36| Escapando del señor abecedario 🌤

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La lluvia era casi nula, pasaban los días y casi ya no se veía, aunque esa misma semana había empezado una fuerte tormenta

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La lluvia era casi nula, pasaban los días y casi ya no se veía, aunque esa misma semana había empezado una fuerte tormenta. El rojo y el naranja estaban aún en el suelo, seguía el otoño en su punto más alto, agosto había terminado y octubre apenas estaba iniciando. La temporada del frío junto con la temporada de brujas, se podía apreciar desde lejos a los vecinos empezando a redecorar sus casas y volverlas espeluznantes y aterradoras. Calabazas en la entrada de las puertas de todas las casas, telarañas,  y luces naranjas con oscuridad que nadie deseaba.

A Lucien le gustaba, este tipo de festividades, porque podía vestirse como quisiera y comer dulces durante horas sin parar, al siguiente día le dolía el estómago, pero nunca se arrepentía de haber comido esos chocolates una noche anterior. Cada año, lo celebraba diferente, pero siempre terminaba trabajando en el bar durante esa noche, y al final se divertía en la pista de baile.

Esta vez, Lucien no trabaja ya en el bar, y ahora estaba tratando de recuperarse de una de sus peores caídas estando en una carrera, y una de las más importantes. Deseaba recuperarse antes de la carrera, y antes de Halloween.

Lucien sobresaltó al escuchar el rayo caer. Había sonado tan fuerte que estaba seguro que la casa había temblado.

—¿Todo bien?— dijo Matthew mientras le ayudaba a caminar hacia su habitación.

Lucien asintió.

—La casa está... un poco oscura, ¿No lo crees? Tal vez debamos encender las luces durante todo octubre.

Matthew sonrió mientras lo recostaba en su cama lentamente para que no se lastimara, aunque Lucien hizo un leve sonido de dolor cuando se acostó. Matthew le ayudó a quitarse su gorro, sus zapatos y sus guantes, también le ayudó a acomodar las almohadas para que no quedara sentado del todo, y tampoco acostado, después, lo arropó de manera que la sábana solo llegara hasta su cintura.

Lucien no sabía si estaba en el cielo o lo que le estaba pasando era un sueño increíble. Aunque no creía que fuera un sueño, porque suele soñar cosas raras como por ejemplo; él almorzando con un unicornio en un mcdonalds mientras sale arcoíris de su nariz y dulces de sus orejas. También un Henry con un vestido de la bandera LGBT volando alrededor de la mesa y colgado desde el techo.

Matthew miraba al chico que le sonreía, en esa oscuridad, podía apreciar un brillo en sus ojos que estaba seguro nunca haber visto.

—¿Pasa algo?— preguntó Matthew.

—Esta es la parte donde te quitas la camisa y vendas mis heridas con ella.

—Si querías que me desnudara solo tenías que pedírmelo.

Lucien se sonrojó con esa respuesta, en su cabeza estaba que no podría responderle a su petición, pero había respondido sin ningún tipo de problema. Matthew sonrió, se sentó en la orilla de la cama y quitó el cabello rebelde de su frente. Las gotas de lluvia se habían suavizado, ya no eran tan fuertes, pero la tormenta seguía en un punto alto.

Matrimonio FicticioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora