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Segunda y última Parte

─¡¿Qué?!, ¡eso es mentira!─ gritó Dri, más para tratar de autoconvencerse.

─¡Mierda!─ exclamó Daniel.

─¡Fué él!─ chilló Paula─ ¡fué el vengador!.

─Oh por dios ¿cuando acabará esto?─ Claudia tenía los ojos llorosos, estaba temblando.

Dri se encontraba en un shock total, Vicente estaba muerto, su creciente amor no florecería más, ¿cómo todos los que estaban a su alrededor acababan muriendo tan trágicamente?, primero su madre, luego Sebastián, y ahora Vicente. Sus piernas le fallaron, no dieron más y se desplomó en el suelo, sus ojos inundados en lágrimas.

─¿Cómo pudo ser posible?, Vicente era joven, tenía toda una vida por delante, ¿por qué a él?, ¡¿por qué a mi?!─ repetía, totalmente desconsolada. Alma salió de su cabaña con Betty.

─¿Qué pasa?─. Al escuchar su voz Dri se transformó, no supo de donde sacó fuerzas para ponerse de pie pero lo hizo. Espero a que Alma se acercara lo suficiente─. ¿Dri que pasa?─ repitió su hermana.

─Todo es tu culpa ¿verdad?, ¡maldita perra!─ le estampó una fuerte cachetada en la mejilla. Alma se quedó ahí, sin inmutarse, atónita por la reacción de Dri.

─¡¿Qué te pasa, estás loca?!─ Betty intervino interponiéndose en medio, colérica─ ¡¿hasta cuado piensas seguir atormentando a tu hermana?!.

─Esa maldita no es mi hermana─ la señaló con una rabia y un dolor inmensos─ por su culpa mamá está muerta y ahora...y ahora...

─¡Suficiente!─ la pecosa no la dejó terminar─ Alma no tiene culpa de la muerte de Emily, ¡ya basta!.

─¡Cierra la boca!─ una cachetada más quedó impactada en un rostro pero esta vez fue en el de Betty, propiciada por Dri─ ¡nunca más oses pronunciar el nombre de mi madre! ¡¿me estás escuchando?!. Maldita asesina─ escupió, mirando a Alma, y se alejó dando traspiés. Las lágrimas cegaban su visión.

─Daniel, ve por ella─ pidió su novio─ está muy nerviosa y podría entrar al bosque.

Omar

No podía evitar deleitarme con el caos que había ocasionado, la verdad no tuve opción, tarde o temprano notarían la ausencia de Vicente, así que decir que yo mismo lo había encontrado en esas condiciones que solo el vengador pudo haber cometido fue mi mejor opción, darle todo el crédito a el asesino fue una buena opción, soy muy listo. ¿Se imaginan que hubiera pasado si me descubren?, me lanzan al bosque sin dudar.
Yo seguía ahí, analizando a todos, sus reacciones eran vitales, no podía levantar sospechas, hasta que la voz de Marina me sacó de mis pensamientos,

─Entonces, ¿como fue que encontraste el cuerpo de Vicente?.

─En el bosque, no muy lejos de aquí, tenía varias puñaladas─soné muy convincente.

─Hay que buscarlo─  parecía insistente con el tema.

─Es peligroso amor, el asesino está suelto por ahí─ aseguré, acariciándole la mejilla.

─Pero tenemos que enterrarlo ¿no?─. No pude evitar soltar una risita.

─¿Perdona?, eres Marina?, creo que me equivoqué de persona─ bromeé. Ella ahogó una risa.

─No seas idiota, así como este lugar te ha cambiado también lo ha hecho conmigo.

Tanto Paula como yo abrimos la boca sorprendidos por motivos completamente diferentes, ella por sus palabras y yo por el hecho de que las interpreté, acaso se refería a mi frialdad al ver el cadáver de Javier y mi falta de remordimiento al asesinar a Vicente y ocultarlo a todos, ¿acaso Marina me había visto? y su así fuera ¿por qué no dijo nada?. Formulé todas esas preguntas en mi cabeza en un segundo.

Lobo de Montaña (libros 1 & 2)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora