CAPÍTULO 29

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¡RECUERDEN QUE HOY ES MARATÓN!
ASI QUE SERÁN DOS CAPÍTULOS SEGUIDOS

BELLEZA AZUL

Indra Dorenty

Estos últimos tres días han sido demasiado relajantes, la isla de Santorini nos ha envuelto en su refrescante agua, dejándonos marcar cada parte de esta, el sexo en el mar se convirtió en uno de nuestros deportes favoritos, he descubierto que la arena se puede incrustar de una manera depravada, pero no borra los gemidos que mi cuerpo emanaba por las increíbles atenciones de aquel hombre que me penetraba.

Días y noches venerando su cuerpo, lamiendo, chupando y mordiendo su deliciosa carne, regalándole mamadas, montadas, que lo han puesto a mi merced, sus gruñidos varoniles se agregaron a los sonidos que me encantan escuchar, su tacto en cada parte de mí se estaba volviendo adictivo, sus palabras sucias y posesivas eran la mejor manera de llegar al orgasmo, lo rudo del sexo era el inicio de nuestro incesto juego, descubrir posiciones fue la prioridad en estas vacaciones.

— Buenos días... — jadeo, su ronca sonrisa hace contacto en mi punto débil, destilando los jugos que su experta lengua lame.

— Buenos días, mi amor... — está agitado, y que eso no impida su entretenida actividad, me hace tomar de aquella melena negra, incitándolo a que siga.

Inserta su lengua dentro mi cavidad, regalándome el mejor placer mañanero, mis gemidos se adueñan de la habitación, aferrándome al cabello del precioso, entierro mis piernas en la cama, recibiendo los inicios del orgasmo, sus diestras chupadas en mi clítoris me están poniendo a fantasear, mis ojos se oscurecen ante la adrenalina, mi respiración se agota cuando me vengo sobre la odiosa boca del idiota.

— Eres mi sabor favorito — pasea la lengua por sus labios, absorbiendo mis restos, sus fornidos brazos acorralan mis muñecas, y su boca se encarga de deleitar mi cuello.

— Y tú eres mi hombre favorito — sonríe orgulloso, metiéndome de golpe su exquisita verga — ¡Joder! — me quejo por su brusquedad.

— ¿Te dolió? — pregunta preocupado, pero no sale de mí.

— No, está bien, solo que últimamente me dejas muy sensible — da un embate lento, inspeccionando si me duele, al ver que no, me suelta otro más fuerte.

— Siento el hecho dejarte sensible, pero no puedo dejar de estar dentro de ti... — musita caliente, mojándome, facilitando sus embestidas.

— No lo sientas... No quiero que deje de follarme Mi BosVer — su verde escarlata me escanea, clavando él te quiero que ambos ya sabemos.

La mañana se nos fue haciendo lo que mejor sabemos hacer, el desayuno lo tomamos en cama, las charlas mientras degustamos los alimentos se han vuelto nuestro fuerte, es verdad que jamás se termina de conocer a una persona, y que ambos hablemos de nuestros pasados, revelando nuestras sucias jugadas, me confirma que juntos tenemos un poder que no le gustara enfrentar a nuestros enemigos, el que seamos estrategas, perfeccionistas, observadores, inteligentes, exigentes, y expertos en armas, combate, infiltraciones, secuestros, amos de la tortura psicológica y emocional, nos convierte en el mejor equipo criminal.

— Esta noche te tengo una sorpresa – sus brazos se ciñen a mi cintura, regalándome el mejor reflejo de nosotros.

— Quien diría que el Sr. Masón Greco, sería tan cursi y detallista – rueda los ojos, dejando un corto beso en mi clavícula.

— Jamás me gusto que me llamaras Sr. Masón Greco, lo odiaba escuchar de tu voz – frunzo el ceño.

— ¿Por qué?, a mí me encantaba y me divertía el hecho de que me corrigieras – me da un brusco apretón, refregándome su gran erección.

ᴛᴏᴅᴀ ᴍÍᴀ ʏ ᴛᴏᴅᴏ ᴛᴜʏᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora