Príncipe DAMIAN. [Damian x Anya] ©

19.

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Plácidamente durmiendo mientras sueño y me acurruco a una enorme y suave almohada. Dios no me hagas despertar por favor.

— ¡Para tu culo ya, Anya!

A la vida le encanta hacerme la vida miserable.

— No.— Gruño, mientras me aferro a la enorme y suave almohada.

— ¡Que te levantes!.— Grita Damian otra vez mientras me da almohadazos.

Estupida almohada dile a tus hermanas que cobren vida y le peguen a Damian.

A veces pienso que estoy mal de la cabeza realmente.

A regañadientes me levanto de la hermosa y suave cama y miro con odio al culpable de mi humor.

— ¿Para qué mierda me despiertas a estas horas?.— Veo cómo sonríe con suficiencia.

— Inicias otra vez la docencia, hermosa.— Me dice casualmente y me tiende el uniforme escolar sobre su cama.— Tienes media hora para estar lista y desayunar.

Dicho esto Damian se va y me deja a mi en estado de "odio mi vida" y tengo que volver a ese lugar lleno de demonios millonarios. ¿Por qué debe de ser con uniforme?, amaría ir con la ropa que quisiera para molestar a Damian cada mañana que me levante a sacrificarme.

Me ducho, hago mi rutina de skin y body para vestirme y bajar a desayunar. En realidad no tardé tanto o eso creo, no quiero observar el reloj o sino me daré cuenta de que alguien espera por mi furioso.

Bajo y tomo algo ligero para desayunar, busco a Damian por todo el lugar y noto que no está.

— Señorita Anya.— Dice el chofer que me llevó una vez y ya veo que ese patán me ha dejado. El chofer me espera tendiendo la puerta para que entre y el cerrármela.

— No se moleste.— Le sonrío con amabilidad y la cierro yo misma, el chofer me sonríe y hace un asentimiento con su cabeza y entra al vehículo para disponerse a conducir.

Unos minutos después y notando como los autos se hacen a un lado cuando ven este vehículo y curiosamente quisiera saber por qué. ¿Realmente reconocerían los vehículos de la realeza o algo así?

— Su destino, señorita.— Me informa el chofer y yo le agradezco y salgo del vehículo. Volteo a donde el vehículo aún sigue plasmado como si esperara que entrara para marcharse y noto que el auto tiene las banderas de la nación y la de la familia real y con eso me respondo a mi misma.

Entro al lugar notándolo igual a cómo venia con anterioridad, las personas me miran de la misma forma, pero yo esta vez no soy la misma y débil Anya que llegó a este lugar, pueda que no posea dinero pero valgo más que cualquiera de estos mocosos por mis virtudes.

Me adentro al lugar con mi cabeza y mentón en lo alto y veo como mi única amiga se dirige hacia mi estampándome contra el suelo por abrazarme.

— ¡No sabes cuánto te extrañé, Anya!.— Becky llora mientras sigue abrazándome ambas en el suelo y todas las personas nos miran perplejas, con asco y con burla.

Me da igual. Tampoco pienso leer sus pensamientos, más bien no vale la pena hacer eso.

— Yo también te extrañé mucho.— Le digo con honestidad a lo que ella se limpia las lágrimas.