—Imbécil.— Alisse abrazó a Lucien.
Los dos estaban sentados en el sofá de la chica. Lucien había dormido en ese apartamento. Apagó su celular luego de ver las treinta llamadas perdidas de Matthew. Lloró un par de veces mientras era consolado por sus amigos. Estaba enojado más que triste, dos de las emociones que no quería volver a sentir juntas, pero las estaba sintiendo.
«¿Cómo puede el universo hacerme esto a mí? ¡No necesitaba más de él! Me odio tanto por estar sintiendo tristeza, ¿qué debería de sentir? No necesito sentir nada por él. Y menos ahora. Ya lo había superado realmente, pero, el recordar lo que hizo, y en recordar al Matthew que me ayudó siendo mi instructor mientras alquilaba una sala de cine solo para mí... ¿qué debería pensar realmente? ¿Cuál es el Matthew real? ¿En cuál debería creer? ¿En el tipo que se acuesta con las chicas con novio? ¿O en el tipo que me lleva de excursión hacia el lago? ¿Quién eres realmente? Y... ¿por qué me cuesta tanto creerte? Lo único que quería era estar en una vida lejos de los problemas, pero solamente terminé en otro, y es el mismo problema de hace más de diez años.»
Creyendo cosas imposibles. Creyendo que Matthew algún día podría cambiar. Se sentía tonto al pensarlo.
—¡Hey! Traje waffles con chocolate caliente. Les hice una carita feliz con fresas y crema batida.— dijo Henry llegando con una bandeja de comida hacia Alisse y Lucien.
El menor sonrió y tomó un wafle. Se le quedó observando por varios segundos. La crema batida se derretía, la fresa se movía de su lugar.
—Hasta el waffle es más feliz que yo.— dijo.
—No después de que te lo comas.— le respondió Alisse.
Lucien se lo comió ahora sintiéndose mal por matar a el waffle con carita feliz.
—Ahora soy una mala persona.— siguió llorando.
«Pensaba que él realmente había cambiado, muy dentro de mí, había cosas que me hacía creer que sí. Él me demostraba lo mucho que quería cambiar, decidió dejar de fumar, me demostró su lado que no pensaba que existía, me hizo feliz... después de nunca haberlo hecho... el realmente me sacaba sonrisas. ¿Realmente es del tipo que se acuesta con personas con parejas?»
—¡Basta! No has nacido para andar aguantando relaciones tóxicas, tú para lo que has nacido es para aguantar el alcohol y las pedas.— dijo Henry quitándole la comida de sus manos.
—Oh, no. Nada de alcohol, tengo trabajos pendientes, y si los dejo solos terminarán en la cárcel.
—¡Oh, vamos, Alisse! Hace tiempo que no bebemos los tres juntos, y siempre funcionaba cuando Lucien estaba triste, ¡solo míralo! Tiene cara de querer beber, ¿verdad que si, chiqui?
Lucien hizo una cara de cachorrito mientras asentía.
—Tú no me hagas esa cara, y ya les dije que no puedo, reprobaré esa clase si no entrego ese trabajo.
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Matrimonio Ficticio
Roman pour AdolescentsEnemigos desde siempre, pero en matrimonio al final. Un empresario millonario y un jinete famoso dispuestos a fingir amor después de tanto rencor. Un matrimonio falso que se parezca a uno real, donde se acostumbrarán a estar juntos y no querrán solt...