Bego habían quedado con Dani y conmigo a las cinco y media; él pasaba primero a buscarme a las cinco y cuarto. A y media, él aún no se había presentado.
Con todo el dolor de mi corazón, abandoné «mi guardia» junto al teléfono y me fui al Toscano a buscar a las chicas. Ya las tres juntas, esperamos a Dani allí hasta menos cuarto, pero no venía y llame a mi casa. Mi madre me dijo que acababa de irse. Pensando entonces que le encontraríamos de camino, volvimos en dirección a mi casa y así, yo aprovechaba a ganar tiempo y estar allí a las seis, por si llamabas.
Pero no le vimos... Estuvimos diez minutos esperando a ver si se presentaba de nuevo en mi puerta, al no encontrarnos en Toscano.
Mientras Bego y Ester regresaban allí en su busca, yo me quedé en mi casa por si tú llamabas. Regresaron a las seis y media pero sin Dani. Decidimos quedarnos aquí, viendo fotos hasta que se llegaron las siete y cuarto, y luego fuimos a Las Farolas por si él hubiera ido allí; pero no. Hemos vuelto a mi casa a las ocho y media, y va Dani ahora, y se presenta en aquí, echándonos la culpa de todo a nosotras, cuando lo que ha pasado es que se bajo al Toscano en el coche de un amigo; por eso no nos lo cruzamos; cómo íbamos a imaginar eso.
Me jode porque le había dicho que tu llamabas hoy, y él conoce mejor que nadie nuestra situación; debería entender que volvimos, porque no puedo despegarme del teléfono...No sé que decir. Podría echarte la primera bronca de nuestra relación, porque si al menos hubieras llamado como prometiste...
Entre tu llamada fantasma y la falta de puntualidad de Dani, se ha estropeado totalmente la tarde que pensábamos pasar con él en su despedida, juntos, recordando los «viejos tiempos» y emocionados con su triste pérdida. Pero tras esta última brusilada que nos ha hecho, me dan ganas de matarlo.
Tendremos que ir el lunes a la estación, a las siete y media de la mañana, y todas tenemos examen; Ester a las nueve y media, y nosotras una hora más tarde.
Y lo peor y más dramático (y un alivio a la vez porque me asustaba no estar en casa de nuevo), es que no has llamado aún. Si no lo haces, voy a sentirme tan perdida que no podré estudiar.
Me he puesto ha escribirte por eso, porque estoy histérica y me es imposible concentrarme esperando a que suene el maldito teléfono.
No vuelvas a hacerme esto, por lo que más quieras...; siento lo del miércoles, pero esto es mucho castigo para mí.No es que crea de verdad que sea un castigo por tu parte; intento verlo racionalmente y supongo que tendréis mucho trabajo allí, por lo de mañana, y que no has podido sacar tiempo para llamar.
Ojalá llames porque sino..., ¿cómo voy a estudiar si no puedo dejar de pensar en ti?
Me asaltan los temores de que llame alguien y comunique cuando tú lo hagas. Estoy, literalmente, gravitando en torno a ese aparato infernal...
A las diez puede empezar «el baile comunicativo» de mi familia, subirán mis primos a llamar a Gabi o a Santos, y mi padre y su dichoso fútbol... ¡Ves, Ben! Estoy desquiciada... Me dan ganas de llorar.
Y para colmo, Dani se va, sin poder pasar unas últimas horas con él...
Tú no das llamado y mañana tengo el primer examen, y creo que lo suspenderé; como el pasado septiembre y el junio anterior. Nunca aprobaré esa asignatura...
Rubén, te necesito..., de verdad, mi amor, que sí; que me haces tanta falta desde que he asimilado que eres mi futuro más próximo, desde el renacer del otro día, que ha eliminado fantasmas de otro tiempo, que ha erradicado los miedos... Siento ser tan lenta en asimilar los cambios..., pero soy así.
