ᴛᴏᴅᴀ ᴍÍᴀ ʏ ᴛᴏᴅᴏ ᴛᴜʏᴏ

CAPÍTULO 36

PERTENECES

Indra Dorenty

Abro las cortinas de la habitación anhelando un poco de sol, la presión del día de hoy será agotadora, ser madrina de mi mejor amiga es un tanto estresante, sus enormes peticiones fueron cumplidas y solo quedan unas horas para que mi hermano y ella unan lazos irrompibles.

— Mi amor — llamo a Masón, aún sigue dormido boca abajo y repaso el aspecto que detona con tanta maldad, su clara piel desnuda es un incentivo para no querer salir de la cama.

— Hum... — tomo asiento a su lado repartiendo besos por su espalda.

— Debes despertarte, tenemos muchas cosas que hacer, por si se te olvidaba...

— No se me olvida que hoy se casa el imbécil de tu hermano — se coloca boca arriba tomando mi cintura y subiéndome a horcajadas sobre él.

— Entonces sabes que debes dar órdenes a tus súbditos — levanta el camisón que me cubre de quedar en total desnudo.

— ¿Cómo te sientes? — acaricia mi vientre y sonrío por lo tierno de la escena — ¿aún tienes muchas náuseas? — niego, acomodando unas hebras de su cabello que me impedían ver su imponente mirada.

— Me siento bien, no hay nada de qué preocuparse — baja la cabeza dejando besos en mi abdomen ascendiendo lentamente hacia mis pechos — no es momento... — jadeo por su tacto.

— Lo sé, pero te necesito — sigue chupando y mordiendo mi carne sin dejar de complacer su paladar.

— Debemos cubrir el área con los Veras... — gimo recordándole el protocolo para que nada salga mal.

— Lo sé — sigue disfrutando de mí y tomo su cara con el dolor de mi alma y lo separo de su actividad.

— Ordénales que coloquen armas en cada una de nuestras camionetas, no quiero errores — comento con seriedad, este es un día especial para Rebe y Damián, y odiaría que algo lo arruinara.

— Todo saldrá bien, ahora solo has las maletas porque después de esa boda tú y yo nos vamos de aquí — sigue masajeando la zona que cubre a nuestro bebé.

— ¿A dónde iremos? — paso mis manos por su pecho detallando su aspecto.

— Es una sorpresa, así que solo has las maletas para varios días — frunzo el ceño, me molesta que no me digan las cosas, pero así funciona esto con Masón, nunca dice nada, solo debo seguir a ciegas sus peticiones.

— Dame una pista — niega decidido y uso mi llave maestra, diciendo chupando su piel bajando lentamente hasta su debilidad — solo dime el clima — vuelve a negar y sigo lamiendo su cuerpo jugando con el elástico del bóxer — ¿No me dirás a donde iremos? — vuelve a negar con un jadeo y desprendo el miembro de su lugar seguro.

— Para, Indra... — ignoro su ahogada petición y paso mi lengua por la punta de su verga, succiono el líquido y gime tomando mi cabello con fuerza — te follaré duro si sigues — lo reto con la mirada y me llevo a la boca su miembro.

Inicio el juego de venganza y chupo como una diosa la verga que tanto me encanta montar, mi cuerpo aclama enterrarme en ella, pero no perderé, hala de mi cabello indicando que siga, bajo y subo lentamente disfrutando de tener su carne en mi boca, enredo la lengua en la punta y su gemido es una victoria para mi ego.

— ¿Me dirás? — no responde y vuelvo a meter su virilidad en mi boca — conteste mi BosVer — sigo chupando y sus ojos se aferran a no dejarme de ver.

— Haz que me corra y te diré — sentencia, autoritario, y niego a su petición.

— No hay respuesta, no hay derrame — me incorporo rápidamente y lo dejó deseando venirse en mi boca, me apresuro hacia el baño y me encierro rogando por mi vida.