Por muy raro que parezca, y por muy imposible que pueda llegar a ser, Lucien fue el primero en despertarse. Y lo primero que miró cuando sus ojos se estaban acostumbrando a la luz del sol que entraba por la ventana, fue la mano de Matthew rodeando su estómago. Luego se dio cuenta que estaba acostado en su otro brazo, y luego cuando parpadeó un par de veces más, se dio cuenta que el cuerpo de Matthew estaba a su lado, con su rostro pegado en su cabello, su respiración pesada la escuchaba y sus pulsaciones relajadas también eran muy claras para escuchar. Era como si Matthew fuera la sabana, porque literalmente, estaba envuelto en el cuerpo de Lucien.
El pelirrojo sonrió. Miró el rostro de Matthew adormilado, estaba durmiendo tranquilamente en un sueño profundo. Siempre era de despertar dos horas antes que Lucien, hacía ejercicio, revisaba su trabajo y cuando Lucien bajaba a la cocina aun en pijama, Matthew ya estaba con el desayuno y su traje preparado. También con una energía inexplicable.
«Tal vez no has estado durmiendo bien» pensó Lucien mientras miraba las bolsas de los ojos de Matthew.
Podía visualizar su barba desde esa perspectiva, era muy poca, pero podía verla si se acercaba solo un poco. No quería despertarlo, así que hizo que sus manos se mantuvieran lejos de su rostro.
«Tal vez me estoy enamorando de ti» pensó «O tal vez ya lo estaba desde mucho antes.»
Suspiró. Su corazón había empezado a palpitar rápidamente. Se acurrucó en su pecho, no quería levantarse, tampoco quería tener que iniciar un día. Solo quería dormir mientras era arropado por Matthew. Deseaba que nunca se levantara y que tuviera la excusa perfecta que se había quedado dormido.
Se durmió de nuevo en cuestión de segundos. Tardaron en la cama una hora más, hasta que sintió como acariciaban su cabello.
—Buenos días.— dijo Matthew con una sonrisa en su rostro.
Lucien se acurrucó aún más, no podía abrir los ojos correctamente, haber despertado tan temprano lo había puesto perezoso. Matthew sonrió con ternura.
—¿No quiere levantarse?
Lucien negó.
—Quiero quedarme así.
—Podríamos quedarnos aquí todo el día, pero... tenemos una cita, ¿recuerda?
Lucien asintió, pero tampoco se movió.
—¿Por qué una cita tan temprano?
—Porque a esta hora casi no hay personas fuera, y probablemente podremos estar tranquilos por unas horas hasta que regresemos.
—Bien... ahora voy...— seguía sin moverse.
—¿Ahora?
—Si... ahora... solo espera un momento.
—Estoy esperando.
—Cita...— dijo en un susurro.— espera...— se estaba quedando dormido de nuevo.
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Matrimonio Ficticio
Roman pour AdolescentsEnemigos desde siempre, pero en matrimonio al final. Un empresario millonario y un jinete famoso dispuestos a fingir amor después de tanto rencor. Un matrimonio falso que se parezca a uno real, donde se acostumbrarán a estar juntos y no querrán solt...