Enemigos desde siempre, pero en matrimonio al final.
Un empresario millonario y un jinete famoso dispuestos a fingir amor después de tanto rencor.
Un matrimonio falso que se parezca a uno real, donde se acostumbrarán a estar juntos y no querrán solt...
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«Por supuesto que ya sabía lo ordenado que era, pero tampoco pensé que fuera un fanático del orden. Aprendí muchas cosas de él en estas últimas dos semanas, primero, siente calor por las noches, pero su ropa nunca se la quita aun así esté sudando, segundo, toma agua fría al despertarse, antes de dormir y después de ducharse, por último, me di cuenta que es fanático de las compras»
—Esto es para Matthew Harrison.
—Oh... bien.— Lucien tomó el paquete y firmó los papeles.
—¿No es muy pronto para Halloween?— dijo el repartidor al ver el pijama de dinosaurio de Lucien.
Tiene varios pijamas de animales, esta vez, tiene el de dinosaurio verde con escamas amarillas, se había colocado su gorro porque sentía frío, hace poco habían colocado un aire acondicionado cerca de la cocina.
—Es un pijama, para Halloween me vestiré de prostituta, ¡gracias!— cerró la puerta mientras dejaba la caja al lado.
Entró de nuevo a la cocina y le subió volumen a la mini bocina, tenía puesta la canción de: justin bieber – baby mientras hacía panqueques con chispas de chocolate. Estaba feliz porque hace poco le han dado un premio por haber sido el primero en clasificar en la triple corona, y aunque se había puesto triste esa noche por no haber podido presumirlo ante todos sobre su mayor logro, al menos sus amigos lo sabían y habían festejado juntos, estaba feliz con recibir esa parte de ellos como apoyo.
Miró la hora del reloj, justo encima del microondas. Faltaban diez minutos para las ocho, significaba que Matthew estaría en la cocina dentro de quince minutos, porque también había aprendido a que el mayor hacía ejercicio todas las mañanas antes de desayunar, se levantaba a las cinco, corría y llegaba a las seis, luego iba a su gimnasio creado cerca del jardín, le parecía impresionante que también hiciera ejercicio por las noches.
Lucien solo había entrado a su gimnasio una sola vez para tomarse fotos y enviárselas a sus amigos para fingir que se había ejercitado. Ni uno le creyó, pero se miraba bien en las fotos.
—Baby, baby, baby, ooh.
Utilizaba la espátula como micrófono mientras bailaba y sacaba el siguiente panqueque. Tomó la cuchara y sirvió un poco de mezcla, e iba a hacer otro panqueque redondo, como los otros, pero se le ocurrió la grandiosa idea de hacer este siguiente panqueque en forma de un miembro masculino, lo hizo grande y largo en el sartén.
Después de reír, tomó su celular y le envió una foto al grupo de sus amigos.
—¿Te gusta comerlos con esa forma?
Lucien sobresaltó y tomó la espátula presionando el panqueque para destrozar su forma dejándolo peor aún.
—¿Qué? ¿Esta cosa pequeña? Solo es arte abstracto...
Se dio la vuelta y miró a Matthew con su camisa escotada y sudada mientras tomaba un vaso de agua fría que siempre guardaba en el freezer. Tenía su pecho más grande, su tatuaje era más grande, y al parecer todo de él era más grande. Lucien miró sus manos, sus venas eran moradas o tal vez un tono azul, no lo sabía realmente, pero tenía curiosidad por verlas más de cerca.
