12| Publicidad ☀️

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—¿Llamas a eso publicidad?

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—¿Llamas a eso publicidad?

—Jefe... e-stuvimos...

—No se sabe que producto se está promocionando... ¿y esto? Parece una invitación a un entierro, ¿y utilizan a un desconocido como la cara de mi marca? Esto es pavoroso.

El jefe del grupo de marketing quería desaparecer en ese mismo instante. Había sido citado a la oficina de Matthew, pero sabía de antemano que no sería para nada bueno, ya que, estaba consciente que la publicidad que han estado creando a lo largo de estos meses había sido en vano. No había interacciones, ni respuestas, ni un solo comentario positivo, es más, el grupo de publicidad no había estado destacando como los otros grupos, era como si en realidad no existieran y solo estuvieran robando espacio y tiempo a su jefe.

Tener a su jefe frente a él, en su oficina, un lugar donde nadie entra, con la peor cara posible y con nada con qué resguardarse de su trabajo, era tenebroso. Solo estaban ellos dos en esa gran oficina, bueno, si contamos a su secretario serían tres personas, pero Sergio estaba preparando café en una esquina mientras esperaba. No era bueno interrumpir a alguien cuando está estresado y enojado al mismo tiempo.

—Jefe, le prometo que lo tendré todo arreglado para mañana en la noche, tengo una de las mejores ideas para arreglar esto, no lo decepcionaré, se lo aseguro.

Era un hombre mayor de treinta años, un poco de barba con cabello de color negro. Una persona grande pero bajito, mucho más bajo que Matthew, un tamaño promedio, ha estado trabajando con el mayor desde hace menos de un año, y su publicidad nunca ha sido la más favorable, Matthew y Sergio habían estado pensando en despedirlo, porque no podían seguir con lo mismo por más tiempo, pero, no ahora, querían darle una última oportunidad para el día de mañana, era mejor eso a no tener nada que presentarles a los proveedores, tampoco había tiempo para conseguir a un diseñador antes, no había más opciones que aceptar la última oportunidad.

Matthew sabía cuándo dar segundas oportunidades. Y ese señor, desesperado por no ser despedido, merecía una.

—Envíele su trabajo a Sergio, y si es digno de ser presentado, lo esperaré la otra semana en la reunión con los proveedores para ver finalizadas sus propuestas y sus soluciones, ¿de acuerdo?

Asintió rápidamente.

—¡Gracias, gracias!— tomó sus documentos del escritorio.— los tendré más que preparados, gracias, señor.

—Y, espero que una de sus soluciones sea contratar a alguien para crear la publicidad, ¿no es así?

Asintió rápidamente.

—¡Si! Lo estaba pensando, por supuesto, tendré a la mejor persona, joven y dispuesto a hacernos crecer en las redes sociales, lo prometo.

Matthew le asintió una sola vez antes de verlo partir rápidamente por la puerta de cristal.

Matrimonio FicticioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora