17.

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DAMIAN.

¿Cómo mierda se supone que debo verla ahora después de procesar tan impactante información?

Su mirada expresaba dolor puro mientras contaba cada rincón de sus momentos pasados, su rostro se contrariaba muchas veces, fruncía el ceño inconscientemente y hacia gestos como si de un dolor físico se tratase. Me partía verla de esa manera, destacando que vagué recordando cómo llegó aquí, cómo se veía, cómo estaba herida, las complicaciones que presentaba y lo que el médico me decía, sus momentos de convulsiones y sus ataques de sangre, no me emociona y tampoco quiero tener eso en la mente, más escuchando cada aspecto de su vida me parte el alma en mil pedazos.

Eres demasiado fuerte, Anya.

Bloqueé mis pensamientos por inercia, no quería que leyera, escuchara o lo que sea que hiciera su poder, no quería que estuviera hurgando allí en ese preciso momento o le dolería.

No puede juzgarme.

Estoy procesando todo de la manera más rápida que puedo. No la veo como una rata de laboratorio como ella pensaba o tal vez piensa en este instante, no la veo como un fenómeno y tal vez esté cuestionándose o consumiéndose negativamente, pero solo quiero mentalizarme para ayudarla, para salvarla, para poder protegerla y hacer justicia por ella.

La violaron.

Maldita sea, sus expresiones no salen de mi cabeza mientras narraba cada trayecto de sus torturas.

Violaron a mi niña y no sé cómo mierda calmarme en estos momentos. Acabaré con los malnacidos y esta vez no voy a titubear ni un maldito segundo más.

Y aquel que se atrevió a tocar a Anya me asegurare de que su muerte sea diferente y más lenta. Me aseguraré de que sienta el verdadero dolor como Anya lo siente aún respirando.

Entro al cuarto de baño y me coloco bajo la ducha dejando que el agua deshaga todo el mal sabor o lo que sea que hace que mi ser vengativo salga a flote, necesito calmarme para hablar con ella, para verla, me necesita y yo no puedo abandonarla en sus peores momentos.

Luego de un rato donde tengo un poco más mis cabales, manteniendo la calma y tratando de respirar profundo, la busco entre los pasillos y no sé dónde mierda se ha metido. Me dirijo hacia la alberca porque existe una gran probabilidad de que allí se encuentre, pero siendo una persona que necesite estar sola por un terrible sentir quisiera un lugar en paz y alejado.

Me detengo en medio del pasillo donde me dirigía a la alberca, me desvío y sé perfectamente donde encontrarla.

Abro lentamente el enorme portón y lo cierro tras de mi con cuidado de no hacer ruido y la veo allí.

Allí está, profundamente dormida y ajena a cualquier situación de su realidad más que en un mundo de sueños y faltante de agonía ante su pasada vida. Me aproximo hacia ella y la cargo para llevármela conmigo, todos deben de estar durmiendo en estos momentos aunque no sea tan tarde de la noche, pues la hora de labor terminó hace pasada una hora y media.

Llego a mi habitación y trato de abrir la puerta como puedo con Anya en mis brazos, empujo la puerta un poco con mi pierna y luego hago el mismo gesto para cerrarla, la deposito despacio sobre mi enorme cama y me aproximo a la puerta para colocar el seguro. Técnicamente coloco el seguro ante preocupación, está bien que exista la protección en el castillo, pero el seguro de vez en cuando es bueno utilizarlo. Pues te ahorra bastante para mentalizarte dado un caso de atentado para saber con que y cómo defenderte antes de que se adentren o te tomen desprevenidamente mientras descansas, te duchas o tal vez hasta te vistes.

Príncipe DAMIAN. [Damian x Anya] © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora