Diario de Aurora: martes, 13 de julio/ viernes 16 de julio

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Diario de Aurora

Martes, 13 de Julio, 14:57

Hoy estoy un poco mejor...
He hablado mucho; con Rosa por teléfono, con Bego, con mi madre...

Me he cortado el pelo; nunca creí que esta tontería funcionase, pero al mirarme en el espejo, mi reflejo me sacó una sonrisa. Me alegre de ver algo bonito.

Mi pregunta de hoy es por qué ha de existir en el mundo alguien como yo...
La pregunta de mañana no la sé, porque creo que hoy le veré...
La importancia de este encuentro, solo me parece comparable con la tarde que pasé con Miguel, o aquella otra con Luis, en el Bécquer; fueron tardes que definieron tanto lo que sucedió después...

Aún me resisto a creer que lo que sintió Ben fuera solo un capricho, la exaltada exageración de un mero «gustamiento».
Me resisto a creer que no me quiera, porque yo también sufrí algo parecido a ese vacío el sábado por la noche; sentí abrumadoramente que no le quería y se me pasó, así que creo saber lo que le pasa; que está tan agobiado...

Soy joven aún, esa es la verdad, y no tuve la madurez para verlo venir.

Y quizá este alejamiento está bien, porque yo también necesito tiempo; han sido tantos meses..., tan duros, tan complejos, tan llenos de todo...

Pero temo proclamar alegremente que lo nuestro volverá por si me equivoco...
Ya no sé nada salvo lo de siempre; que voy a luchar por él.

Lo intentaré por tercera vez. Es ya una vieja costumbre en mí amar a quien no me corresponde.

Por eso tengo una sola frase en mi mente: «Si quieres a alguien déjalo libre, si vuelve a ti, es tuyo, si no, nunca lo fue». Él lo escribió en su primera carta.
Y si nunca «vuelve», ya veré que hago.

El papel con los consejos de los psicólogos me esta ayudando muchísimo; nunca lo imaginé así.
Según ellos, esto que le está sucediendo es normal. Lo llaman «tiempo de adaptación».
Pero dicen que si pasan más de seis semanas, y la persona no regresa a cierta normalidad, hay que ponerse en manos de un profesional.
Por eso, si en Septiembre él no «vuelve», no me quedará otro remedio que hundirme definitivamente y echarme a llorar.

Mañana, si nos vemos, será tan importante como todo lo que hemos vivido; ese amor que parecía tan grande...

No le voy a agobiar, también le diré que necesito tiempo.

Solo deseo, si salimos de fiesta o si llegamos a ir a Béjar, que por favor esté Dani, para sentir que cuento con alguien a mí lado.

Si cuando Ben me vea, no vuelvo a gustarle como cuando nos conocimos..., no sé, no me atrevo ni a pensarlo.
Quizá, si me desengaño de una vez, se borre el encantamiento de un plumazo, como le ha sucedido a él.

Ya no me quiere, aún tengo sus palabras taladrando mi mente...
Después de oírlo era tan..., increíble; en un solo día, va y me deja de amar. Dijo que se creyó enamorado y ya no sabe lo qué debe ser.

Ojalá pudiera dejar de oír esas voces de mi mente que alegan que tiene una venda en los ojos, puesta ahí por todos los cambios que ha vivido.

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Viernes, 16 de julio, 14:00h

Bueno, pues si nada malo lo impide, y él no vuelve a anularlo, hoy es el día del reencuentro con Ben, a las seis, en Toscano.

Supongo que iremos al Bécquer si no tiene ningún otro sitio en mente. A veces tengo la sensación de saberlo todo; como que por fin me llamaría esta mañana.

De Salamanca a HamallajDonde viven las historias. Descúbrelo ahora