Enemigos desde siempre, pero en matrimonio al final.
Un empresario millonario y un jinete famoso dispuestos a fingir amor después de tanto rencor.
Un matrimonio falso que se parezca a uno real, donde se acostumbrarán a estar juntos y no querrán solt...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ese miedo de volver hacia atrás.
Trabajar tan duro para nada. Pasar años sufriendo en silencio, llorando todos los días sin descanso, pensando en todas las cosas que se hizo mal, encerrado en una habitación, dejar de comer, descuidar los estudios, descuidar tu vida completa. Y luego, de un momento para otro, lo sueltas, después de tanto sufrimiento, al fin lo sueltas, pero... luego ese sufrimiento regresa como si nada, te pide ayuda, y entra ese miedo de volver a algo que te hizo daño por tanto tiempo.
¿Por qué este tipo de pensamientos se tienen que volver tan grandes? ¿Por qué lo piensas tanto si sabes que te hizo daño?
La opción de volver atrás no debería de estar saltando en tu cabeza pero... ¿por qué si lo está? Años de sufrimiento. Años para soltarlo. Y ahora...
—¡Ahora solo está de vuelta y quiere que finjamos estar comprometidos!
Henry miró a su amigo por una sexta vez en esa hora mientras detenía la toalla para cuando saliera del baño. Lucien estaba en la ducha, con una canción de fondo de esas melancólicas, más específicamente; Amorfoda- Bad Bunny.
Sentado en la ducha con su ropa puesta, miles de gotas caían en su cuerpo. Ya no había hecho esto en más de cinco años, este método lo hacía cuando pensaba en ese hombre con esa vida tan ordenada.
—¡Quisiera que te sientas como yo me siento! ¡Quisiera ser como tú sin sentimiento!
Cantaba mientras escupía el agua que caía de su boca. Las lágrimas de Lucien se confundían con las gotas que caían en su rostro.
—¡Un infeliz en el amor, que aún no te supera!
Henry siempre lo esperaba, hasta que la canción terminara por completo, o hasta que Lucien terminara de llorar, pero eso nunca ocurría, así que optaba por el plan C.
—¡No quiero que más nadie me hable de amor!
Plan C. Cerrar el grifo de la regadera.
—¡Oye!
—Basta, Amorfoda ya está pasada de moda.
Henry le entregó la toalla. Lucien se puso de pie para salir de la ducha y quitarse la ropa mientras seguía sollozando.
—Esa canción queda tan bien con lo que siento.
—No, porque ya lo superaste, ¿no es así?
Lucien dudó unos segundos. Henry le dio una cara asesina.
—¡Si ! Ya lo superé...
Lucien se dispuso a ponerse ropa seca.
—¿Y la venganza? Quedamos en que te vengarías... ¡ya estaba pensando en cómo deshacernos del cuerpo!
Suspiró.
—No habrá venganza.
—¿Por qué?
—Voy a aceptar fingir una relación amorosa con él... mis padres estaban estresados hoy en la cena... mi madre le preguntó a mi padre si podrían pagar la escuela a mi hermana este mes... no sabes lo mucho que me dolió ver a mi hermanita triste porque a ella le encanta estudiar... ¡no puedo solo pensar en mí y dejar a mi familia atrás! Debo de hacer mis sentimientos a un lado y pensar solo en ellos.
