Lobo de Montaña (libros 1 & 2)

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Segunda y última parte

Alma despertó aturdida y tosiendo mucho a causa del humo.

─¡Dri!, ¡Viki!, ¡Betty!, ¡Gui!─ comenzó a gritar desesperada mientras tosía─. ¡Ayuda!

Como pudo se levantó, no avanzó mucho, cuando quedó horrorizada; un encapuchado degollaba a Dri, tenía empalado a Javier, le había arrancado la cabeza a Marina, Paula estaba ahorcada, con los ojos vendados y las manos cortadas; Martín se encontraba desangrado por las venas de sus brazos y Omar estaba sentado en una silla sin dientes, con la boca ensangrentada y le habían arrancado el corazón. Los lamentos formaban el tétrico ambiente del fondo.

─¿Quién eres?, ¡¿qué le haz hecho a mis amigos?¡─ su garganta se desgarró.

─Por favor Alma─ recibió una respuesta─ ellos no son tus amigos, tú eres como yo, ven junto a mi─ le extendió una mano.

─Yo no soy como tú.

─Si lo eres, mataste a tu madre, ¿o no lo recuerdas?.

─¡Yo no maté a nadie, no mate a mi madre!─ se repetía una y otra vez─. Yo no la maté, no la maté, no no no.

─Alma, Alma, hija reacciona.

Se despertó sobresaltada y vió a su padre.

─¿Pa-papá?─ su mirada logró discernir el rostro. Saltó a sus brazos─ ¡tienes que ayudarme, el colegio explotó, todos están muertos, él los mató!

─¿De que hablas hija?, el colegio está en perfecto estado.

─Pero padre...él me dijo...él me dijo que yo la maté, que yo maté a mi madre.

─¡¿Qué?!, ¿de que hablas hija?, ¿quién es "él", y ¿de donde sacas que tú mataste a tu madre?─ suspiró, cerrando los ojos y calmándose─. Escucha hija, tu tenías 4 años y tu hermana 5, fué un trágico accidente, tu madre perdió el control del auto─ sonrió triste─. Pero bueno, no hablemos de eso, ahora te vestirás, te pondrás linda, porque ya te tienes que ir al campamento.

Su rostro mostró impresión. Lo del campamento no había sido un sueño. Viki y Betty entraron a la habitación.

─Hasta que al fin, bella durmiente─ rió Viki─ anda que llegamos tarde al autobús.

─¿Autobús?─ inquirió extrañada─ pensé que iríamos en auto.

─Yo también─ la peliroja buscaba en el armario─ pero por lo visto son las reglas del campamento, creeme que ninguno debe estar contento al respecto.

─Pues ala─ dijo Betty─ ustedes dos necesitan probar una cucharada de humildad y sencillez algún día ¿no?─ las tres rieron.

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Cuando estuvo lista bajó y se encontró con Dri que también terminaba de arreglarse.

─La verdad no entiendo como pueden aguantar a este desastre humano─ escupió, refiriéndose a su hermana.

─Por favor Andrea, te pido que no hables así de tu hermana─ intervino Evandro. Dri puso los ojos en blanco e ignoró completamente lo que le había dicho su padre.

─Hasta luego papi─ besó su frente y se fue.

─Bueno padre ya me voy─ Alma se envolvió en un fornido abrazo.

─Cuídense mucho y pásenla bien─ fueron sus últimas palabras.

De camino al autobús Viki no pudo evitar decírlo─. Escucha Alma tu hermana es una idiota, definitivamente no merece la hermana que tiene.