Tarde mucho en asimilar cada cambio grande que ha habido en mi vida, desde el primero; cuando nos trasladamos desde León. Tampoco fue fácil luego, cambiar aquí de barrio; lo pasé muy mal porque coincidió con otros cambios, como dejar el instituto y entrar en la universidad... Y fue muy duro cambiar de carrera...; hasta hace bien poco, creo que ni siquiera podía enfrentarme a los giros radicales que da mi vida ahora, uno tras otro y sin parar, desde el año pasado.
Me he dado cuenta, que si me observo desde fuera, parece que nada de eso me afecta, que estoy viviendo y sonriendo siempre como si tal cosa, mientras la procesión, como suele decirse, va por dentro.
Por fin se me ha quitado de la cabeza la fantasía de acabar con cierta persona en el futuro, y has entrado tú de lleno a ocupar su lugar. Me enamoré de ti sin confiar realmente en un futuro a tu lado, lo contrario era como un golpe a mi ego intuitivo. Pero ya no me da reparo, es más, lo deseo. Lo nuestro, es ahora en lo que confío, y lo que espero, dure lo que dure, aunque este cambio implica que quiero que sea para toda la vida; toda la vida a tu lado, o por lo menos, hacer las cosas más significativas en ella contigo.
Durante muchos años atrás, la idea de que sería con otra persona se me metió en la cabeza y me la metieron con esas cosas mías y de mi madre, ya sabes; videntes, sueños, astrología..., e incluso parecía hasta hace varios meses, que las predicciones podían cumplirse, y ese hombre en cuestión, se acercaba de nuevo a mí, y con una actitud completamente distinta a la que siempre tuvo conmigo; de amigo o hermano mayor.
Sé que dije que te hablaría de esto cara a cara, pero sino no lo aclaro así, temo que no pueda hacerme entender porque no estoy hablando de Raúl.¡Pero de repente, amaneció de nuevo para mi vida!; un ser nuevo y maravilloso surgió del horizonte, a quien admiré, curiosamente por semejantes razones por las que yo admiraba a esa otra persona. Pero tú me fuiste gustando cada día mas y más, por aquello en lo que precisamente, eres totalmente diferente de él. Y me enamoré porque...; es que no hay razón, en mí es así... Mire tus ojos y tu luz me cegó. Sé que estoy enamorada porque eres el hombre más atractivo, el más perfecto, el más satisfactorio de este mundo..., ya sé que si se siente algo así es amor, no hay duda. Pero mi ego rechazaba tener esperanzas contigo; por eso me cuidaba mucho de hablar del futuro, por eso me «abrumabas» tanto hablándome tú de él.
Ha sido muy tozudo por mi parte incrustar a alguien en mi fantasioso futuro; tengo mucha imaginación y mucha fe en ella. Ha sido muy torpe, sobre todo cuando mi corazón te estaba empujando sin descanso a ocupar ese lugar. Pero por fin se ha hecho la luz y ya solo existes tú.
He borrado los fantasmas del pasado, como ya he repetido hasta agobiarme incluso a mi misma.
Supongo que lo repito una y otra vez porque estoy tan feliz, que no me lo creo, fueron muchos años... Lamento si esto te hace un poco de daño o experimentas una sensación rara, pero no debería ser así porque es lo mejor que podía haber sucedido... Y ahora tienes un título muy especial en «La vida de Aurora»; eres su primer amor.He tardado tanto en aceptar lo que me decía el corazón simplemente porque te fuiste, y no pude «vivir el amor» contigo; creo que con solo unas semanas más juntos, a partir de ese momento en que ya estábamos, no hubiera necesitado todo este proceso. Estoy segura; habría pasado a fuerza de golpes de realidad por todas esas cosas que, hasta ahora, nunca tuve la oportunidad de vivir; saber que se siente cuando a quien amas, te dice «te amo».
Aún no has llamado...; estoy tan nerviosa.
Te quiero muchísimo, Ben. Es tanto lo que siento, que me da miedo deshacerte con su intensidad cuando vuelvas.
Te amo.
Tu Auri.
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De Salamanca a Hamallaj
RomanceAurora creía ser demasiado complicada o "rara" como para que un chico se enamorara de ella, pero conoció a Ben, y él cambió eso para siempre. Su historia de amor fue preciosa, idílica y romántica, pero también triste, complicada, y fugaz... Ellos y...