Enemigos desde siempre, pero en matrimonio al final.
Un empresario millonario y un jinete famoso dispuestos a fingir amor después de tanto rencor.
Un matrimonio falso que se parezca a uno real, donde se acostumbrarán a estar juntos y no querrán solt...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Lucien, no puedes alimentarte solo de waffles congelados.— Alisse le quitó el séptimo plato del día de sus manos. Miró hacia Henry.— y tú deja de tomar alcohol, te emborracharás y vomitarás en mi alfombra.— le quitó la botella de alcohol de sus manos.
Henry y Lucien se quedaron a dormir en el departamento de Alisse, los dos estaban sentados en la alfombra de la sala de estar, llevaban ahí todo el día, se quejaban de muchas cosas mientras lloraban y se lamentaban.
—¿Cómo puedes tener tan poco corazón en un momento como este de nuestro chiquibaby?— Henry abrazó a Lucien, este último reposó su cabeza en el hombro del de los rulos.
—¿Y tú por qué lloras?— preguntó Alisse hacia Henry.— el pelirrojo tiene justificación, pero, ¿y tú?
—¿¡Cómo qué por qué!? ¡El corazón de Lucien y el mío son como uno solo! ¡Si mi chiquibaby está mal, yo estoy peor!
Alisse suspiró, sabía que había algo más que no le estaba diciendo. Pero por ahora, se enfocaría en el primer problema, el del pelirrojo.
—Lucien, ¿Cómo te sientes?
El antes mencionado escondió su cabeza en el hombro de Henry. No había hablado ni mencionado ninguna sola palabra durante todo el día. Ayer no paraba de quejarse, y hoy el silencio había reinado.
—¿Cómo crees que se siente? Su amor imposible le acaba de decir que está enamorado de él y ahora no sabe qué hacer porque ya no siente lo mismo, pero se siente culpable ya que tiene sentimientos por él, pero no lo puede reconocer porque su cabeza no deja que escuche a su corazón y es por eso que no ha hablado en todo el día porque ¡No sabe qué hacer!— Henry inhaló.— dios, ya me estresé y ni es mi relación.
—¿Tienes sentimientos por Matthew?— preguntó Alisse hacia Lucien.
—No lo sé.— susurró, al fin, el menor.— tengo miedo realmente... todos esos meses no fueron los suficientes para dejar de llorar cada vez que miraba sus fotografías, y ahora está aquí, dice que... me quiere de esa manera que yo tanto deseé, pero ahora, ¿qué debería hacer? No puedo aceptarlo de esa manera porque... tengo miedo de caer nuevamente en ese vacío del que tanto me costó salir...
Alisse se sentó junto a él, recordó la de veces que ha tenido que sentarse junto a él, escucharlo mientras sus lágrimas caían, y decirle que todo estaba bien aun sabiendo que no sabía exactamente cómo haría para que ese "todo estará bien" fuera verdadero.
—Así que, él de verdad regresó cuando te conocí, eh.
Lucien asintió.
—E hizo todo eso del numerito con los proveedores para obtener la excusa perfecta y estar junto a ti.
