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BeatrizPrimera Parte

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Beatriz
Primera Parte

El diablo me susurró en mi oído "no eres lo suficientemente fuerte para resistir la tormenta". Hoy le susurré al diablo "yo soy la tormenta".

...

Alma

Ahora todo tenía sentido para mi, desde un principio, todo el tiempo había sido ella, mi mejor amiga, manejando los hilos de todos fuera y dentro del campamento. La verdad siempre estuvo delante de nosotros, disfrazada con esa máscara perversa, de aparente bondad y transparencia. Miré a Viki, estaba tan sorprendida como yo, observaba a Betty con asco, desprecio y hasta miedo. Nos había engañado a todos.

─¿Por qué esas caras?─ preguntó, una sonrisa victoriosa se extendió por su rostro─. Deben ver el lado bueno, ¡toda Valeria está muerta, ya no hay peligro!─ abrió sus brazos, eufórica.

─Aquí el peligro siempre fuiste tú, es que ¿cómo pudiste...mentirnos a todos por tantos años?─ la peliroja se encontraba ida de todo, mirando al vacío. Tal parecía que su boca se movía por voluntad propia, mientras que su cuerpo era un maniquí sin vida─. Eras nuestra amiga─ luchaba por no llorar─. Carajo─ negó─ éramos Alma, Viki y Betty─ esta vez la miró─ ¿qué hicimos mal?, ¿por qué?.

─¿Quieren saber mi historia?─ su rostro se ensombreció de un modo siniestro─. Vale, se las contaré. Pero primero quiero que conozcan a una persona muy especial para mi─ hizo una reverencia y Fabián salió de entre las sombras. Viki y yo nos quedamos de piedra.

─¿Fabián?─ musité. Las sospechas eran ciertas, siempre estuvo vivo, Samuel decía la verdad.

─¡Sorpresa!─ remarcó la pecosa entusiasmada, definitivamente estaba mal de la cabeza.

─¿Entonces tú...?─ Viki se cubrió la boca antes de terminar la frase─. ¡Oh dios mío!, tú eres el otro, el segundo vengador...

Mis ojos se abrieron como platos, miré a Fabián desconcertada, este nos observaba neutro.

─Elemental mi querido Watson─ Beatriz se acercó a nosotras.

─¿Fabián estás demente?─ inquirí─. ¡Esta loca tiene a tu hermano!, ¡¿dejarás que lo mate?!─. No contestó.

─Fabián hará lo que se deba de hacer─ rebatió ella mirándolo, luego a nosotras─. Bien, llegó la hora de que sepan toda la historia─ tomó una silla y la colocó en frente, se sentó como los asesinos en las pelis del viejo oeste. Fabián se recostó de una mesa, que a simple vista se distinguían varios objetos plateados. Me estremecí solo de pensar que eran objetos de tortura.

La loba de montaña, Ana Beatriz Cortázar...

.

Martín despertó aturdido, su vista borrosa comenzó a recuperar la nitidez y avistó a Samuel justo al frente, pocos centímetros los separaban─. ¡Ey, Samu, despierta!.

Lobo de Montaña (libros 1 & 2)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora