CAPÍTULO 13

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QUIEN INICO EL JUEGO

Masón Greco

No sé qué mierda hacia el idiota de Harry aquí, se supone que solo debe acudir a mí cuando yo se lo ordene, así es como funcione el trato de Boss y súbdito, parece que ningún puto lacayo de los que tengo sabe hacer bien las cosas que demando, tengo que repetir una orden mil veces, y, aun así, no terminan de comprender lo que les digo, tal vez tienen un retraso mental o se cayeron de bebes, porque son unos completos imbéciles. Salgo del despacho, avanzando apresurado, lo tomo del brazo, furioso, y nos dirijo hacia un rincón donde nadie pueda escucharnos.

— ¿Qué mierda haces aquí? — espeto molesto, estos hijos de puta siempre logran cabrearme.

— Lo necesitamos BosVer — juega con sus manos, nervioso.

— ¿Para qué?, ¿no sabes que existen teléfonos en los cuales solo presionas un número y me localizas? — asiente — ¿Entonces?.

— Lo estuvimos localizando, pero no contestaba — saco mi móvil, ¡joder!, estaba en silencio.

— ¿Qué sucede?, habla rápido que tengo una junta que atender — me desesperan, tendré que actualizar a mi equipo, tal vez los cambie por otros más capaces de acatar una demanda, pero lo que tienen de pendejos, lo tienen de leales, algo imposible de remplazar, su devoción hacia mí es única.

— Nos han robado todo el armamento que se encontraba en su casa de las Maldivas, en ella estaban una gran cantidad de armas muy peligrosas, y también... — se calla logrando desesperarme.

— ¿Y también qué? — juega con sus manos de nuevo, pero esta vez con intensidad.

— También había armas con la droga Dark — ¡Mierda!, las armas podrían ser lo de menos, pero mi droga es un químico letal el cual nadie ha tenido el privilegio de obtener.

— ¡Son unos idiotas!, ¿Cómo carajos pudieron permitir algo así? — me llevo una mano hacia la nuca, el desespero de no saber quién mierda la tiene es estresante.

— Nos estuvieron siguiendo, nos han estado vigilando — esto tiene que ser obra de Dalton, si no, de quien más.

— ¡Lárgate!, tendré que hacer una llamada y por el bien de todos necesito que me lo localicen, tienen hasta el día de mañana, si no aparecen mis suministros uno de ustedes morirá — se limpia las manos sudadas.

— Como ordene mi, BosVer — me da la espalda y avanza hacia la salida de este lugar.

Todo se me está acumulando, ¡Hijo de puta de Dalton!, está consiguiendo lo que quiere, pero no se lo permitiré, no va a vencerme, si nadie ha podido, porque el sí.

Camino hacia la sala de juntas, desde lo lejos puedo ver que ya están todos listos sentados en el sitio que les corresponde, y me jode que ahora debo limpiar el nombre de un bufete el cual no me sirve de nada, sería más fácil dejar todo este teatro y decir de una vez quien soy, pero eso sería un riesgo grande. Abro la puerta de cristal adentrándome al lugar y todos se colocan de pie.

— Buenos días a todos — saludo mostrando una amabilidad que me hace vomitar.

— Buenos días, Sr. Greco — unos contestan a mi saludo, mi vista localiza lo que quiero, estaba sentada en su posición emanando la belleza que la caracteriza como la mujer más deseable del lugar, enfoco mi vista en sus ojos azules, los cuales son un mar en el cual quisiera ahogarme, ¿Qué mierda me pasa con ella?, ¿Por qué carajos me comporto así?.

— La junta llamo a una reunión debido a las acusaciones que nuestro bufete está recibiendo — comenta uno de los imbéciles de la junta directiva.

— ¿Cuál es el punto? — que no empiece con sus sermones y vaya al grano, el día de hoy no me sobra paciencia.

ᴛᴏᴅᴀ ᴍÍᴀ ʏ ᴛᴏᴅᴏ ᴛᴜʏᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora