De Salamanca a Hamallaj

Diario de Aurora: domingo, 30 de mayo.

Diario de Aurora

Domingo, 30 de mayo. 13:10h

«¿Por qué, Auri?».
Esta es la pregunta que ocuparía hoy las portadas de los periódicos si mi vida fuese de dominio público.

¿Por qué?, ¿por qué lo has hecho...?
Porque has sido tú..., Dani no tiene culpa de nada, ¿o sí?...

He sido yo, supongo. Quizá porque jamás dejaré de sentirme atraída por él...
Sí, como ya le expliqué al propio Ben casualmente en una carta, a veces hay feeling entre dos personas..., incluso si están comprometidas con otras.
Y entre Dani y yo, siempre ha habido feeling.
No miento; en este diario está reflejado más de una de vez...
De no haber aparecido Ben, sé que me habría acabado por gustar demasiado estar con Dani; quizá tanto como para que, en cualquier momento, hubiera pasado lo que pasó anoche...

Siempre supe que estar ocupados ambos en otras personas, hacía que nuestra mutua atracción nunca traspasara la línea de la broma o el comentario velado...

Sucedió que apareció Ben y cambió mi mundo; y estando con él, no había nadie más para mí...
Ahora..., se supone que Ben y yo tenemos una relación, pero no estamos juntos de verdad.

Él está a cientos de kilómetros de mí. Nuestra relación se sostiene solo con palabras románticas y promesas; solo palabras, habladas por teléfono o escritas en nuestras cartas. Pero ya no hay miradas profundas que provoquen suspiros, no hay besos, ni calor o contacto vital...; nuestras vidas están separadas y yo tengo que alimentar el amor que siento con recuerdos y fantasmas, con palabras...

¿Estoy tratando de justificar lo que ha pasado?
«Ojos que no ven, corazón que no siente»; así reza el dicho..., es increíble ver ahora como puede aplicarse en diferentes sentidos.

Entre Ben y yo lo que hay es buenas intenciones, llenas de amor, y sé que estoy enamorada de él, y mucho: pero «no le veo», y eso a veces deja a mi corazón en un limbo emocional.

Qué injusto el destino, que ni siquiera me dejó disfrutar del amor que descubrí por él, justo antes de irse, el último día, en las últimas horas, prácticamente...

Esta semana final de mayo, se ha hecho muy pesado el tiempo de espera; Rocky y sus insinuaciones, me han puesto los pies en la tierra de golpe, y he estado dudando muchos días... Aún dudo.

Ahora sé que sigo siendo completamente libre para afrontar decisiones.
He hecho muy bien pidiéndole a Ben que bajara el tono amoroso de sus cartas..., en esta situación duele mucho que te quieran tanto, desde tan lejos, y que apenas me dieran tiempo para disfrutarlo...

Y entonces supe que «el Bruslee» se va... Fue bastante sorprendente sentir cuanto me dolió saberlo, más de lo que en principio estuve dispuesta a admitir.
Se que quiero mucho a Dani y se va de mi lado... Por eso he dejado que ocurriera y ni me censuré un ápice mientras estaba sucediendo, porque dejé que salieran sin más, mis sentimientos por él; porque me deja también; porque ya no estará a golpe de telefonazo, ni estará para guiñarme un ojo pícaro, tantas noches, por alguna de sus Brusiladas; o para mirarme como si yo fuese de otro planeta, cuando suelto una de mis paranoias...
Ya no habrá planes ni «cines», ni tantas tardes de cafés con confidencias, riéndonos de todo...
Por eso ha ocurrido; por eso hemos tenido ese momento para nosotros, solo nuestro, como si nos saliéramos del tiempo y del espacio...
Todos estos meses de nuestras vidas los dejamos bajo nuestros pies, y la extraña situación de estar rodeados de gente dormida, también quedó como a un lado, tras un muro invisible que creó el instante en que nos besamos...

Nos hemos «enrollado» a modo de despedida; porque quizá debió suceder antes; porque fraguamos este momento, admito que inoportuno, en las pasadas navidades...
No sucedió después porque..., no sé; supongo que por entonces, para mí estaba Bego «por delante», y la amistad con Dani era tan especial, que no entraba en mi cabeza ningún tipo de evolución a otra cosa.