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Segunda y última Parte

─Bien, creo que ya lo tenemos todo─ dijo Omar.

─¿Están seguros de esto?─ la voz de Paula temblorosa.

─No puedo hacer esto, siento que algo malo va a suceder─ habló Claudia mucho mas nerviosa que la morena.

─¿No te vas a retractar ahora o si?─ inquirió Omar─ todos lo convocamos, todos debemos devolverlo.

─Error, fue ella─ Paula señaló a Alma.

─Bueno vale ¿no?─ defendió Viki.

─¡Ya basta!─ alzó la voz Marina─ escucha─ se dirigió a Claudia y Alma─ mi madre ya está muerta, y todo por culpa  de ese maldito demonio, no voy a permitir que continue arrebatando más vidas ¿me entendieron?─ ambas asintieron.

─Bien─ repasó Omar─ ¿arena de la cantera?.

─Listo─ dijo Martín.

─¿Incienso de sándalo?.

─Aquí─ habló Samuel.

─¿Amuleto protector?

─Uh-hum─ musitó Viki.

Y así fue verificando si no faltaba ninguno, iban desde objetos extraños hasta yerbas y todo tipo de cosas. Marina sacó un trozo de papel y se lo extendió a Alma.

─Tú lo liberaste, tú lo vas a regresar.

─Pe...pero yo...

─Alma, debes hacerlo─ dijo Dri.

La pequeña tomó el papel y comenzó a leer las extrañas palabras mientras los demás depositaban las ofrendas en la hoguera:

In nocte plenae lunae, lupus super alias species ascendet, ululatus eius aperiet osnio inferni ut creatura ad se vocata redeat.

Al terminar de decir esas palabras muchos dijeron sentir un frío aire que le caló hasta los huesos.

─Bien, creo que todo está arreglado─ Gui tensó la mandíbula─. Tranquila Alma, todo estará bien─. La pequeña le regaló una sonrisa de boca cerrada.

Pero "el mal" como así lo llamaban estaba lejos de llegar a su fin.

Todos se retiraron al campamento, Adrien ya estaba ahí, en cuanto lo vió Marina salió corriendo hacia él.

─¡Papá!.

─Mi pequeña─ la cargó─ lo siento tanto hija mía─ apretó sus labios, conteniéndo sus lágrimas─ tu mamá te quería mucho, eso lo debes tener siempre presente ¿si?─. Marina asintió sollozando.

─Lo sé, pero yo provoqué su muerte.

─No mi amor, no digas eso, tú no tienes la culpa de nada.

─Hola Adrien, que bueno que viniste─ dijo Augusto, dándole una palmadita en el hombro.

─Esto es horrible, ¿saben quien fue?.

─No pero la policía ya está en camino─ informó Teresa.

Augusto se acercó a ella y le susurró algo al oído, ambos fueron a hablar en privado.

─¿Ya están aquí?─ inquirió él.

─Sí, pero sigo creyendo que no es el momento, si Eloise se entera...

─No hará nada─ terminó por ella─.porque el asunto Eloise se acaba hoy mismo.

Lobo de Montaña (libros 1 & 2)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora