Matthew se quitó su corbata mientras entraba a la habitación, quitó los primeros cuatro botones de su camisa celeste y aflojó los de su manga. Llegaba de trabajar, un día más relajado que otros días, esta vez Sergio le tenía menos trabajo, y estaba muy agradecido que su agenda estuviera despejada para estar un poco más de tiempo con el menor esa misma noche. Su vista cayó a la de Lucien. El antes mencionado estaba sentado en la orilla de la cama con sus piernas encogidas, con una sonrisa y con un papel en la mano mientras lo agitaba lentamente.
—Tengo mi fantasía sexual.— Matthew sonrió de inmediato, levantó una ceja al verlo atrevido esa noche.— Sé que vienes del trabajo, así que puedes tomarla y realizarlo luego.
Matthew se quitó su cinturón mientras lo miraba. Jamás había quitado su vista de la de él. Sonreía de forma seductora, Lucien se dio cuenta que al mayor no le importaba mucho llegar cansado del trabajo cuando se trataba del sexo.
—Veamos que tenemos por aquí.— caminó hacia él y sujetó el papel. Lucien entró en pánico por unos minutos. El mayor sonrió al leerlo.
—¿Qué?
—De acuerdo.
Las orejas de Lucien estaban rojas.
—¿De verdad?
—Es fácil.— Matthew se recostó en la pared frente a Lucien con sus manos dentro de los bolsillos de sus pantalones.
—¿¡Qué!? ¿Cómo que es fácil?
—Lo he hecho un par de veces.
—¿¡Qué!?
—¿Tú no?
—Yo... creo que...— escondió su rostro en sus rodillas ignorando la pregunta.
Escuchó el cierre de los pantalones de Matthew. Levantó su mirada lentamente, solo descubriendo sus ojos. Matthew tomó su miembro entre sus manos, su espalda seguía pegada a la pared, estaba duro con solo tener el placer de complacer a la persona que ama. Lucien sujetaba sus piernas con fuerza cuando sentía su corazón y algo más palpitar.
La mano de Matthew cubría un poco más de la mitad, Lucien estaba seguro que él tenía que usar sus dos manos para cubrirlo por completo, o al menos una parte. Respiró profundamente al sentir su propio tacto en su miembro, sabía que eso no sería suficiente para bajarlo por completo, pero lo intentaría con tal de complacer al chico que tenía sus mejillas rojas y sus ojos lujuriosos.
—Si esto no funciona, tendrás que voltearte y ayudarme.
Lucien sonrió, sus ojos se habían achinado. Matthew había empezado a masturbarse delante del menor. Su fantasía sexual.
—Te ayudaré como quieras.
La respiración de Matthew se había puesto caliente de repente. Levantó su rostro solo unos centímetros, separó sus labios y cerró sus ojos. Sus manos subían y bajaban sin parar. Lucien se hacía daño en sus labios al morderlos, estaba sorprendido que eso pudiera entrar dentro de él. Y que dos veces lo haya hecho por completo.
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Matrimonio Ficticio
Novela JuvenilEnemigos desde siempre, pero en matrimonio al final. Un empresario millonario y un jinete famoso dispuestos a fingir amor después de tanto rencor. Un matrimonio falso que se parezca a uno real, donde se acostumbrarán a estar juntos y no querrán solt...