NO LO MERECÍA
Indra Dorenty
Mi mente no podía procesar que al hombre que quiero le acabaran de disparar, lo único que paso por mi mente en el momento que la madre de Leo me decía lo que estaba sucediendo, fue Dalton, solo en él pude pensar, solo él sería capaz de hacer algo así, solo él tendría la sangre tan fría de dispararle a alguien, el remordimiento y la culpa estaban naciendo desde lo más profundo de mí, mientras yo estaba revolcándome con Masón, Leo estaba recibido un disparo al pecho.
— Indra, ¿a dónde vas? — pregunta Masón, la verdad no tengo tiempo para él, solo necesito irme al hospital.
— No es tu asunto — intento volver a caminar, pero me toma del brazo.
— Yo iré contigo — eso ni estando loca.
— ¡No!, no puedes, ni debes, así que déjame irme — me suelta, no pierdo el tiempo en verlo, él no es quien me interesa en estos momentos, salgo del pent-house, tomo el ascensor deseando que este se abre lo antes posible para irme de este puto lugar.
Subo al auto deprisa indicándole a Santiago hacia dónde ir, mi pecho comenzó a sentirse comprimido por el sentimiento de poder perder a la persona que quiero, estaba asustada, no por mí, por Leo, si esto era mi culpa, ¿el que carajos tenía que ver?, no puedo permitir que la historia se repita en la que me vuelvan a arrebatar algo que me importa.
Odio que siempre termino involucrada en situaciones que no merezco, ni siquiera conozco al imbécil que tanto, nos está jodiendo, no tengo que ser adivina para saber que todo esto se debe al enfrentamiento que tuve con Dalton Milard, y ahora Leo es quien sufre las consecuencias de mis actos. Bajo del auto apresurándome hacia la recepción del hospital.
— Necesito información sobre, Leo Silaw — hablo intentando mantener la compostura mientras que mis manos no dejan de temblar.
— Lo siento, no puedo darle ese tipo de información — no sé si son los nervios, la preocupación, pero la cabeza empieza a sentirse pesada, con palpitaciones intensas.
— ¡Si, si puede, soy la novia de él, así que, dígame con un carajo como esta! — pido, alterada, en este punto es difícil mantener una paciencia.
— Lo siento, no puedo darle ese tipo de información — me jode que tengan sus protocolos estúpidos.
— ¡Necesito que me la des, o llamaré a su superior! — no me interesa ser amable, solo necesito esa puta información, las manos aún siguen temblorosas.
— Indra...— la voz de la madre me hace ignorar a la recepcionista para dirigirme hacia ella apresurada.
— ¿Dónde está él? — aún tiene lágrimas en las mejillas y su vestido está lleno de sangre, al igual que sus manos, la sangre de Leo cubría parte de ella.
— En el quirófano... yo lo vi... — se le escapa un gran sollozo que le devuelve las lágrimas pesadas, la abrazo, aunque no tenemos una gran relación, ambas queremos al hombre que está luchando por su vida.
— Tranquila, es Leo, va a estar bien — sigue llorando, no sé si es la situación, susto o culpa, que un par de lágrimas emerjan de mí.
— ¿Y si no?, ¿y si lo perdemos? — coloco mi mano en su espalda intentando tranquilizarla, está muy afligida.
— No, todo estará bien — deseo saber cómo paso, pero creo que no es el momento — venga, sentémonos un momento — la tomo del brazo para acomodarnos en los asientos de espera.
No estoy bien, pero debo mostrarme bien, debo ser la persona fuerte, aunque por dentro todo se esté desmoronando, debo permanecer bien, no por mí, por Leo, porque él no se merecía esto, no se merecía que yo lo estuviera engañando de esta manera.
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ᴛᴏᴅᴀ ᴍÍᴀ ʏ ᴛᴏᴅᴏ ᴛᴜʏᴏ
RandomIndra Dorenty es una abogada penalista, que gracias a un caso su vida tendrá un cambio, pero no uno desconocido para ella, si no que ese cambio la llevará a viejos tiempos. Su jefe, que al parecer es un Mafioso, será la razón por la que ella deba ca...