Enemigos desde siempre, pero en matrimonio al final.
Un empresario millonario y un jinete famoso dispuestos a fingir amor después de tanto rencor.
Un matrimonio falso que se parezca a uno real, donde se acostumbrarán a estar juntos y no querrán solt...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—La forma en cómo nos forzamos para hacer algo, por el cual aún no estamos listos, nos hace doler mucho.— Matthew acariciaba la mano de Lucien.
—¿Cómo sabes cuando ya estás listo?— Lucien estaba recostado en su hombro mientras miraban la televisión sin prestarle mucha atención.
—Cada cosa tiene un tiempo y lugar que hay que respetar, y aunque no me lo creas, y aunque personas piensan que lo que hago es por pura obsesión, hay cosas en la vida que llevan pasos que debemos de seguir con un orden y con mucha paciencia.
—¿Por ejemplo?
—Pondré mi ejemplo, no podía y tampoco tenía permitido venir diez años después de hacerte mucho daño y pedirte que me dieras una segunda oportunidad como si nada hubiera pasado, porque la realidad es que, si pasó, y aunque mis pasos fueron dolorosos, dieron un resultado positivo.
—¿Y si no hubiera funcionado?
—No me hubiera rendido tan fácilmente, pero si en dado caso eso hubiera pasado, sabré que lo habré intentado...
—¿Aunque eso duela?
—Aunque eso duela.
Lucien miró como sus manos se entrelazaban, subió sus piernas y se hizo pequeño en el pecho de Matthew. Cabía perfectamente, Matthew podía abrazarlo y envolver sus brazos a su alrededor con facilidad.
—El recuerdo de mi caída aparece cuando intenté subirme al caballo y... fue... tuve mucho miedo... Matthew...
—Lo sé, sé que da miedo, pero, ¿Sabes qué es lo positivo? Que los miedos también tienen pasos que podemos seguir, simplemente hay que encontrarlos.
—¿Y por cual debo iniciar?
—-Lo que hiciste hoy, fue bueno, pero debemos dar unos pasos más hacia atrás.
—¿Fue realmente bueno? Porque ahora tengo mucho más miedo que antes.
—Si lo fue, porque encontraste tu miedo, muy pocas personas tienen ese valor para hacerlo.
—¿De verdad?— Lucien lo miró.
Matthew asintió.
—¿Sabes? Tengo mucha curiosidad de montar a caballo, ¿Crees que puedas enseñarme?
Lucien abrió los ojos sorprendido, no se lo esperaba para nada, hasta se había separado de Matthew para saber si esto era alguna clase de broma, pero recordó que Matthew era muy malo con las bromas y siempre se le podía notar cuando lo estaba haciendo.
—¿Montar a caballo?
—Si, ¿Hay algo de malo?
Lucien negó. Sonrió de inmediato.
—Estaba seguro que esto solo pasaba en mis sueños.
Matthew también sonrió. Acarició su mejilla, y visualizó su sonrisa tan brillante. Era algo que necesita ver luego de observar a Lucien enfermo, triste y desorientado buscando su camino para recorrer luego de pasar por uno de sus peores traumas causados en un día tan importante para él.